Crecer en medio de una pandemia con tus padres en paro
Uno de cada tres niños vulnerables viven en hogares que actualmente tienen a todos sus miembros desempleados, según Save The Children
“Me toca elegir si comprar comida o pagar el alquiler”, afirma Maria del Mar L, de 50 años. Se quedó en el paro, después de estar en ERTE desde marzo del 2020. Vive en Valencia y tiene dos hijos: Rafa, de 19 años y Maria, de 12. Trabajaba como cocinera en un bar y con eso se las arreglaba para llegar a fin de mes. “Esta pandemia ha provocado un desastre en mi familia”, dice. Según el informe de Save The Children titulado Aniversario Covid-19...
“Me toca elegir si comprar comida o pagar el alquiler”, afirma Maria del Mar L, de 50 años. Se quedó en el paro, después de estar en ERTE desde marzo del 2020. Vive en Valencia y tiene dos hijos: Rafa, de 19 años y Maria, de 12. Trabajaba como cocinera en un bar y con eso se las arreglaba para llegar a fin de mes. “Esta pandemia ha provocado un desastre en mi familia”, dice. Según el informe de Save The Children titulado Aniversario Covid-19, uno de cada tres niños vulnerables vive en familias que actualmente tienen a todos sus miembros en el paro. La pobreza infantil afectaba a 2,3 millones de niños y niñas en España antes de la crisis provocada por la covid-19. Para este estudio la ONG, hizo 1.290 entrevistas a familias vulnerables a las que apoya en España. Las encuestas revelaron que el 46% de los padres y madres a los que atiende la organización ha perdido el empleo por la crisis económica. María del Mar, es una de ellas.
Esta valenciana es madre soltera y el bar donde trabajaba cerró en marzo de 2020 por culpa de la pandemia y desde entonces estuvo en ERTE y ahora la han despedido. Con el pago del ERTE ingresaba 600 euros al mes y el alquiler de su piso son 450 euros por lo que ya tenía dificultades para llegar a fin de mes, pero ahora se ha quedado sin nada. “El padre de los niños no me pasa dinero y no he empezado a cobrar el paro”, afirma Maria del Mar que lo que más le preocupa es no poder darle una buena alimentación a sus hijos. Cuando va al mercado compra todo de marca blanca. “Nada de carne ni pescado porque es muy costoso”, justifica. Todo esto ha afectado mucho psicológicamente a esta madre. “Hay días que no me quiero mover de la cama ni mirarme al espejo. Mi único motor son mis hijos”, explica. “La que peor lo ha pasado es mi hija pequeña porque no entiende lo que pasa en casa y siempre me está pidiendo que le compre chocolates que no nos podemos permitir”, reconoce Maria del Mar. Su hijo, Rafa dejó sus estudios universitarios para dedicarse a buscar trabajo para poder ayudar a su familia.
“Si no actuamos, el 80% de los niños y las niñas que viven en situación de pobreza hoy serán adultos pobres en el futuro. Hay evidencias de experiencias exitosas a nivel internacional que muestran que implementando las políticas adecuadas se puede erradicar la pobreza infantil”, declara Andrés Conde, director general de Save the Children. Actualmente, un 12,2% de las familias no tiene ningún ingreso frente al 7,5% de hace un año y, por otro lado, ha descendido del 23,3% al 15,9% las familias que ingresaban más de 1.200 euros al mes. Esto ha hecho que seis de cada 10 hogares vulnerables en España tengan dificultades para hacer frente a la hipoteca o el alquiler.
Manu, el hijo de siete años de Vivían O, de 37 años, le pregunta todos los días a su madre por qué ya no salen -su padre- todas las mañanas a trabajar, le parece raro no verlos activos. Los dos solían trabajar en un restaurante, en el madrileño barrio de Usera, que cerró también por la pandemia. Ahora pasan sus días buscando ofertas en portales de internet y mandando su currículum con la esperanza de conseguir un empleo que les permita comprar comida para la familia. Muchos de los alimentos en estos hogares han pasado a depender de los bancos de alimentos de los barrios. Otro gran apoyo han sido los comedores escolares donde a veces es el único lugar en el que los niños reciben una proteína en el plato en el día.
Muchos no pueden permitirse una comida de carne, pescado o equivalentes al menos cada dos días, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud. “Un 31% de las familias atendidas por Save the Children solo puede comer carne, pescado o equivalentes, una o dos veces a la semana y cerca del 3% afirma no poder comprar estos alimentos nunca”, reza el informe. Para muchas familias como la de Vivian, la carne es un lujo: “Comprar proteína para las comidas se ha vuelto un lujo en casa”.
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