Cifras erróneas

Las Administraciones han fracasado en la gestión de los datos de la pandemia

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.EUROPA PRESS/E. Parra. POOL - Eu (Europa Press)

El balance sobre la gestión de los datos durante la pandemia no puede ser más negativo. Como ha revelado este periódico, la cifra de muertos no son los 28.400 reconocidos por el Ministerio de Sanidad, sino 44.800, un 57% más, lo que cuestiona la utilidad de esos registros oficiales. Ha habido serios problemas de coordinación entre las comunidades autónomas, una incomprensible opacidad del Gobierno central y unos bandazos de las cifras que reflejan unos cambios de criterio en el recuento que no se han explicado con claridad. Las Administraciones han tratado los datos como si fueran su patrimoni...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El balance sobre la gestión de los datos durante la pandemia no puede ser más negativo. Como ha revelado este periódico, la cifra de muertos no son los 28.400 reconocidos por el Ministerio de Sanidad, sino 44.800, un 57% más, lo que cuestiona la utilidad de esos registros oficiales. Ha habido serios problemas de coordinación entre las comunidades autónomas, una incomprensible opacidad del Gobierno central y unos bandazos de las cifras que reflejan unos cambios de criterio en el recuento que no se han explicado con claridad. Las Administraciones han tratado los datos como si fueran su patrimonio, cuando los verdaderos titulares de esa información son los ciudadanos, que son quienes ceden sus muestras biológicas, quienes financian con sus impuestos a los institutos sanitarios oficiales y quienes, al final, se juegan su salud y su vida confiando en las autoridades que toman las decisiones por ellos.

La casuística resulta deprimente. El Ministerio de Sanidad recuenta 16.400 fallecidos menos que la suma de las 17 comunidades, que son las que le aportan los datos: un absurdo matemático. Hecha esa corrección, resulta que España es el segundo país europeo con más muertes, solo por detrás del Reino Unido. Una Administración local puede contabilizar solo las víctimas comprobadas por PCR, y otra incluir los casos sospechosos, después de todo lo cual el ministerio aplica unos criterios que alguna vez fueron de la OMS y hace meses que no lo son. En Madrid, Cataluña y las dos Castillas, el sistema sanitario estuvo a punto de colapsar, cosa que no ocurrió en el resto del país, lo que afecta a las estadísticas porque se desatendieron las residencias de ancianos, en las que muchos murieron sin la atención médica debida. Las altas cifras de exceso de mortalidad que ofrecían el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística (INE) deberían haber llevado al Gobierno a cuestionarse sus propios procedimientos. El INE utiliza un sistema de análisis avanzado (Inforeg) que el ministerio, al considerar fallecidos solo a los que pasaron una prueba de laboratorio, no siguió.

Ha habido días en los que el Gobierno ha anunciado cero muertes mientras las comunidades notificaban docenas. Seguramente es posible hacerlo peor, pero no resulta fácil ver cómo. La investigación de este periódico revela dos conclusiones esenciales. La primera es que España necesita un sistema de coordinación de los datos autonómicos. Interpretar esto como una conspiración centralista para despojar de competencias a las comunidades es un error. Una pandemia es un fenómeno global, y las fronteras nacionales reales o imaginarias no son más que un estorbo para gestionarla con inteligencia. Lo mejor sería que esa coordinación emanara de la Unión Europea y lo ideal, que proviniera de una autoridad mundial como la OMS. Mientras llega esa utopía haríamos bien en armonizar al menos nuestros territorios estatales.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La segunda conclusión es que es importante revertir la irrefrenable tendencia de las Administraciones a considerar que los datos de los ciudadanos son una mercancía política con la que pueden intrigar, enredar y manipular a la gente. En esa línea, las frívolas acusaciones de la oposición al Gobierno de querer ocultar las cifras han resultado ridículas, cuando organismos públicos de tres ministerios —Justicia, Economía y Ciencia— han ofrecido una realidad estadística de 44.000 muertos. Ante las segundas olas, corrijamos los errores.


Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Buscador: La nueva normalidad por municipios

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Guía de actuación ante la enfermedad

Archivado En