El FBI detiene a un sospechoso de colocar dos bombas caseras junto a las sedes de Republicanos y Demócratas el 6 de enero de 2021
La investigación se ha prolongado durante cinco años y ha dado lugar a múltiples teorías de la conspiración
Agentes del FBI arrestaron este jueves a un sospechoso de haber colocado dos bombas caseras cerca del Capitolio en la víspera del 6 de enero de 2021, cuando se produjo el infausto asalto de una turba a la institución legislativa cuando se disponía a certificar a Joe Biden como presidencia tras las elecciones de 2020 en las que venció a Donald Trump. La detención, realizada en el Estado de Virginia, se produce casi cinco años después del suceso y tras una investigación compleja, atropellada e imprecisa.
El FBI ha logrado identificar a un hombre como presunto autor de la colocación de dos bombas caseras en las proximidades de las sedes de los comités nacionales del Partido Demócrata y del Republicano. Aunque ninguno de los artefactos explotó, el FBI consideró que tenían la capacidad de destrucción y provocar graves años. Los agentes federales no ha facilitado de momento la identidad del sospechoso.
El FBI lleva cinco años investigando el caso sin grandes avances. A principios de este año se filtró un video que muestra a una persona, de en torno a 1,70 metros de altura, que dejaba a última hora de la tarde del 5 de enero de 2021 un objeto sospechoso junto a un banco cercano a la sede del Comité Nacional Demócrata.
Los investigadores lograron esbozar la ruta que siguió el sospechoso mediante otros retazos de grabaciones de seguridad, que muestran como minutos más tarde dejó otro objeto cerca de la sede del Comité Nacional Republicano.
“Esto demuestra el esfuerzo minucioso de los agentes y fiscales de carrera que han trabajado en este caso durante años”, declaró Gregory Rosen, exfiscal de la Fiscalía Federal en Washington, quien dirigió la extensa investigación del 6 de enero, según recoge The New York Times. “Si bien aún no conocemos todos los hechos, debemos estar orgullosos de que el FBI haya continuado investigando a fondo”.
Durante cinco años, los agentes del FBI indagaron más de 600 pistas, revisaron decenas de miles archivos de video y realizaron más de un millar de entrevistas. También obtuvieron una gran cantidad de datos de ubicación de teléfonos móviles y servicios de publicidad online para tratar de hacer una lista de las personas que se encontraban en la zona. Y cruzarla con otra de las que compraron dispositivos similares a los utilizados en la fabricación de las bombas, pero hasta ahora no habían mostrado grandes avances en una investigación que dio lugar a teorías de la conspiración.
A través de las plataformas de redes sociales se difundió la idea de que las bombas fueron colocadas por policías y servicios de inteligencia para perjudicar a Trump, una teoría desmentida repetidamente por el FBI.
El FBI había intensificado su labor en los últimos meses para tratar de resolver el caso. El nuevo director del FBI, Kash Patel, como su número dos en la agencia, Dan Bongino, enfatizaron al tomar el cargo que redoblarían los esfuerzos para encontrar al supuesto terrorista. La oficina federal difundió videos del sospechoso con una máscara, una sudadera gris con capucha, pantalones oscuros y zapatillas Nike Air Max.
Está previsto que las autoridades estadounidenses encargadas de la investigación ofrezcan este jueves una conferencia de prensa para ofrecer algunos detalles del caso.