Para los más jóvenes esta es la inflación más alta de sus vidas
No solo la inflación ha dejado de ser considerada como transitoria, sino que se habla de una situación económica global más complicada de la que se vislumbraba a inicio de año
Para una generación, vivir una inflación como la observada en febrero de 7.28% no es gran cosa. Durante los 80 se alcanzaron inflaciones promedio al año de casi 70%. Hubo meses incluso en los que los precios subían 10% en esos 30 días. El poder adquisitivo de los mexicanos se deterioraba literalmente día tras día. Pero todo es relativo. Hay otra generación, ...
Para una generación, vivir una inflación como la observada en febrero de 7.28% no es gran cosa. Durante los 80 se alcanzaron inflaciones promedio al año de casi 70%. Hubo meses incluso en los que los precios subían 10% en esos 30 días. El poder adquisitivo de los mexicanos se deterioraba literalmente día tras día. Pero todo es relativo. Hay otra generación, la de jóvenes menores de 21 años, que suman aproximadamente 47 millones de personas en México, que están viviendo la inflación más alta en sus vidas.
Estados Unidos, por su parte, vive un fenómeno similar. La inflación en febrero fue 7.9%, la más alta en 40 años. Para más o menos 166 millones de personas, el comportamiento reciente de los precios es un fenómeno nuevo en sus vidas. Y es uno que no le gusta a nadie porque rara vez los incrementos salariales compensan la pérdida de poder adquisitivo resultado de la inflación.
El periodo inflacionario empezó el año pasado y se asumía en ese momento que era resultado de choques en la oferta --disrupciones en las cadenas de suministro, escasez de semiconductores, de contenedores-- y de impactos en la demanda por la recuperación acelerada de Estados Unidos y China. Todavía en septiembre del año pasado algunos funcionarios hablaban de la inflación como un fenómeno transitorio que se ajustaría en cuanto se corrigieran los desequilibrios ocasionados por la pandemia.
El Banco de México comenzó a apretar la política monetaria subiendo las tasas de interés de referencia en junio de 2021. Desde entonces, se han dado seis aumentos llevando la tasa de 4% en junio de 2021 a 6% hasta la fecha. La mediana de las expectativas de la encuesta de especialistas del sector privado de Banxico más reciente considera que la tasa será 7.25% al final del año. Seguramente habrá más ajustes porque estas encuestas fueron levantadas antes de que se concretara la invasión rusa a Ucrania que está cambiando radicalmente los precios de los energéticos y de diferentes materias primas.
La Reserva Federal ayer decidió incrementar la tasa de fondos federales en 25 puntos base, pasando de un rango de 0% a 0.25%, a uno de entre 0.25% y 0.5%. Increíble pensar que hace solo unos meses se hablaba de que la Fed subiría tasas hasta 2023.
No solo la inflación ha dejado de ser considerada como transitoria ya, sino que se habla de una situación económica global más complicada de la que se vislumbraba a inicio de año. La Reserva Federal dejó ver que continuarían los incrementos de tasas en todas las reuniones que restan en el año. Al mismo tiempo, anunció que empezarán pronto a hacer ajustes en su balance reduciendo las tenencias de bonos del tesoro y demás instrumentos financieros.
También redujo sus expectativas de crecimiento para la economía estadounidense, pasando de 4% que estimaba en diciembre a 2.8% mientras aumentaron su escenario de inflación a 4.3% del 2.6% anterior.
El inicio de año se veía más lento que 2021 por la disrupción en las cadenas productivas, pero la guerra entre Rusia y Ucrania ha complicado el panorama. Estados Unidos crecerá menos, pero crecerá y estará cada vez más interesado en reacomodar procesos productivos más cerca de casa. El sector externo será, otro año más, el motor de la economía mexicana. Sin embargo, podría ser un motor todavía más potente.
Aunque el panorama se vea oscuro y las aguas muy revueltas, hay oportunidades para la economía mexicana relacionadas con el comercio exterior y los procesos de manufactura. Habrá sectores listos para aprovechar la oportunidad. Los estados que han invertido en infraestructura y en capital humano estarán mejor preparados para tomarla. La brecha regional se hará más profunda.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país