Europa busca blindar a Ucrania frente a una nueva agresión en su enmienda al plan de EE UU y Rusia
Representantes de EE UU, Ucrania y Europa abordarán este domingo en Ginebra la controvertida propuesta de Moscú y Washington que forzaría a Kiev a ceder territorio y mermar sus Fuerzas Armadas
Representantes de Estados Unidos, Ucrania y Europa se reúnen este domingo en Ginebra (Suiza) para tratar el polémico plan de paz ruso-estadounidense que esboza un acuerdo para poner fin a la guerra imperialista lanzada por el Krem...
Representantes de Estados Unidos, Ucrania y Europa se reúnen este domingo en Ginebra (Suiza) para tratar el polémico plan de paz ruso-estadounidense que esboza un acuerdo para poner fin a la guerra imperialista lanzada por el Kremlin contra Kiev en febrero de 2022. La hoja de ruta, redactada sin la participación de Ucrania ni de Europa, es denominada por los más críticos como una “lista de deseos” de Putin. Senadores estadounidenses sostienen, de hecho, que el único autor ha sido el Kremlin. Este plan requiere que Ucrania ceda territorio, limite su ejército y renuncie a sus ambiciones de ingresar en la OTAN.
Los líderes europeos están todavía conmocionados y en proceso de digerir que, de nuevo, han sido escorados en un asunto que es parte esencial de la arquitectura de seguridad de Europa. Ahora, parecen asumir la propuesta ruso- estadounidense como base, pero tratan de impulsar una serie de enmiendas clave para ayudar a Kiev a lograr mejores condiciones.
La idea europea, según fuentes al corriente de la negociación, es obtener un blindaje de Ucrania con sólidas garantías de seguridad que les permitirían defenderla en caso de una nueva agresión (algo que funcionaría como disuasión para el Kremlin), así como la promesa de que Kiev no se vea obligada a limitar el peso de su ejército y su armamento, como apunta el plan ruso-estadounidense de 28 puntos. También buscan matizar las cláusulas según las cuales el país invadido se vería obligado a ceder territorio.
Los europeos, que llevan semanas debatiendo una propuesta de la Comisión Europea para entregar a Kiev 180.000 millones de activos soberanos rusos inmovilizados en territorio comunitario (fundamentalmente en Bélgica) por las sanciones, reclaman también que esos fondos se entreguen a Kiev como compensación y se utilicen para la reconstrucción. Mientras, el plan ruso-estadounidense recoge que unos 100.000 millones de los activos rusos se invertirán en la reconstrucción y en inversiones en Ucrania, pero en un formato liderado por Estados Unidos, que recibiría el 50% de los beneficios. Europa añadiría además, según ese plan redactado sin los europeos, otros 100.000 millones para la reconstrucción.
Alemania, Francia y el Reino Unido han enviado a asesores de seguridad nacional a la cita de Ginebra, en la que participan el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, el enviado especial de la Casa Blanca para Ucrania, Steve Witkoff y un equipo ucranio liderado por Andrii Yermak, jefe de Gabinete del presidente ucranio, Volodímir Zelenski. La Unión Europea también ha enviado a representantes a una reunión en la que los europeos quieren comprar tiempo para Ucrania.
El presidente estadounidense, Donald Trump, puso a Kiev el jueves (día en el que se celebra Acción de gracias en EE UU) como fecha límite para aceptar el plan. Pese a ese calendario tan perentorio, en las últimas horas ha sugerido que esa hoja de ruta podría no ser el documento final y que, en función de cómo responda Ucrania, podría estar abierto a ampliar el plazo.
“Cualquier plan de paz creíble y sostenible debe, ante todo, detener las matanzas y poner fin a la guerra, sin sembrar las semillas de un conflicto futuro”, ha dicho este domingo en un vídeo-comunicado Ursula von der Leyen. La presidenta de la Comisión Europea ha ahondado en la postura de los aliados occidentales de Kiev de que “las fronteras no se pueden cambiar por la fuerza” y de que el país invadido no debe recortar su ejército. “Debe reflejarse plenamente la centralidad de la Unión Europea a la hora de garantizar la paz en Ucrania”, ha insistido la jefa del Ejecutivo comunitario, que participa en la cumbre del G-20 en Sudáfrica.
El canciller alemán, Friedrich Merz, se ha referido este domingo en Johannesburgo a la negociación sobre el plan para Ucrania. El mandatario alemán señaló que cree que el plazo marcado por el jefe de la Cada Blanca para zanjar la cuestión es demasiado cercano. “El plan del presidente Trump es alcanzar un acuerdo para el jueves. Estamos muy lejos de eso. Esto no significa que sea imposible, pero soy escéptico sobre semejante resultado dadas las actuales discrepancias”, ha dicho el canciller al margen de la cumbre del G-20.
Merz señaló además que ha puesto sobre la mesa una propuesta propia, actualmente en discusión en Ginebra, sobre como al menos dar un primer paso para el jueves si los 28 puntos del conjunto del plan son demasiado terreno para cubrir hasta entonces. Alemania es, después de Estados Unidos, el país que ha entregado ayuda a Ucrania por mayor valor, unos 38.000 millones de euros desde la invasión hasta el pasado mes de agosto, según cálculos del Instituto Kiel.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también se refirió a la cuestión ucraniana. El mandatario informó de que tiene prevista una llamada con Putin para este lunes, y que su intención es sondear con su homólogo ruso la posibilidad de reactivar el acuerdo para dejar libre paso al transporte de trigo en el Mar Negro. “Creo que sería muy beneficioso si podemos activar este proceso”.
En su conjunto, el G-20 incluyó en la declaración final de los líderes un apartado que representa un respaldo a Ucrania: “Reafirmamos además que, de acuerdo con la Carta de la ONU, todos los Estados deben abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza para buscar adquisiciones territoriales en detrimento de la integridad territorial, la soberanía o la independencia política de cualquier Estado.”
Sospechas sobre la autoría del plan de 28 puntos
Mientras, el plan ruso-estadounidense sigue recibiendo críticas. El sábado por la noche, un grupo de senadores (también republicanos) aseguraron que Rubio les había comentado que la hoja de ruta era de autoría rusa. Tras la polémica, antes de salir hacia Ginebra, el secretario de Estado de EE UU ha insistido en que el plan de 28 puntos fue “escrito por Estados Unidos” y que se había basado en “aportaciones” tanto de Rusia como de Ucrania.
El sábado, los aliados de Ucrania presentes en la cumbre del G-20 en Sudáfrica emitieron una declaración en la que reclamaban que el plan de 28 puntos requería “trabajo adicional” y que tal y como está “dejaría a Ucrania vulnerable a ataques”.
“Juntos, los líderes europeos, Canadá y Japón hemos declarado nuestra disposición para trabajar en el plan de 28 puntos pese a que tenemos ciertas reservas. Sin embargo, antes de comenzar sería bueno saber con certeza quién es el autor del plan y dónde se creó”, ha escrito, certero, el primer ministro polaco, Donald Tusk, en las redes sociales.