El FBI interrogará a los seis congresistas que animaron a los militares de EE UU a desobedecer órdenes “ilegales” de Trump
La fiscal general asegura que apelará la decisión de la jueza que desestimó el caso contra James Comey y Letitia James, rivales políticos del presidente
Continúa la campaña de la Administración de Donald Trump contra los seis congresistas demócratas que la semana pasada publicaron un vídeo en el que animaban a los militares estadounidenses a desobedecer órdenes del Gobierno de su país que consideren “ilegales”. Primero fue, este lunes, la amenaza de llevar ante un tribunal marcial al senador de Arizona, exastronauta y coronel retirado Mark Kelly. Y este martes, el FBI y el Departamento de Justicia han puesto en marcha el mecanismo para investigar a Kelly y al resto del grupo y así dirimir si cometieron algún delito con ese vídeo.
La noticia de que la agencia los busca para entrevistarlos, que avanzó Fox News, supone una escalada en la campaña de Trump contra los que considera que son sus rivales políticos. Esa campaña sufrió el lunes un serio revés cuando una jueza federal desestimó los casos contra el exdirector del FBI James Comey y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, por considerar ilegal el nombramiento de la fiscal Lindsey Halligan, escogida a dedo para llevar a buen puerto las acusaciones de la Casa Blanca, cuando su predecesor en la Fiscalía del Este de Virginia se negó a hacerlo.
La jefa del Departamento de Justicia, Pam Bondi, para la que la doble sentencia de la jueza federal Cameron McGowan Currie supuso toda una reprimenda por sus ganas de agradar inmediatamente al jefe, descartó a las pocas horas de conocer esas decisiones que las resoluciones de Currie pongan fin a nada. “Tomaremos todas las medidas legales posibles, incluyendo una apelación inmediata, para responsabilizar a Letitia James y James Comey por su conducta ilegal”, declaró Bondi en una conferencia de prensa. “No me preocupa alguien que ha sido acusado de un delito muy grave. Sus presuntas acciones fueron una traición a la confianza pública”.
Los seis diputados del vídeo son, además de Kelly, la senadora Elissa Slotkin (Míchigan), que fue quien promovió la iniciativa, y los representantes Chris Deluzi y Chrissy Houlahan (Pensilvania), Maggie Goodlander (New Hampshire) y Jason Crow (Colorado). Todos ellos hablaron desde su condición de veteranos de las Fuerzas Armadas o de los servicios de inteligencia. En el vídeo se turnan para decir: “Nuestras leyes son claras. Podéis rechazar órdenes ilegales. Podéis y debéis”.
Trump reaccionó a su publicación con dos mensajes en su red social, Truth. En uno, escribió: “¡COMPORTAMIENTO SEDICIOSO, que se puede castigar con la MUERTE!”“Esto es verdaderamente malo, y Peligroso para nuestro País. No se puede tolerar que esas palabras queden así. ¡¡¡COMPORTAMIENTO SEDICIOSO DE TRAIDORES!!!”, añadió en el otro, con su sobresaltado estilo lleno de mayúsculas. El presidente de Estados Unidos también reposteó un mensaje de un usuario de esa red social que proponía: “Colguémosles. GEORGE WASHINGTON [padre fundador de Estados Unidos] LO HARÍA”.
“Los Seis Sediciosos”
El anuncio de que el Pentágono se dispone a investigar a Kelly, el único de los seis sobre el que tiene potestad, se dio a conocer en la cuenta oficial del Departamento de Defensa. Y se acompañó de un mensaje en X de su secretario, Pete Hegseth, en el que bautizaba al grupo de parlamentarios como “los Seis Sediciosos”.
“Animar a nuestros guerreros a ignorar las órdenes de sus comandantes socava cualquier atisbo del ‘buen orden y disciplina’. Su disparatada diatriba siembra duda y confusión, lo que solo pone a nuestros guerreros en peligro”, escribió Hegseth con su acostumbrada retórica belicista. “Cinco de las seis personas que aparecen en ese vídeo no están bajo la jurisdicción del Departamento de Guerra [uno es de la CIA y cuatro son exmilitares, pero no están ‘retirados’]”. Pero Kelly sí lo está, añadió. La Administración de Trump ha decidido cambiar el nombre al Departamento de Defensa por el “de Guerra”, aunque ese cambio precisa de una aprobación del Congreso que aún no ha llegado.
Kelly reaccionó el lunes a esas amenazas en el programa nocturno de la MSNBC. “He visto cómo explotaba un misil cerca del avión que pilotaba. Casi derriban mi caza varias veces. He volado un cohete espacial en cuatro ocasiones. Y mi esposa, [la entonces congresista] Gabby Giffords sobrevivió a un tiroteo en el que seis personas murieron, fue horrible. Sabemos lo que es la violencia política y también sabemos qué la causa. Las declaraciones de Donald Trump incitan a otros [a cometerla]. (...) No va a silenciarnos“, sentenció.
Comey y James celebraron, por su parte, que de momento la justicia trumpista haya aflojado su pinza sobre ellos. Comey fue nombrado en 2013 por el presidente Barack Obama al frente del FBI, y lanzó una investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones que llevaron en 2016 a Trump a la Casa Blanca. En mayo de 2017, cuatro meses después de su investidura, el presidente republicano le cesó en el cargo.
James, por su parte, fue la fiscal que llevó a juicio al entonces expresidente y a su empresa, la Organización Trump, por fraude. Ganó el caso, pero este año un tribunal de apelaciones ha cancelado la multa de unos 500 millones de dólares que el juez de primera instancia había impuesto.
Trump montó buena parte de la campaña que lo llevó de vuelta a la Casa Blanca sobre la idea de la “venganza” a aquellos que, en su opinión, lo persiguieron con motivaciones políticas durante los años de su antecesor, el demócrata Joe Biden, sus años de travesía en el desierto. De momento, en sus casi 11 meses en su segundo periodo en la Casa Blanca ha demostrado que no piensa aflojar en su revancha.