Trump aprueba una norma para favorecer a los coches de combustión sobre los eléctricos
Aprueba una orden para relajar los estándares de emisión de los coches que se venden en Estados Unidos. Asegura que hará los vehículos más asequibles para las familias estadounidenses
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aprobado una orden ejecutiva para favorecer a los coches de combustión frente a los vehículos eléctricos. La norma relaja los estándares de emisión de los coches que se venden en Estados Unidos.
El mandatario republicano ha justificado la medida para que los hogares puedan comprar coches más baratos, pero lo cierto es que supone un balón de oxígeno para los fabricantes agobiados por las exigencias en la transición del motor eléctrico y la salvaje competencia de los coches procedentes de china. La Casa Blanca calcula que los cambios supondrán un ahorro total de 109.000 millones de dólares durante los próximos cinco años y permitirán ahorrar cerca de 1.000 dólares de media en la adquisición de un coche nuevo.
“Firmé una orden ejecutiva para poner fin al mandato injusto y costoso sobre los vehículos eléctricos”, ha sentenciado Trump rodeado de la plana mayor de su Gobierno y del consejero delegado de Ford, Jim Farley, y su homólogo en Stellantis (el grupo que fabrica Jeep, Fiat, Chrysler, Opel y Citroën, entre otros), Antonio Filosa. “Como saben, teníamos que tener un coche eléctrico en un plazo muy breve, a pesar de que no había forma de recargarlos”, ha continuado el presidente. “Estamos cancelando las normas de emisiones de los tubos de escape”. La norma sirve para prolongar el periodo en que pueden venderse coches de combustión que no se hayan adaptado a las nuevas regulación que exige una reducción de emisiones.
Las regulaciones aprobadas por los países desarrollados en los últimos años obligaban a los fabricantes a diseñar motores más eficientes: que pudieran recorrer más kilómetros con menos gasolina. El esfuerzo inversor para compaginar esas inversiones con el desarrollo de los coches eléctricos estaba ahogando al sector, según lamentan los grupos automovilísticos. Ahora Trump permite que los coches sean menos eficientes y les ahorra miles de millones de dólares en inversiones.
El presidente ha presumido de que acaba con una norma de Trump que reducía las emisiones contaminantes. Trump nunca ha ocultado su negacionismo climático. “Es una cruzada para acabar con los coches de gasolina. Eso es lo que querían hacer, a pesar de que tenemos más gasolina que cualquier otro país con diferencia y la gente quiere coches de gasolina. Lo quieren todo. Quieren eléctricos. Quieren cualquiera. Quieren tener muchas alternativas. Pero quieren coches de gasolina”, ha indicado.
La propuesta reduciría significativamente los requisitos de ahorro de combustible, que establecen las distancias que deben recorrer los vehículos nuevos con un galón de gasolina, hasta el año modelo 2031, según ha adelantado PBS News.
El uso de gasolina para la fabricación de vehículos contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. El gobierno republicano afirma que las nuevas normas ampliarían el acceso de los estadounidenses a toda la gama de vehículos de gasolina que necesitan y pueden permitirse.
El inquilino del Despacho Oval también ha anunciado que aprobará otro decreto para que los fabricantes de automóviles pueden producir coches más pequeños.
Durante una comparecencia en La Casa Blanca, Trump ha explicado que el sector del automóvil llevaba meses pidiéndole que derogara la norma de emisiones. “Puedo decirles que la gente de Ford venía a verme todo el tiempo y me decía: `Por favor, no sirve de nada, nos está matando, está disparando los costes’”, Ha manifestado el dirigente estadounidense.
Estados Unidos no es el único país en tomar medidas de este tipo ante la presión de los fabricantes por adaptarse a las nuevas normas de emisiones. La Comisión Europea pretende acelerar la revisión de los objetivos de reducción de emisiones al 100% de coches y furgonetas fijada para 2035. Esta revisión supondría de facto alejar más allá de 2035 el plazo a partir del cual ya no se podrían vender coches de combustión.
Bruselas aún tiene que detallar el alcance de la revisión. El sector del automóvil en Europa está muy preocupado porque teme no llegar a 2035 cuando entraría en vigor la prohibición total de la venta de coches y furgonetas nuevos de combustión. El sector insiste en no apostarlo todo al vehículo eléctrico y reclama un mayor margen para la denominada neutralidad tecnológica.
El consejero delegado de Ford, Jim Farley, aseguró desde La Casa Blanca: “Estamos muy orgullosos de que Ford sea el principal productor de automóviles en nuestro país. Entre el 85% y el 80% de los vehículos que vendemos aquí se fabrican en nuestro país, y nunca nos hemos ido”, dijo. “A diferencia de muchos de nuestros competidores, somos el principal exportador y contamos con la mayor cantidad de trabajadores en fábricas de automóviles”, apuntó en clara alusión a las estrategias de otros fabricantes. “Este estándar CAFE (nuevas normas de emisiones) es la decisión correcta por muchas razones. El año pasado ocupamos el segundo lugar en ventas de vehículos eléctricos. Fuimos el tercer lugar en híbridos y somos la marca líder en vehículos de combustión. Creemos que las personas deberían poder elegir, e invertiremos más en vehículos asequibles”.
El consejero delegado de Stellantis ha comprometido más inversione del grupo automovilístico en suelo estadounidense. “En Stellantis, decidimos invertir 13.000 millones en Jeep, Ram, Dodge y Chrysler en los próximos cuatro años, aumentando la producción en un 50%, lanzando al mercado cinco vehículos nuevos y creando 5.000 empleos adicionales. Esto se debe a que creemos en lo que usted, el secretario, y todo su equipo están haciendo en este país. Creemos en el crecimiento y estamos listos para invertir aún más”.