Infórmate, comparte, actúa

Hay demasiadas cosas por las que tenemos que luchar, demasiadas. A veces cuesta acordarse de todas. A veces entramos en un bucle de normalidad en el que nos olvidamos de lo que de verdad importa. Estamos tan sobreinformados que perdemos consciencia de lo que es la información. Normalizamos las noticias, las protestas, la inconsciencia, la guerra, la intolerancia y tantas otras cosas que no son normales. Llevamos muchos años actuando como un rebaño de ovejas, tantos que ya no sabemos ni a qué pastor seguimos, tampoco nos acordamos del porqué. Infórmate. Comparte. Actúa. Porque nadie más va a lu...

Hay demasiadas cosas por las que tenemos que luchar, demasiadas. A veces cuesta acordarse de todas. A veces entramos en un bucle de normalidad en el que nos olvidamos de lo que de verdad importa. Estamos tan sobreinformados que perdemos consciencia de lo que es la información. Normalizamos las noticias, las protestas, la inconsciencia, la guerra, la intolerancia y tantas otras cosas que no son normales. Llevamos muchos años actuando como un rebaño de ovejas, tantos que ya no sabemos ni a qué pastor seguimos, tampoco nos acordamos del porqué. Infórmate. Comparte. Actúa. Porque nadie más va a luchar por ti. Porque todos esos planes que tienes en tu cabeza, tan bien montados, y que te harán tan feliz no se llegarán a cumplir si seguimos viviendo en guerra contra nosotros mismos. No habrá planes si no hay futuro. Si no hay personas.

Laura Leonelli García. Sant Cugat del Vallés (Barcelona)

Como bandoleros: la bolsa o la vida

La imaginería popular nos dice que las cuadrillas de bandoleros empleaban el famoso “la bolsa o la vida” para amedrentar a sus víctimas. La fuerza de la expresión radica en que establece de manera inmediata una dicotomía simple y que deja pocas dudas sobre qué opción escoger… O no. Porque en la España actual existen ciertos dirigentes autonómicos y nacionales, determinados sectores económicos y alguna que otra farmacéutica justita de escrúpulos que parecen inclinarse por la bolsa. Entiendo que es lógico tratar de mantener un equilibrio —que la pandemia complica en extremo, ciertamente— entre salud y flotabilidad económica, pero nadie debería perder de vista que, llegado el momento de elegir entre dos opciones malas, la prioridad debe ser siempre la vida; la propia y la de los demás. Habría que preguntarse qué elegirían quienes ahora optan por la bolsa si tuvieran la navaja de Luis Candelas apoyada en el pecho.

David Barbas García. Pamplona

Acabemos con el odio

Mentir, a sabiendas de que se miente, para generar división social y odio hacia personas, normalmente en debilidad, debería estar considerado como un delito de odio. Delito con agravante cuando es cometido por personas que ostentan algún cargo público. Tolerar impunemente el verter odio gratuito sobre la sociedad es contribuir a que esta se envilezca y la convivencia se haga imposible. Es responsabilidad y tarea de todos, y con la ley en la mano, cerrar el paso a quienes representan lo peor de la sociedad.

Teo García. Logroño

El rey del bosque

El lobo ibérico es el rey del bosque, como el león es el rey de la selva. Y lo mismo que la del león, la supervivencia del lobo ibérico, vértice de nuestra cadena alimentaria, se encuentra amenazada desde hace tiempo. Se calcula que solo quedan unos 2.500 en todo el territorio. Si queremos que el lobo permanezca en la naturaleza y no en el recuerdo de las especies perdidas, hay que ser especialmente cautelosos con su protección. Por eso debemos felicitarnos por el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las comunidades autónomas para prohibir su caza en toda España, algo que la ciencia y el sentido común recomendaban.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

Mario Draghi ha aceptado el reto

Está claro que no es el mejor sistema para una sociedad, los técnicos solo deberían implementar las directrices de los políticos elegidos democráticamente; pero qué ocurre cuando los partidos son incapaces de ponerse de acuerdo en asuntos de Estado, sobre todo en momentos difíciles. En la pandemia hemos venido siguiendo los pasos de Italia, y en política, pasados los tiempos del bipartidismo, parece que vamos por la misma senda. Allí hay una persona con una sólida formación, prestigio y aplomo demostrados: Mario Draghi ha aceptado el reto y va a necesitar apoyos y mucha suerte.

Rafael Solaz Peñarrocha. Llíria (Valencia)