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La Casa Blanca amenaza con despidos masivos de funcionarios si llega el cierre del Gobierno por falta de acuerdo demócrata

El plazo para evitar la suspensión de pagos de la Administración estadounidense expira el próximo martes

El de un posible cierre del Gobierno estadounidense es un drama con su dosis de suspense y final casi siempre feliz que se escenifica con cierta regularidad en Washington. Aunque esta vez, la amenaza de que el Congreso no alcance un acuerdo para financiar temporalmente la Administración es distinta. Cuenta con una subtrama inédita: si el Capitolio no evita la suspensión de pagos que, sin pacto entre ambos partidos, entraría en vigor el próximo 30 de noviembre, Donald Trump piensa aprovechar la oportunidad para emprender despidos masivos con efecto permanente, en lugar de las suspensiones temporales de sueldo que han acarreado en el pasado otros cierres de la Administración.

La Oficina Presupuestaria de La Casa Blanca (OMB son sus siglas en inglés) mandó una circular el miércoles a las agencias federales en las que les pedía considerar la ocasión para emprender una “reducción de personal” y despedir a empleados federales. ¿Cómo? Eliminando puestos cuyos fondos expiren con el cierre o que se consideraban “incongruentes” con la agenda política del presidente Trump.

“Seguimos teniendo la esperanza de que los demócratas en el Congreso no provoquen un cierre y que las medidas descritas anteriormente no sean necesarias”, dice el memorando de la OMB.

Los demócratas en el Capitolio han bloqueado una extensión provisional del gasto promovida por los republicanos hasta que estos no acepten introducir una provisión de más de un billón de dólares para continuar con los subsidios de Obamacare (la ley que extendió la protección médica a millones de estadounidenses no cubiertos por los seguros privados) que expirarán en diciembre. También pide que reviertan los recortes a Medicaid y otros programas de salud que los republicanos ordenaron durante el verano como parte de la ley “grande y hermosa”, la gran reforma fiscal de la segunda era de Trump.

El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, considera la advertencia de la Casa Blanca como una “intimidación” sin precedentes. “Trump ha estado despidiendo a empleados federales desde el primer día, no para gobernar, sino para intimidar”, declaró Schumer en un comunicado. “Esto no es nada nuevo y no tiene nada que ver con la financiación del Gobierno. Estos despidos innecesarios serán revocados en los tribunales o la Administración acabará contratando de nuevo a los trabajadores, como hizo hoy mismo”.

La jugada de la OMB ha dejado en una situación delicada al partido de Schumer, que debe elegir entre pactar con los republicanos y así dar otro triunfo a Trump en su estrategia intimidatoria o dejar que la Administración colapse el próximo martes y que la Casa Blanca pueda emprender más despidos con la excusa de que era lo que los demócratas permitieron que sucediera.

La tarea del DOGE

Trump conquistó por segunda vez la Casa Blanca con la promesa de que le metería un tijeretazo a la Administración federal con el despido de decenas de miles de funcionarios. La tarea se la encargó al empresario Elon Musk, al que colocó al frente de esa motosierra del gasto público llamada Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

Musk prometió que le ahorraría 2 billones de dólares a Estados Unidos, cifra que luego redujo a la mitad. Cuando dejó el puesto poco más de tres meses después de la toma de posesión del presidente, los cálculos de lo logrado con la purga de decenas de miles de funcionarios y el ataque a agencias tan importantes como la de cooperación internacional (USAID) hablaron de un recorte de unos 160.000 millones de dólares.

En su comunicado, Schumer también hacía referencia a una información de la agencia AP, que este jueves informó de que muchos de esos despedidos por el DOGE habían sido readmitidos al comprobar que hacían falta para el normal funcionamiento de la Administración estadounidense.

Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, llevó la confrontación con la Administración de Trump a su cuenta de X, en la que interpeló directamente a Russell Vought, jefe de la OMB. “Escucha, Russ, eres un político corrupto y malintencionado”, escribió Jeffries. “No nos dejaremos intimidar por tu amenaza de despidos masivos. ¡Vete!”.

La semana había comenzado en Washington con la perspectiva de una reunión de Trump con Jeffries y Schumer para tratar el mejor modo de evitar el cierre del Gobierno, que el presidente de Estados Unidos descartó este miércoles en un mensaje en su red social, Truth.

“Tras analizar los detalles de las exigencias poco serias y ridículas de la minoría radical demócrata de izquierda a cambio de sus votos para mantener nuestro próspero país abierto, he decidido que ninguna reunión con sus líderes del Congreso sería productiva”, escribió, antes de detallar falsamente las pretensiones demócratas.

Según Trump, estos quieren “más de un billón de dólares” para “continuar con la atención médica gratuita para inmigrantes indocumentados (¡un costo monumental!), obligar a los contribuyentes a financiar cirugías transgénero para menores, incluir a personas fallecidas en las listas de Medicaid, permitir que delincuentes indocumentados roben miles de millones de dólares en beneficios a los contribuyentes estadounidenses, intentar obligar a [Estados Unidos] a abrir de nuevo sus fronteras a los delincuentes, permitir que los hombres participen en deportes femeninos y, en esencia, crear operaciones de transición para todos”.

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