Empleos indispensables
La ley de Formación Profesional es un instrumento necesario para rebajar el alto paro juvenil
La ley que por primera vez regula a escala nacional la Formación Profesional —ahora en tramitación parlamentaria— puede no tener el brillo mediático de otras pero su alcance es estratégico. El dramático problema del desempleo juvenil en España (que duplica la media europea con el 36% de paro entre los jóvenes de 15 a 24 años) no depende d...
La ley que por primera vez regula a escala nacional la Formación Profesional —ahora en tramitación parlamentaria— puede no tener el brillo mediático de otras pero su alcance es estratégico. El dramático problema del desempleo juvenil en España (que duplica la media europea con el 36% de paro entre los jóvenes de 15 a 24 años) no depende de una solución única, pero sí puede abordarse con distintos instrumentos. Entre las propuestas de la ley está facilitar el contacto con la Universidad, encontrar vías de integración más rápida en el mercado laboral y crear las condiciones para que el aprendizaje del oficio se desarrolle en colaboración con las mismas empresas que hoy lamentan una mano de obra con formación insuficiente.
El incremento de un 18% de estudiantes de FP en los últimos siete años ha sido relevante, pese a seguir por debajo de las tasas de matriculación media entre los jóvenes de la OCDE, con un 29%. Pero lo que ha vivido una evolución que puede comprometer las buenas intenciones de la nueva ley es la contratación de profesorado a tiempo completo para cubrir esa nueva demanda. Demasiadas veces los concursos dejan un alto porcentaje de vacantes sin cubrir y, según un informe elaborado por el Observatorio de la Formación Profesional en España, la distancia entre el aumento de estudiantes y la contratación de profesorado a tiempo completo (el 80% en centros públicos) crece hasta los 10 puntos, con un porcentaje de plazas desiertas. Dotar a la FP de profesorado cualificado y estable requiere un esfuerzo económico que permita bajar la tasa de abandono en la FP del actual 40%, reducir la ratio de alumno por aula en 10 estudiantes (para dejarla en 20-25) y lograr que el 75% de clases prácticas del currículo lo sean en condiciones que permitan una atención efectiva a los estudiantes. Pero también debe mejorar la tarea de orientación en los institutos para reducir el abandono escolar temprano (cinco puntos por encima de la media europea) y corregir el marcado sesgo de género: ellas son el 44% de los estudiantes pero apenas el 12% cursa ciclos de ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas porque prefieren los socioculturales y comunitarios, sanitarios o de imagen personal. En todo caso, el mercado laboral existe porque en estos últimos años la oferta de empleo para titulados de FP ha alcanzado el 41,3% del total.