Del café del desayuno al champán y la bachata: lluvia de millones del centro de Madrid a Bimba y Lola
El segundo premio, vendido en la calle Barquillo de la capital, llega a las oficinas de la empresa textil en Vigo y a sus tiendas de toda España
La administración número 16, en el número 10 de la céntrica calle madrileña de Barquillo, ha repartido millones gracias al 70048, segundo premio en la Lotería de Navidad y primero en salir del bombo. Son 125.000 euros por décimo (108.000 sin impuestos) para los agraciados y también un regalo simbólico para una de las trabajadoras de esta oficina porque le llega a las puertas de su jubilación. “No hay mejor forma de irse de la lotería”, dice Raquel. La lluvia de millones ha llegado a Vigo, a las oficinas centrales de la empresa textil Bimba y Lola, y de ahí se ha repartido por las tiendas que esta firma tiene en toda España.
Lucía Peña, una de las dueñas de la administración madrileña, sigue haciendo cálculos. Han pasado del desayuno al champán en apenas 21 minutos y a la hora de desayunar: el segundo premio se cantó antes de las nueve y media de la mañana, al poco de empezar el sorteo. Aquí se puede seguir la última hora de la Lotería de Navidad, que ha cantado el Gordo para el 79432.
En esta administración ha caído casi íntegro el segundo premio de la Lotería de Navidad. Peña detalla que se dio salida a entre 600 y 800 billetes, unos 1.200 millones de euros. Una parte importante del número se vendió por internet, por lo que ahora tienen trabajo para gestionar toda la venta online. Esto también explica que no haya mucho ambiente en el barrio. “Así son los nuevos tiempos”, resume. El número, con muchos ceros, “no gusta”, dice la lotera, pero se ha vendido y se ha repartido mucho.
“Muy contentos”, resume Nacho Hormaechea, administrador del local, que explica que el premio se ha repartido bastante con gente del barrio y alguna empresa de la zona. “No hemos tenido tiempo de aterrizar en lo que ha pasado”, añade. La administración, “una de las toda la vida de Madrid”, según resumen sus dueños, está situada enfrente del Ministerio de Cultura y mantiene una clientela fiel que se transmite entre generaciones. “Vienen nietos con los abonos de sus abuelos”, asegura.
La fortuna ha viajado de la calle Barquillo de Madrid a Vigo. Las oficinas de la empresa textil Bimba y Lola han sido agraciadas también con este segundo premio de la Lotería de Navidad. Aunque el 70048 ha sido vendido íntegramente en la capital de España, la plantilla de esta marca de moda ha comprado por Internet un número de décimos, aun sin determinar, según informan varios medios locales.
A sus 68 años, Raquel lleva 14 trabajando en la lotería. Hoy se jubila, pero lo hace de una manera muy especial: repartiendo de manera casi íntegra el segundo premio. Sus nietos se han acercado a la administración a celebrar con ella y cantarle el cumpleaños feliz mientras la felicidad se reparte y la prensa, los curiosos y los propios loteros se arremolinan en torno al roscón y al champán. A media mañana, todavía no se había acercado ningún agraciado, aunque eso no ha impedido que algún que otro cliente habitual haya querido acudir al lugar para celebrar junto con su administración de siempre: “Yo compré aquí y solo saqué el reintegro. Esta administración da muchos premios”, dice Soledad García, vecina del barrio.
Con la experiencia que dan los años, Raquel asegura que cuando los niños cantaron el número no tuvo ni que comprobarlo: sabía que lo tenían. Se trata de uno de esos números que el saber popular define como feos: un guarismo extraño, con muchos ceros. La lotera estaba segura: lo habían dado todo. Solo se le ocurre una palabra para describir este día: alegría.
