De escapar de una inundación a qué hacer en caso de guerra: Bruselas quiere activar en 2027 su plan de respuesta a las crisis
La Comisión Europea presenta una estrategia de 63 puntos para preparar a los gobiernos, las fuerzas armadas, las instituciones y los ciudadanos ante escenarios extremos
No se trata de si habrá una nueva amenaza geopolítica o climática, sino de cuándo llegará la próxima crisis. Y de que Europa esté preparada para ello lo antes posible, preferiblemente en los próximos dos años. Es lo que la Comisión Europea busca con su Estrategia de Preparación de la Unión, presentada este miércoles, en la que propone una serie de “acciones” para reforzar y mejorar la respuesta europea a todos l...
No se trata de si habrá una nueva amenaza geopolítica o climática, sino de cuándo llegará la próxima crisis. Y de que Europa esté preparada para ello lo antes posible, preferiblemente en los próximos dos años. Es lo que la Comisión Europea busca con su Estrategia de Preparación de la Unión, presentada este miércoles, en la que propone una serie de “acciones” para reforzar y mejorar la respuesta europea a todos los niveles. Se trata de una serie de medidas para lanzar desde ahora mismo y hasta 2027 y que implican desde la ciudadanía a los militares, los gobiernos y las instituciones europeas.
“Europa debe ser más fuerte en todos los frentes y a todos los niveles de la sociedad”, ha subrayado la alta representante para Política Exterior y Seguridad de la UE, Kaja Kallas. En este sentido, la estrategia “proactiva” ahora presentada busca proporcionar una “imagen integral de las amenazas” que afronta la UE para “preparar a los ciudadanos, aumentar la cooperación civil-militar y trabajar más estrechamente con los aliados externos, incluida la OTAN”, ha esbozado como resumen de las propuestas. Entre otras indicaciones, se insta a los ciudadanos a asegurarse de que tienen reservas de agua, medicamentos, baterías y alimentos para subsistir al menos 72 horas sin ayuda externa en caso de crisis, ya sea una provocada por el ser humano o por la naturaleza.
“Las nuevas realidades requieren un nuevo nivel de preparación en Europa”, ha indicado al respecto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Las familias que viven en zonas inundables deberían saber qué hacer cuando sube el nivel del agua. Sistemas de alerta temprana pueden evitar que regiones acosadas por incendios pierdan un tiempo precioso”, ha ejemplificado, dejando claro que se trata de una estrategia que va más allá del discurso defensivo y de rearme —término que ella misma está abandonando— en que lleva imbuida la UE desde hace varios meses.
En total, la estrategia propone 63 acciones a todos los niveles, desde las instituciones europeas a los propios ciudadanos. Alrededor de la mitad están consideradas “clave”, como elaborar, este mismo año, una “estrategia europea de aprovisionamiento” de equipamientos de emergencia, medicamentos básicos o incluso de materias primas estratégicas que garanticen el funcionamiento de la industria, o unas guías armonizadas para el kit de 72 horas, tarea fijada para 2026. En cualquier caso, las medidas deberán estar lanzadas como tarde para 2027, según el calendario esbozado.
Unas fechas ajustadas que son, en sí, una muestra más del sentido de urgencia ante la multiplicidad de escenarios críticos —desde nuevas catástrofes climáticas como la provocada por la dana en Valencia el año pasado, a ciberataques, desinformación, acciones híbridas o incluso un escenario de guerra—que quiere imprimir Bruselas en todos los socios comunitarios. Sobre todo porque la percepción de la amenaza, como mostró un Eurobarómetro esta misma semana, no es igual en todos los países.
“Tenemos que pensar diferente porque las amenazas son diferentes y tenemos que pensar más a lo grande porque las amenazas son también cada vez mayores”, ha subrayado la comisaria de Preparación y Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, al presentar la estrategia en rueda de prensa en Bruselas.
Pero no se trata de generar alarma, sino de tener claro que los desafíos de todo tipo que afronta la ciudadanía hoy en día son de una magnitud tal que se requiere una actitud más proactiva que meramente reactiva de y una UE más preparada a todos los niveles.
“La idea no es asustar a la gente, sino dar tranquilidad a los ciudadanos europeos”, ha incidido la vicepresidenta para Derechos Sociales, Capacidades y Preparación, Roxana Minzatu. La rumana ha comparado las propuestas lanzadas como un “seguro” que se contrata para estar tranquilos de que, si pasa algo, se está cubierto, aunque la idea siempre sea que no vaya a pasar nada. Se trata de arreglar el tejado cuando hace aún hace sol, para estar listos cuando llegue la lluvia, ha ejemplificado.
La estrategia recalca la importancia de mejorar la coordinación a todos los niveles. Lo describe como un “paraguas” que debe garantizar una mejor coordinación y acción tanto entre gobiernos nacionales, regionales y locales como entre capitales y con las instituciones europeas y hasta extraeuropeas, como la OTAN. Pero Bruselas alerta de que también es necesario reforzar la coordinación entre los responsables civiles y los militares, entre el sector público y el privado —al fin y al cabo, por ejemplo las telecomunicaciones, clave en caso de crisis, están masivamente en manos privadas— o mejorar la capacidad de la UE para “gestionar y responder a emergencias”. Porque sea cual sea la crisis, es fundamental que las instituciones —desde gobiernos a escuelas, hospitales o las infraestructuras clave— sigan funcionando para garantizar los servicios básicos a los ciudadanos.
En toda esta preparación, también la ciudadanía tiene un papel clave: “La preparación es una responsabilidad colectiva”, señala al respecto la estrategia, que destaca la importancia de iniciar la concienciación al respecto “desde una edad temprana” —entre las “acciones” previstas se prevé la promoción de la preparación en programas de juventud como Erasmus, e integrar esta materia en las escuelas— y en todos los estratos sociales. De ahí que, más allá de proponer un kit para superar las primeras 72 horas de cualquier tipo de emergencia, Bruselas es enfática a la hora de indicar que se debe trabajar más con la ciudadanía para que esta participe activamente en los preparativos y sepa actuar llegado el momento.
“Tenemos que hablar con los ciudadanos de todas las generaciones, todos tienen que ser informados, equipados y entrenados para estar preparados, tienen que saber cómo reaccionar si se produce un apagón eléctrico, si viene un terremoto o una inundación, tienen que saber cómo asumir su propia responsabilidad”, ha señalado Minzatu.