Pulmones verdes

Los lectores opinan sobre la necesidad de plantar más árboles para luchar contra el cambio climático, el mercado laboral, el Servicio Andaluz de Salud y la desaparición progresiva de especies de insectos

Varias personas sentadas a la orilla del lago de la Casa de Campo, en Madrid, a mediados de agosto.Ricardo Rubio (Europa Press)

Con el cambio climático, el parte meteorológico diario que nos espera no es muy alentador. Sol rabioso, pocas nubes y menos lluvia. Confiemos en que ante este panorama, los responsables de “diseñar” los nuevos pulmones verdes tan necesarios, no caigan en las frivolidades habituales. Lo que necesitamos es integrar la naturaleza dentro de las ciudades, dentro de los pueblos. Recuperar aquella tierra que le hemos robado y ahogado con toneladas del asfalto, plantando las especies y variedades que mejor se adaptan al paisaj...

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Con el cambio climático, el parte meteorológico diario que nos espera no es muy alentador. Sol rabioso, pocas nubes y menos lluvia. Confiemos en que ante este panorama, los responsables de “diseñar” los nuevos pulmones verdes tan necesarios, no caigan en las frivolidades habituales. Lo que necesitamos es integrar la naturaleza dentro de las ciudades, dentro de los pueblos. Recuperar aquella tierra que le hemos robado y ahogado con toneladas del asfalto, plantando las especies y variedades que mejor se adaptan al paisaje del entorno. En resumen, recuperar trozos de ecosistemas donde, sin duda, las aves y los insectos regresarán de nuevo en busca de sus hábitats naturales. A partir de ahora, no serán parterres de florecitas y arbustos decorativos lo que ansiemos encontrar en nuestros futuros parques y aceras, sino árboles, muchos árboles donde poder calmar el calor sofocante y refrescarnos bajo su sombra.

Lola Arpa Vilallonga. Peratallada (Girona)

Sensibilidad

En estos tiempos donde tantos puestos de trabajo industriales se han perdido por quiebras, deslocalizaciones (aunque algunas empresas vuelven a relocalizarse), absorciones, robotizaciones, aplicaciones de inteligencia artificial... admiro la sensibilidad de un conocido que, como ejecutivo de un grupo empresarial importante, tenía que cumplir la orden de aligerar las plantillas laborales. Sufría tanto despidiendo al personal que no podía dormir. A pesar de tener más de 55 años y conocer las dificultades de recolocación a esas edades, decidió dimitir. Ahora que tiene otro empleo, aunque peor remunerado, está en paz consigo mismo.

Fernando Serrano Echeverría. Eibar (Gipuzkoa)

Aplausos

Personal sanitario con plaza desde hace un año en un servicio de cuidados críticos del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Experiencia anterior en atención primaria y nunca formada a su llegada por el nuevo centro. La trabajadora pide un curso de soporte vital a realizar por el servicio en septiembre. Se la acepta, pero la sesión presencial es en horario de trabajo y Recursos Humanos “no está dando el día por ese motivo”, así que, una de dos: o recuperar el día o le deja la plaza a alguien que sí entre por el aro. Además, esta trabajadora todavía no ha cobrado los objetivos por haber trabajado en la primera y la segunda ola de la pandemia por el pecado capital de haberlo hecho en dos centros de salud distintos de la misma casa, el SAS. Aplausos a nuestra sanidad.

Isabel Cantos Villalobos. Coín (Málaga)

La sexta extinción ya está aquí

A lo largo de los últimos años, hemos ido notando mi esposa y yo un curioso fenómeno tras algún que otro viaje largo en coche. Cada vez menos insectos aparecen aplastados contra la luna del automóvil. Y en el último viaje, de cerca de 600 kilómetros, exactamente ninguno. Que los insectos se están extinguiendo como consecuencia de insecticidas y plaguicidas, así como del cambio climático, es un hecho innegable. Los insectos son la base de la cadena trófica. La pregunta es: ¿queremos cargarnos el planeta? Pues lo estamos consiguiendo.

Andrés Acosta González. Tres Cantos (Madrid)

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