Una sociedad desorientada

Los lectores escriben sobre la marginación social, las entrevistas de trabajo, los planes de pensiones y las vacunas

Protesta contra el consumismo en una tienda de Apple en Sidney. A un lado la cola del iPhone, al otro, los que pasan hambre.WILLIAM WEST (AFP)

“Algo huele a podrido en Dinamarca”. Esta conocida cita de William Shakespeare sigue siendo el señalador de la página de la historia en la que se encuentran enfangados muchos gobiernos. En los países democráticos también hay suburbios donde la ciudad pierde su lozanía y enseña el envés de la moneda, con calles sin voces, llenas de literatura, dolor y miseria, donde la retórica de la política no libra a sus habitantes de la desesperanza. Almas madrugadoras que temen el amanecer, carentes de ...

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“Algo huele a podrido en Dinamarca”. Esta conocida cita de William Shakespeare sigue siendo el señalador de la página de la historia en la que se encuentran enfangados muchos gobiernos. En los países democráticos también hay suburbios donde la ciudad pierde su lozanía y enseña el envés de la moneda, con calles sin voces, llenas de literatura, dolor y miseria, donde la retórica de la política no libra a sus habitantes de la desesperanza. Almas madrugadoras que temen el amanecer, carentes de lirismo patrio y de fe en las instituciones. En muchos barrios la pobreza se hace multicolor, mientras los fogonazos publicitarios del consumismo penetran en la sociedad, distorsionando el sentido de la felicidad. Se extiende un nuevo paganismo tecnológico de poca categoría. Al caer el día, se encenderán las luces de la Navidad alegrando las calles y nos cuestionaremos si tanto anuncio de amor, a veces carente de caridad y justicia, no es amor perdido en una sociedad desorientada.

Rafael Blasco García. Pamplona

Respuestas humanas

No sé si quienes ocupan puestos en Recursos Humanos o hacen entrevistas de trabajo saben el poder que tienen. Pues yo, como persona que está al otro lado, se lo voy a decir. Tienen el poder de la expectativa, de la esperanza, del sosiego. Ahí es nada. ¿Es pedir demasiado una respuesta del tipo “Lo siento, mucha suerte”? No, te llega un mensaje de correo automatizado, o ni te contestan. Y eso no es muy humano. Por eso propongo que a ese departamento se le llame de otra manera. Contratación, por ejemplo, que es algo frío, como sus respuestas.

María Rodríguez Moreno. Valencia

La letra pequeña del plan de pensiones

Soy un pensionista que paga un 17,19% de IRPF por su pensión. Sin embargo, por el importe que rescato de mi plan de pensiones, que es de 2.400 euros al año (200 euros al mes), he de pagar a la Agencia Tributaria un 30%, es decir, 720 euros anuales. Considero que pagar impuestos es una obligación de todos los ciudadanos, pero sería más justo que pagase lo mismo que lo que cotizo por mi pensión. En nuestro país ha habido españoles que han aflorado millones de euros pagando un módico 3% y, sin embargo, yo tengo que pagar un 30% por el ahorro de toda una vida laboral sin que las gestoras de pensiones nos hayan garantizado un buen rendimiento de todo el capital cautivo que han estado gestionando hasta nuestra jubilación. En su día compré el mensaje de complementar mi pensión futura con un plan de pensiones, pero si alguien me hubiese avisado de que luego tendría que cotizar tanto, es posible que hubiese buscado mejores alternativas para canalizar el ahorro.

José Sánchez Hernández. Madrid

Limbo vacunal

Soy una ciudadana en el tramo de edad entre 60 y 65 años. Pasé la covid y a los seis meses me vacunaron con una dosis de AstraZeneca. Observo que la información respecto al plan de vacunación obvia esta casuística. Se insiste y se alienta a la población a vacunarse pero ¿qué pasa con los que estamos en estas circunstancias? No sabemos qué grado de inmunización nos protege con una dosis. Estamos en un limbo.

Pilar Del Valle Monter. Zaragoza


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