Un mapa de los incels mexicanos
En algunos estados el número de hombres jóvenes que nunca ha tenido una pareja sexual se ha triplicado


Hace unas semanas un estudiante de 16 años que se identifica a sí mismo como “célibe involuntario” —incel por sus siglas en inglés— asesinó a uno de sus compañeros en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) del sur de la Ciudad de México.
El evento ha puesto al descubierto que docenas de miles de hombres jóvenes mexicanos participan en foros donde comparten sus frustraciones amorosas que atribuyen a un supuesto darwinismo social que, según piensan, les evita conseguir pareja por no ser suficientemente atractivos o adinerados.
El fenómeno incel se ha detonado a la par en que, al menos en Estados Unidos, empíricamente se ha observado que las generaciones más jóvenes tienen menos actividad sexual de la que tenían generaciones anteriores. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar, la virginidad entre hombres jóvenes ha aumentado de ser 4 por ciento en 2013 a ser 10 por ciento en 2023.
La pregunta es si en México estamos observando un fenómeno similar. Es decir, si el surgimiento de la cultura incel está sucediendo a la par de un incremento en la virginidad.
Lo analicé con datos. Para ello utilicé información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que recolecta datos de la vida sexual de los mexicanos. Los resultados son fascinantes.
En la última década, la vida sexual de los hombres jóvenes —que a lo largo de este texto identifico como de 20 a 39 años— se ha empobrecido. El porcentaje de ellos que nunca ha tenido una pareja sexual ha aumentado, en algunos rangos de edad de manera alarmante. Entre los hombres de 25 a 29 años, el porcentaje que nunca había tenido una pareja sexual se triplicó en una década.

Esto significa que México ha visto surgir una cantidad notable de hombres jóvenes sin pareja. En general, el porcentaje de hombres jóvenes que nunca han tenido una pareja sexual pasó de 4.7 por ciento en 2012 a 6.8 por ciento en 2023. Parece un cambio menor, pero no lo es. Actualmente, poco más de un millón de jóvenes mexicanos nunca han tenido pareja; esto es 470 mil personas más que hace una década.
Algo interesante es que, a diferencia de la narrativa incel –según la cual los hombres con menos recursos económicos tienen menor probabilidad de encontrar una pareja sexual–, los datos muestran que en México la mayoría de los hombres que nunca han tenido pareja tienen educación profesional. Es decir, no se encuentran entre los eslabones más vulnerables de la población.

Sin embargo, a pesar de contar con buen nivel educativo, los hombres jóvenes que nunca han tenido pareja suelen tener ingresos precarios, carecer de trabajo o trabajar en la informalidad. Por ejemplo, entre los hombres de nivel socioeconómico muy bajo, el 10 por ciento nunca ha tenido pareja sexual, comparado con el 6 por ciento entre los de nivel socioeconómico alto. Entre los hombres desempleados, el 21 por ciento nunca ha tenido una pareja sexual, y entre los que no tienen acceso a servicios de salud, el 9 por ciento no la ha tenido.
Esto va pintando un perfil claro para el tipo de hombres que son más susceptibles a caer presa de los foros incel: hombres jóvenes, que pasaron sus últimos años de adolescencia en la pandemia, que viven mayormente en zonas urbanas y que, a pesar de tener un nivel educativo relativamente mayor, tienen dificultad para encontrar un empleo bien pagado. En cierta forma, los incels son resultado del fallido modelo económico mexicano.
Hay algo más que llama poderosamente la atención: en la última década ha habido cambios sustantivos en cuanto a las costumbres sexuales de los hombres jóvenes en zonas rurales y urbanas. En 2012, la proporción que nunca había tenido pareja era mayor en las zonas rurales. Ahora es mayor en las zonas urbanas. En las comunidades indígenas, la falta de pareja es prácticamente inexistente. Solo el 2 por ciento de los hombres indígenas jóvenes nunca han tenido una pareja sexual.
La falta de pareja sexual para los hombres jóvenes no se distribuye de manera homogénea por el país; afecta más al Edomex y los estados del Pacífico Sur. En el Edomex y Quintana Roo, el porcentaje de hombres jóvenes sin pareja se ha triplicado en la última década. En la zona Centro, Frontera y Pacífico Sur se ha duplicado.
FOTO 3: Porcentaje de hombres de 20 a 39 años que nunca han tenido una pareja sexual, por estado de residencia

En algunas regiones, la vida sexual de los hombres jóvenes es más activa de lo que lo era hace una década. En esa situación se encuentran la zona Pacífico Norte, Pacífico Centro y Península.
En general, los datos parecen mostrar que, para evitar más catástrofes como la observada en el CCH, los gobiernos de algunos estados deben considerar implementar políticas específicas de atención psicológica para jóvenes de zonas urbanas, con alto nivel educativo, pero bajo nivel socioeconómico y con dificultades para encontrar trabajo.
El objetivo es muy claro y una buena política adecuada de prevención puede tener grandes beneficios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
