Voluntariado: ¿qué aporta al desarrollo de los niños y niñas?
Aunque no hay una edad determinada para implicarse en labores solidarias hacerlo desde edades tempranas promueve habilidades como la autonomía, la comunicación o la resiliencia. Además, fomenta los sentimientos de compromiso, el pensamiento crítico y el espíritu ciudadano
Varias personas adultas y algunas jóvenes, equipadas con un chaleco de color llamativo que les identifica como voluntarios de una organización no gubernamental (ONG), se encuentran apostadas en la entrada de uno de los supermercados de la ciudad. Varios de ellos informan a los usuarios del mercado de que se ha iniciado una campaña de recogida de productos para entregarlos a los almacenes de los bancos de alimentos para que, especialmente durante estas fiestas navideñas, las personas más vulnerables tengan cubiertas sus necesidades básicas de alimentación.
En España, un 8,2% (aproximadam...
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Varias personas adultas y algunas jóvenes, equipadas con un chaleco de color llamativo que les identifica como voluntarios de una organización no gubernamental (ONG), se encuentran apostadas en la entrada de uno de los supermercados de la ciudad. Varios de ellos informan a los usuarios del mercado de que se ha iniciado una campaña de recogida de productos para entregarlos a los almacenes de los bancos de alimentos para que, especialmente durante estas fiestas navideñas, las personas más vulnerables tengan cubiertas sus necesidades básicas de alimentación.
En España, un 8,2% (aproximadamente 3.300.000 personas) de la población mayor de 14 años declara hacer voluntariado, según refleja la Plataforma del Voluntariado en España (PVE) en su informe La Acción Voluntaria en 2022, un documento publicado el pasado año con la colaboración del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Una de las principales conclusiones de este estudio es que cerca de un millón de jóvenes son voluntarios y que más del 60% hace voluntariado una o más de una vez por semana. En su mayoría se dedican exclusivamente a estudiar, pero el 35% tiene un empleo. Los entornos preferidos por la juventud para ejercer la tarea solidaria son el voluntariado, de ocio y tiempo libre, seguido del social y del educativo. El informe asegura que empezaron en el voluntariado por influencia de su entorno más cercano (familia o amistades) y no tanto por la información que les llegó a través del entorno digital y las redes sociales. Del estudio también se deduce que del 12,4% de la población general que en España tiene entre 14 y 24 años, y que contestó a la encuesta, el 15,3% de ellos realiza labores de voluntariado.
Realizar labores de voluntariado en edades tempranas favorece el desarrollo integral de los niños y niñas que lo practican. Asimismo, es un medio para que puedan conectarse con su entorno y vincularse con una causa social. “La experiencia de participar es algo personal e intransferible, promueve habilidades de protección, autonomía, resiliencia, comunicación y fomenta la iniciativa, el pensamiento crítico, la creatividad y los sentimientos de compromiso y responsabilidad”, manifiesta Silvia Casanovas, responsable de Participación Infantil y Adolescente de Unicef España. “Además, los niños y niñas que han tenido la oportunidad de expresar sus opiniones y sienten cómo estas son tenidas en cuenta generan mayores niveles de autoestima y mecanismos de autoprotección, reduciendo las vulnerabilidades”, añade.
La población infantil que realiza este tipo de actividades se reconoce como actores sociales de cambio: “Con comportamientos democráticos basados en la tolerancia, el desarrollo de un espíritu crítico, la adecuada gestión de las diferencias y con un alto sentido de pertenencia, justicia y de ciudadanía global”, agrega Casanovas. Las instituciones que promueven el voluntariado indican que cuando los niños y los jóvenes se implican en estas labores las relaciones de poder se vuelven más equitativas entre los adultos y la infancia, fortalecen la afección política y el sentimiento de ciudadanía y se impulsa la generación y/o fortalecimiento de mecanismos de rendición de cuentas a su participación. “En definitiva, la participación infantil es un instrumento educativo y de desarrollo esencial en el que, utilizado y dirigido adecuadamente sobre aquellos asuntos que les incumben, favorece su identificación como ciudadano pleno de derechos. Es una herramienta esencial en el proceso de formación del niño, niña y adolescente”, afirma Casanovas.
En el acercamiento de los más jóvenes a labores de voluntariado el entorno familiar juega un papel esencial. “Es precisamente este primer núcleo el que les enseña sobre valores sustentados en la solidaridad y la igualdad. Por ello, una manera eficaz y sencilla de introducir a los y las jóvenes en labores de voluntariado es exponerles a estas prácticas desde la infancia. Las familias pueden servir como modelos de cómo comportarse en sociedad y referentes para ellos”, sostiene Sandra Victoria Salazar, responsable de participación de Alianza-ActionAid. Para conseguir su implicación, los temas que se deben plantear en estas edades tienen que estar estrechamente relacionados con aquellas cuestiones que les sean de mayor interés. “Actividades que les acerquen a otro tipo de realidades más diversas, donde puedan conocer gente de diferentes orígenes, que puedan sentir que su compromiso es importante y puede suponer un cambio”, apunta.
Las ONG que se dedican a través de la figura del voluntariado a trabajar por mejorar la vida de las personas más desfavorecidas entienden esta tarea como una actividad transformadora, que tiene que ir dirigida a fomentar una ciudadanía más activa y participativa. Ese objetivo pasa por involucrar a las personas. “No se puede luchar contra las grandes desigualdades del mundo en solitario. Por eso, cuantas más personas logremos sumar, mejor. Y, precisamente, los y las jóvenes, que son las generaciones que van a vivir más en el mundo que estamos construyendo, son importantísimos agentes de cambio de las situaciones que más les preocupan y afectan, como el cambio climático, las desigualdades de género o los derechos para todo”, analiza Salazar.
Aunque no existe una franja de edad concreta para hablarles sobre las labores que desempeña un voluntario, lo que sí resulta necesario es adaptar el mensaje según la misma, sostienen desde Mensajeros de la Paz. Cualquier entorno es positivo para hablar de ello e incluso dar ejemplo realizando un voluntariado y luego compartiendo con ellos la experiencia. “Hay que explicarles por qué es importante y positivo donar tiempo y recursos a las personas más vulnerables y desde luego en el colegio y con los amigos se pueden reforzar estos valores para motivar su compromiso social”, agregan.
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