Volver al campo

Dicen que el nuevo modelo de vacaciones es el de volver al campo. A casa de los abuelos. De los padres. De algún familiar o incluso alquilando algún cobertizo en el que cobijarse para pasar un tiempo, matizan, de desconexión. Lo cual está bien. Muy bien. Sin embargo, parece como si de pronto el campo acabara de ser descubierto. Como si los pocos que vivimos en él no hubiéramos existido hasta este momento. Momento en el que una pandemia ha empujado a los clásicos urbanos hacia un espacio que entienden ...

Dicen que el nuevo modelo de vacaciones es el de volver al campo. A casa de los abuelos. De los padres. De algún familiar o incluso alquilando algún cobertizo en el que cobijarse para pasar un tiempo, matizan, de desconexión. Lo cual está bien. Muy bien. Sin embargo, parece como si de pronto el campo acabara de ser descubierto. Como si los pocos que vivimos en él no hubiéramos existido hasta este momento. Momento en el que una pandemia ha empujado a los clásicos urbanos hacia un espacio que entienden como no contaminado y parece que ahora quieren conquistar cuando hasta no hace nada el campo para ellos era un vacío total. Que no ofrecía nada. En fin. Bienvenidos todos. Ahora bien, tened presente que en estos lugares también habitan y viven personas cuyas necesidades también se tienen que satisfacer.

Manuel I. Nanín. O Carballiño (Ourense)

Un poco de tolerancia

Se producen agresiones, físicas o verbales, por la orientación sexual de una persona, por su raza, por su ideología política, etc. Hablamos de nuestros derechos, de nuestras libertades fundamentales, pero ¿reconocemos esos mismos derechos a las personas que no piensan, que no son como nosotros? La tolerancia es aceptar a los demás como son, y aunque no opinemos igual, reconocer su derecho a vivir su vida, pensar y sentir como quieran, con el único límite de la ley y los derechos de las demás personas.

Eloy Francisco Martín García. Adra (Almería)

La ansiedad no es debilidad

En nombre de la Asociación de Ayuda Mutua AMTAES, me gustaría transmitir este comentario: “Estaba viendo los Juegos Olímpicos cuando la gimnasta Simone Biles se ha retirado de la competición. Una comentarista ha dicho que podía deberse a un problema mental en lugar de físico. La gimnasta manifestó sentir el peso del mundo sobre sus hombros. La comentarista ha dicho que Simone probablemente tendría ansiedad y que tenía todo el derecho a tener esa debilidad. ¿Desde cuándo hacer un esfuerzo extraordinario y sobrehumano es tener una debilidad? Los logros de los que tenemos ansiedad son proezas porque solo unos pocos resisten lo que nosotros.

Enrique Vargas. Córdoba

Reflexiones sobre la Fiesta Nacional

Tarde de sábado. Me deleito con la programación dedicada a los Juegos Olímpicos de Tokio. Atletismo, natación, gimnasia artística... En una de las pausas, cambió de canal y me topo con la retransmisión de un concurso regional de novilleros. He de reconocer que, después de disfrutar de los Juegos, ver al novillero y su cuadrilla acorralando al novillo me resultó impactante. En primer lugar, me detuve en forma estética, para luego pensar y reflexionar sobre los orígenes. Sin ser antitaurino, deberíamos plantearnos seriamente lo de presentar las corridas de toros como nuestra Fiesta Nacional. A este espectáculo le falta honestidad. Una honestidad que emana a raudales en esa otra actividad donde el individuo —ya sea en solitario o en grupo— lucha contra sí mismo, para superarse, para crecer, para competir desde la verdadera pureza.

Francisco García Castro. Estepona (Málaga)

Los textos de esta sección tienen que enviarse exclusivamente a EL PAÍS y no deben tener más de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dará información sobre estas colaboraciones. La dirección para escribir en esta sección es CartasDirector@elpais.es