Sin partido político y sin registro, un mexicano logra ser presidente de un municipio en Sonora

Sin bailes en TikTok, sin eventos de campaña multitudinarios, carteles o pendones colgados de los postes. Edgar Aarón Palomino Ayón, de 34 años, solo requirió una impresora y unas 200 hojas blancas en las que puso su nombre completo, las recortó en varios fragmentos y los fue repartiendo casa por casa en el municipio de Cucurpe (Sonora). Así fue como logró ganar la presidencia el pasado 6 de junio, en las elecciones.

Sin contar con un registro oficial como candidato ante los organizadores electorales, consiguió el voto de 322 personas al pedir que usaran el recuadro blanco que la boleta proporciona para ciudadanos que no lograron un registro ante la autoridad electoral. “La gente sabe quién soy de toda la vida, me conocen y me apoyaron”, dice en entrevista el alcalde electo de Cucurpe, que ha recibido su constancia de mayoría por parte del Instituto Electoral de Sonora. Su campaña fue cansada, según refiere el presidente electo, ya que las temperaturas bajo el rayo del sol superan los 35 grados centígrados en mayo y junio y casi todo lo hizo a pie.

En Cucurpe hay 863 habitantes, según el último censo del Inegi, y Palomino convenció a más de un tercio de ellos para que escribieran su nombre en vez de tachar el logotipo de un partido político. Su rival más cercano, Manuel Francisco Villa, del Partido Acción Nacional (PAN), obtuvo 288 votos, seguido por 24 sufragios de la candidata de Morena, nueve del PRI y tres del Partido del Trabajo (PT).

Todos esos partidos le cerraron las puertas cuando quiso ser alcalde. El primero de ellos fue el PAN, donde militó por varios años y fue abanderado para ser regidor y contralor de su municipio entre 2009 y hasta abril de 2021. En Morena le dijeron que sí, pero no apareció en las listas definitivas, lo mismo que con el PT, donde no le devolvieron la llamada y con Encuentro Solidario (que ha perdido su registro tras esta elección) le negaron la posibilidad de ser candidato.

Hace apenas una semana, Edgar Palomino recibió la constancia de mayoría que lo acredita como alcalde electo de su pueblo natal. Pero tiene que recibir el aval del Tribunal Estatal Electoral de Sonora para poder tomar posesión en septiembre como presidente municipal de Cucurpe.

A dos semanas de la elección, sin ningún cobijo para su candidatura, una plática cambió el rumbo de su carrera. “Una tarde, platicando con mi suegro, me dijo que podríamos hacer uso del recuadro en blanco de la boleta, investigué y empecé a acercarme a los habitantes para que escribieran mi nombre”, refiere Palomino Ayón.

Dora Luz Montijo, vecina de toda la vida del nuevo alcalde electo de Cucurpe, no dudó un segundo en dar su voto por él. “Lo conocemos todos y sabemos que busca lo mejor para nosotros en el municipio”, cuenta la sonorense de 40 años, al teléfono. Ni ella, ni sus vecinos requirieron de verlo haciendo videos en redes sociales, un recurso que Palomino no usó en ningún momento.

Una victoria legítima, pero cuestionada

Su triunfo por 32 votos fue reconocida, pero cuestionada por sus rivales. El propio presidente estatal del Partido Acción Nacional, Ernesto Munro Palacio, señala que es una manifestación democrática del pueblo de Cucurpe, pero que debe ser valorada por las instituciones del Estado. “Creemos que debe de ser así por voluntad del pueblo, pero también estamos a favor de la ley y lo que establece la Constitución”, cuenta el dirigente.

Uno de los recursos de Acción Nacional para apelar la victoria de Palomino son los tiempos en que llevó su campaña. Según el artículo 132 de la Constitución Política de Sonora, para contender en una elección se debe estar separado de un cargo público por lo menos 90 días antes de la elección. Palomino fue contralor municipal de Cucurpe hasta mediados de abril de este año, lo que lo coloca en una posición ilegal de acuerdo a los procedimientos estatales. “Todos los candidatos cumplieron en tiempo y forma estos requisitos, menos él”, dice Munro.

Para el candidato electo, se trata de una maniobra esperada por parte de sus rivales, quienes antes fueron sus amigos. “Estaban muy inconformes porque después de 15 años gobernando pierden la elección de esta manera”, dice. “El pueblo ya no quiso votar por ellos, pero no se puede atentar contra su voluntad”, comenta.

Para el joven candidato, no hace falta más que su experiencia y voluntad para que el pueblo minero de Cucurpe vuelva a tener empleo y oportunidades de crecimiento después de una pandemia que golpeó a la comunidad. “Transparencia y cercanía, no necesitamos partidos”, dice Palomino, quien cree que el Tribunal del Estado le favorecerá con el fallo en las próximas semanas.

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