México investiga el caso de la doctora que sufrió una reacción grave a la vacuna de Pfizer
Las autoridades sanitarias intentan descifrar si el fármaco desató episodios convulsivos que derivaron en una encefalitis
Las autoridades sanitarias de México han comenzado una investigación para aclarar el caso de la doctora que sufrió una serie de reacciones después de recibir la vacuna del coronavirus el pasado 30 de diciembre, una situación excepcional tras inyectarse el fármaco a casi 20.000 profesionales sanitarios. La médico de 32 años se inmunizó con el fármaco de Pfizer y algunos minutos después comenzó a tener síntomas que fueron identificados como una reacción alérgica, pero que derivaron más tarde en varios episodios de convulsiones y una encefalomielitis. El Gobierno mexicano intenta descifrar si la inflamación cerebral está relacionada directamente con la vacuna de la covid.
El relato sobre la situación de la médico ha sido detallado este martes: la doctora recibió la dosis de la vacuna de Pfizer a las 9.30 en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad de Monclova (Coahuila), donde trabajaba. Veinte minutos más tarde presentó hinchazón de lengua y labios, así como erupciones en la piel en el cuello y el pecho, lo que fue identificado por los médicos como una reacción alérgica. El equipo del hospital le administró medicamentos para controlar la reacción y la sanitaria se reincorporó al trabajo unos minutos después. A las 11.30, presentó el primero de varios episodios de convulsiones y una importante disminución de fuerza muscular en piernas y brazos, que llevaron a su ingreso al hospital.
Un día más tarde, la médico fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos de un hospital de especialidades en la ciudad de Monterrey (Nuevo León). Allí, y después de varios estudios, fue diagnosticada con encefalomielitis. Las autoridades sanitarias encontraron en la revisión de su expediente que la paciente tenía un historial familiar de alergias, incluida a la trimetoprima con sulfametoxazol, un antibiótico usado principalmente para las infecciones en vías urinarias. El tratamiento por el que optaron los médicos para detener las convulsiones fue una plasmaféresis, la extracción de plasma sanguíneo. La paciente se encuentra recuperando ligeramente su fuerza muscular, consciente y sin convulsiones.
“No hay una respuesta conocida [relacionada con la vacuna] que lleve a estos eventos de convulsión o encefalitis”, explicó Víctor Hugo Borja, director de Prestaciones Médicas del IMSS. Un grupo de expertos sanitarios se encuentra analizando el caso: de momento los primeros síntomas han sido confirmados como una reacción alérgica, mientras que las convulsiones que derivaron en una encefalitis todavía están bajo estudio. El Gobierno mexicano ha asegurado que la farmacéutica Pfizer ha sido informada sobre el caso. “Sería importante que quienes tengan historial de reacciones alérgicas graves, lo reporten antes de que sea aplicada esta vacuna específicamente”, señaló Borja.
México comenzó la aplicación de la vacuna del coronavirus el 24 de diciembre con un primer envío de Pfizer. El Gobierno colocó como primer grupo receptor del antígeno a los sanitarios que atienden a pacientes de coronavirus. El IMSS informó el miércoles que, de los casi 20.000 trabajadores de la salud que fueron vacunados, unos 23 presentaron reacciones alérgicas adversas leves con síntomas como mareos y palpitaciones. Solo una persona había tenido dificultad para respirar tras recibir la dosis, pero en ninguno de esos episodios fue necesaria la hospitalización de quienes recibieron la vacuna.
En enero se estima que lleguen al país 1,4 millones de dosis de Pfizer que servirán para dar una segunda dosis a los sanitarios que ya fueron vacunados. México calcula que inmunizará a 750.000 trabajadores de la salud y al final del mes comenzará con los adultos mayores. Hasta ahora unas 1,4 millones de personas han resultado contagiadas de covid y 127.700 han muerto por la enfermedad, según datos oficiales.
Durante los ensayos clínicos de Pfizer, unas 20.000 personas recibieron el antígeno en su etapa experimental y apenas un 0,6% sufrieron reacciones alérgicas adversas graves. En Reino Unido, el primer país en comenzar la vacunación, las autoridades sanitarias advirtieron que algunos pacientes con antecedentes de alergias a medicamentos, otras vacunas y alimentos podrían sufrir reacciones adversas, y pidieron que este grupo de personas evitase, de momento, recibir la vacuna.
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