Un nuevo debate en torno a Álvaro Uribe
Una encuesta reciente deja al expresidente colombiano con una imagen desfavorable del 62%, números rojos que tienen pocos precedentes en la historia
Los últimos 20 años en Colombia han estado marcados, en términos políticos, por la figura de Álvaro Uribe, quien despierta amores y odios. Para unos es una especie de salvador que llegó al poder en el momento en que la entonces guerrilla de las FARC venía de una ofensiva militar y tenía al país en jaque. Para otros, es uno de los personajes que más explicaciones le debe a la justicia por la cercanía de su círculo con grupos paramilitares, las violaciones graves a los derechos humanos de sus Gobiernos y esa política del “todo vale” que deja bastantes dudas sobre sus actuaciones.
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Los últimos 20 años en Colombia han estado marcados, en términos políticos, por la figura de Álvaro Uribe, quien despierta amores y odios. Para unos es una especie de salvador que llegó al poder en el momento en que la entonces guerrilla de las FARC venía de una ofensiva militar y tenía al país en jaque. Para otros, es uno de los personajes que más explicaciones le debe a la justicia por la cercanía de su círculo con grupos paramilitares, las violaciones graves a los derechos humanos de sus Gobiernos y esa política del “todo vale” que deja bastantes dudas sobre sus actuaciones.
La última semana se vivieron los últimos dos capítulos de esta historia. Por un lado, salió una encuesta que deja al expresidente con una imagen desfavorable del 62% y una favorable del 32%, una de las pocas veces en la historia en donde tiene números en rojo. De hecho, ante el incremento de la impopularidad del Gobierno de Iván Duque es posible que, por primera vez en dos décadas, Uribe llegue a unas elecciones con esa percepción. Las próximas elecciones nacionales serán en 2022. El segundo hecho se presentó a mitad de semana: el exfiscal Eduardo Montealegre, en una entrevista en Revista Semana, aseguró que interpondrá denuncia penal contra el expresidente, pues cuando fue gobernador de Antioquia, dice Montealegre, el señor Uribe habría sido informado de dos incursiones paramilitares conocidas como la masacre del Aro y La Granja y no habría hecho nada.
Inmediatamente, sus defensores y el propio senador y expresidente Uribe acudieron a la misma estrategia de siempre: victimizarse y utilizar eufemismos para contrarrestar lo dicho por Montealegre. El propio expresidente calificó a Montealegre como “Idiota útil del neocomunismo”. No debe olvidarse que desde hace un par de semanas el uribismo, ante la crisis de gobernabilidad, optó por una salida populista, y ahora ante cualquier crítica a su Gobierno dice que “hay una agitación pre-chavista en Colombia”, habla de agentes del neochavismo y neocomunismo, y claro, el viejo castrochavismo: lo siguen repitiendo como loros.
Unas horas después del pronunciamiento del exfiscal se conoció una noticia. Se trata de que uno de los asesores del proceso de paz entre el Estado Colombia y la entonces guerrilla de las FARC había sufrido interceptaciones ilegales desde la Fiscalía General de la Nación en el año 2013, cuando Montealegre era Fiscal. En el ambiente quedaba la sensación de que el culpable era el exfiscal.
Sin embargo, el afectado, Álvaro Leyva Durán, manifestó a través de Twitter que le quedaba claro que Montealegre no había sido el responsable. No debe olvidarse que para la fecha los rumores de que la mesa de negociación estaba “chuzada” o con interceptaciones ilegales era una versión extendida, nadie sabía para dónde iba la información. Igualmente, poco antes de las elecciones de 2014 fue capturado Andrés Sepúlveda, conocido como El Hacker, por interceptaciones ilegales y saboteos al proceso de paz. La campaña del entonces uribista Óscar Iván Zuluaga entró en crisis y fue objeto de críticas. Años después, Sepúlveda fue condenado y la versión uribista según la cual el hacker había sido un infiltrado y todo había sido producto de un montaje quedó desechada, al menos en términos judiciales. En un comunicado del ente acusador se lee que “la Fiscalía General de la Nación mediante sentencia proferida por el Juzgado 22 Penal del Circuito Especializado logró la condena a 10 años de prisión en contra del desarrollador ilegal de software Andrés Fernando Sepúlveda Ardila, por espionaje en contra de los integrantes negociadores de la paz en La Habana, Cuba”.
Son muchas las dudas sobre Álvaro Uribe, por ejemplo, en sus gobiernos entre 2002-2006 y 2006-2010, el entonces primer mandatario gobernó con decenas de congresistas que se habían hecho elegir con el apoyo de paramilitares, escándalo conocido como la parapolítica. Además, en una sentencia contra la exdirectora del DAS por interceptaciones ilegales se menciona que la Presidencia de la República de ese momento era la que recibía la información y claro, durante los dos Gobiernos de Uribe centenares de civiles colombianos habrían sido asesinados a manos de militares y hechos pasar como guerrilleros, en la famoso escándalos de los falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales. Queda mucho por responder.