Reducir el número de alumnos por aula
Los lectores opinan sobre la ratio de estudiantes por profesor, la importancia de la Administración local, los problemas de seguridad vial en verano y la marcha de Casemiro del Real Madrid
Leyendo un artículo en EL PAÍS sobre educación, me llamó mucho la atención el titular que decía que el Gobierno descarta reducir el número de alumnos por aula. Parece que entre grupos de nivel medio y alto no es necesario, pero sí es especialmente efectivo cuando se trata de alumnos con algún problema de aprendizaje. Es evidente que a más dificultad hay que ofrecer una atención más individual...
Leyendo un artículo en EL PAÍS sobre educación, me llamó mucho la atención el titular que decía que el Gobierno descarta reducir el número de alumnos por aula. Parece que entre grupos de nivel medio y alto no es necesario, pero sí es especialmente efectivo cuando se trata de alumnos con algún problema de aprendizaje. Es evidente que a más dificultad hay que ofrecer una atención más individualizada, pero también es muy cierto que bajar la ratio de alumnos es una demanda de la comunidad educativa para mejorar la calidad de la enseñanza. Mi experiencia en este campo me dice que poder estar con 20 alumnos en Primaria facilita mucho las cosas, mientras que con 27 alumnos, como he tenido muchos años, se complica dar unas pautas e incluso mantener una convivencia tranquila que permita una mayor interacción entre alumnos y profesor. Los sindicatos, además, piden que los estudiantes con necesidades educativas especiales (desde aquellos que desconocen la lengua a los que tienen altas capacidades) cuenten por dos a efectos de esa ratio.
Gema Abad Ballarín. Reus
El valor de lo local
Siempre tuve clara la relevancia de lo público como servicio esencial. Hoy no puedo más que reafirmarme en esa idea de Administración local que responde a la ciudadanía. Los episodios de crisis y pandemias nos han convertido en potenciales vulnerables en muchos ámbitos. Así, frente a las necesidades sociales, el esfuerzo y la implicación suplen, en muchos casos, la ausencia de recursos. Sucede en lo local, pero durante la pandemia se ha evidenciado en la sanidad o la educación. Como entidades inherentes a la redistribución de los recursos públicos, necesitamos administraciones locales resilientes y capaces de gestionar y responder a los enormes retos del siglo XXI.
Alejandro López Parejo. Getafe (Madrid)
Impunidad
En verano, muchas vías se vacían y se convierten en circuitos de carreras. Y los infractores impunes, llamados “imprudentes”, son un problema más evidente. Si le molesta o excita que le pongan las largas por ir a 140, tiene un problema. Si le molesta un semáforo en rojo, o si va siempre con prisa, tiene un problema. Si cree que las normas son abusivas, recaudatorias o solo para idiotas, tiene un problema. O si como peatón, ciclista o conductor de patinete finge desconocer la norma, tiene un problema. Y si tiene un problema en la vía, lo tenemos todos.
Alberto J. Sebastián Lombraña. Móstoles (Madrid)
Gracias, Casemiro
Vi en directo aquella camiseta. La vestía un todavía adolescente brasileño que el Real había traído para el Castilla. Recio, moreno, callado, ensimismado en su destino. Lo consiguió gracias a su trabajo y el lugar que eligió: el Real Madrid. Sin ser excelso, peleaba cada balón como si fuera el último. ¡Y vaya si lo conseguía! Era el Casi que cambió la i por la e. El Casemiro que se va a la isla lleva dentro una vida de aprendiz y maestro sin igual. Fuera, nos deja infinitas muestras de honradez, humanidad y sencillez inabarcables. El mejor stopper del fútbol mundial, como hoy le define Jorge Valdano. Se va contento porque nos deja contentos. Se va tranquilo porque la irradia. Contamos con él. Lo dijo antes de sacar el tique. Hasta siempre Casi/emiro.
José Rivas Sánchez. Almería