La administración de Raquel, cuyo nombre oficial es Administración número 16 de Madrid, abrió sus puertas a finales del siglo XIX, en 1889, lo que quiere decir que solo una quincena de administraciones son más antiguas que ella. Su nombre original era Lotería del Murciano, un rótulo que aludía al origen de su primer lotero, que, como muchos otros en esa época, había emigrado a la capital desde el Levante para tratar de labrarse su fortuna repartiendo fortuna a los demás.
Desde entonces, acumulan más de un siglo entre los vecinos del popular barrio de Chueca, en Madrid. Para ello, por supuesto, les ha tocado digitalizarse, actualizarse el ritmo de los nuevos tiempos. Lo sabe perfectamente el argentino Andrés Rodríguez, un actor que, desde esta misma administración, ha convertido la falta de pelo en la cabeza en una virtud decisiva. Este fue contratado este año por la Administración 16 para grabar una anuncio para redes emulando los del mítico Clive Arrindell, el actor conocido en España como el calvo de la Lotería por haber protagonizado los anuncios del sorteo a finales de los 90 y principios de los 2000. “Todo empezó como un chiste”, explica, aunque es imposible no pensar que su homenaje también haya podido traer algo de suerte a una administración que todavía trata de asimilar haber repartido íntegros los 1.250.000 euros del segundo premio.
Fiesta mañanera en el centro de Vigo
A la mayoría de los empleados de la empresa textil Bimba y Lola la suerte los pilló trabajando. Apenas iniciaban su jornada en las oficinas centrales de Vigo cuando en Madrid se cantó el segundo premio. Allí casi nadie seguía el sorteo, pero se empezaron a escuchar gritos. Venían de una chica que tenía apuntados los dos números que jugaba la empresa. Todos pensaron que le había tocado a ella. “¡Que no, que no! ¡Que es el de Bimba y Lola!”, clamó ella. Y se montó el escándalo.
Los teléfonos empezaron a pitar. Los compañeros de vacaciones sí estaban pendientes de la Lotería de Navidad y en solo unos minutos derrocharon euforia en los chats de Whatsapp. En medio del caos, una de las trabajadoras no recordaba si había cogido lotería. Entró en su bandeja de entrada del correo y estalló: ahí estaba el mensaje de confirmación de compra.
El 70048 ha repartido millones entre los alrededor de 1.200 empleados de la compañía en las oficinas y el almacén de Vigo y en las tiendas de toda España. También han sido agraciados trabajadores externos de limpieza y seguridad. La fortuna se ha diseminado mucho, celebran los premiados, a través de participaciones de 5 euros que este lunes se han convertido en 31.000.
Solo tres horas después de caer el notición en las oficinas de Bimba y Lola, buena parte de los premiados estaban ya bailando bachata en un pub del centro de Vigo. María Martínez, de 29 años, lleva siete en la empresa. Entró de becaria y se quedó. “Me han tocado 62.000 euros y no sé qué haré con ellos. Primero celebrar y luego se verá”, cuenta mientras no para de abrazarse con compañeros y algunos excompañeros suertudos a los que los amigos que dejaron en su anterior empleo les habían reservado participaciones.
El repartido pellizco del segundo premio es poco probable que retire a los trabajadores de Bimba y Lola, pero sí les cambiará la vida. “No podremos dejar de trabajar, pero lo haremos más tranquilas”, apunta Mari, que lleva 11 años en la empresa. El 70048 fue comprado por la firma a través de Internet junto a otro número. Una compañera de Mari intentó comprar de los dos y repartir la inversión por si acaso. Uno de los números, sin embargo, estaba agotado y concentró todo el dinero en uno. La suerte le sonrió doblemente, porque el que quedaba fue el que tocó.
Pablo se ha unido a la fiesta en el pub del centro de Vigo aunque no trabaja en Bimba y Lola. Este policía portuario también ha sido agraciado gracias a que todos los años intercambia lotería de Navidad con su amigo Diego, que sí es empleado de la textil: “Está bien que de vez en cuando le toque a la plebe. Hoy iré a comer y a celebrarlo, pero después seguiré haciendo lo de siempre”.