Recolectar firmas contra reloj para la revocación de mandato de López Obrador
Decenas de voluntarios se movilizan para entregar las 2,7 millones de firmas esta semana requeridas para la consulta que decidirá si el presidente continúa o no en el cargo hasta 2024
Detrás de un módulo de recolección de firmas donde resalta la fotografía del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y debajo de un letrero que dice: “Las y los mexicanos queremos #QueSigaAMLO”, Saraí cuenta los apoyos que le faltan para cumplir con su meta diaria. “Tenemos que entregar 30 [firmas, por voluntario]”, dice la integrante de la asociación civil Que siga la democracia, una de las organizaciones a cargo de recolectar los 2,7 millones de apoyos requeridos por la ley para avalar la consulta popular sobre la revocación del mandato del presidente, la primera en la historia de...
Detrás de un módulo de recolección de firmas donde resalta la fotografía del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y debajo de un letrero que dice: “Las y los mexicanos queremos #QueSigaAMLO”, Saraí cuenta los apoyos que le faltan para cumplir con su meta diaria. “Tenemos que entregar 30 [firmas, por voluntario]”, dice la integrante de la asociación civil Que siga la democracia, una de las organizaciones a cargo de recolectar los 2,7 millones de apoyos requeridos por la ley para avalar la consulta popular sobre la revocación del mandato del presidente, la primera en la historia de México, que preguntará a los mexicanos si quieren que continúe su Gobierno hasta el 2024.
Aunque el INE ha aplazado la consulta, que estaba prevista para el 10 de abril de 2022, en medio de una nueva pugna política por el presupuesto asignado para el próximo año, los seguidores del presidente apuran el paso para conseguir las firmas para que la votación sea una realidad. Aún no hay nueva fecha definida, pero para que se lleve a cabo este ejercicio, primero tiene que ser validado por al menos el 3% del padrón electoral en al menos 17 Estados del país, según dictamina la ley general de revocación de mandato, aprobada en septiembre pasado.
Armados con propaganda y su poder de convencimiento, desde el 1 de noviembre los seguidores del presidente solicitan las firmas alrededor del país. En la capital, se instalan en sitios con gran afluencia peatonal, como estaciones del Metro, plazas públicas, escuelas y hasta puntos de vacunación. En la Calzada del Hueso, frente a la Preparatoria 5, uno de los centros de vacunación contra la covid-19 en la delegación Tlalpan, un seguidor del presidente invitaba hace una semana a los peatones a firmar para respaldar la consulta. “Por primera vez en la historia se nos va a preguntar si queremos que continúe un presidente o no”, exponía a través de un megáfono, según fue captado en un vídeo difundido en las redes sociales.
De acuerdo con el último plazo fijado por la autoridad electoral, los que promueven la consulta tienen hasta el 25 de diciembre para recolectar los apoyos. Les queda menos de una semana y hasta el momento el INE solo ha validado 1,3 millones firmas, aunque las organizaciones aseguran que ya han recolectado casi seis millones. La autoridad electoral ha informado de que más de 210.000 apoyos recibidos presentaban irregularidades, como que las credenciales pertenecían a personas fallecidas o las fotos subidas en la aplicación eran de perros u objetos como floreros.
En la esquina de la calle Moneda y el corredor peatonal Madero, una de las vías más transitadas del centro histórico capitalino, justo frente a Palacio Nacional, Saraí invita a los peatones a apoyar la consulta. “¿Me regala su firma, por favor? ¿me regala su firma?”, dice una y otra vez. Algunos paseantes se detienen a escucharla y otros simplemente la ignoran y siguen su camino. “¡Firma para hacer realidad la Ratificación de Mandato!”, dice la propaganda que les entrega. No obstante, a partir del 1 de diciembre, el INE prohibió el uso de la palabra “ratificación” en la publicidad utilizada para promover la consulta.
“Nosotros estamos saliendo a las calles para que el 10 de abril ustedes puedan salir a votar si quieren que se quede el presidente”, explica Saraí. Al conseguir un sí para la firma, el proceso es muy rápido. En menos de cinco minutos, la voluntaria apunta el nombre y clave de elector del interesado en una hoja de papel, le toma una fotografía a su credencial de elector por delante y por el reverso y las sube a una aplicación móvil del INE.
Después, le toma una foto a la persona que está por apoyar la consulta y, por último, le pide su firma en la pantalla de un teléfono móvil. Un posible firmante tras otro, Saraí avanza, de las 12 del mediodía a las cinco de la tarde, en su jornada. La voluntaria toma un descanso detrás del módulo y conversa con su compañero, también cansado de ir detrás de los peatones. “¿Tú cuántas llevas?”, le pregunta.
—Como 15, ¿y tú?
—25. Te hacen falta 15.
A Saraí solo le falta conseguir el apoyo de cinco personas más con su credencial electoral válida y en una hora termina su turno, pero dice que se quedará hasta que los dos consigan los 60 apoyos del día. “Tratamos de juntarlas todas para que nos podamos ir tranquilos”, explica y asegura que su trabajo es voluntario y que no recibe un pago por él. “No venimos ni de Morena [el partido del presidente] ni del INE, nosotros venimos de una institución [Que Siga la Democracia] y estamos apoyando porque ni siquiera estamos cobrando, estamos apoyando”, afirma.
—¿No les pagan nada?
—No, nosotros estamos en otra institución, pero nos pagan por nuestro trabajo ahí.
Que siga la democracia es una asociación civil que se registró el pasado 11 de octubre ante el INE como “promovente de la consulta para la Ratificación de Mandato”, según informó en su sitio web un día después. Su presidenta, Gabriela Jiménez Godoy, ha asegurado que ya han superado las firmas necesarias para la consulta, al entregar más de 5,7 millones. “Somos millones de mexicanos los que respaldamos la consulta de la revocación de mandato. Por eso queremos pedirle a las autoridades competentes que se realice este ejercicio”, ha dicho este lunes al acudir al INE para entregar decenas de cajas con los apoyos que ahora deben ser validados por la autoridad electoral.
Mientras tanto, en la otra esquina del centro de la ciudad, frente al Templo Mayor, Juan Carlos rechaza a un voluntario de la misma asociación civil que le pide su firma. “Yo pienso que son gastos innecesarios porque es lo mismo, hacen inversiones y al final no pasa nada, es una tontería”, opina el ciudadano. “Al final siempre pasa lo mismo, se va a quedar [el presidente] en el puesto y no van a hacer nada”, considera.
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