El Gobierno de Netanyahu vota el acuerdo de alto el fuego en Gaza para que comience el domingo

El gabinete de seguridad recomienda su aprobación. Entre los 33 rehenes que serán entregados en la primera fase del pacto hay dos niños y tres mayores de 80 años. Los cazas israelíes bombardean la Franja con intensidad

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (en el centro), durante la reunión del gabinete de seguridad de Israel, este viernes, en una imagen de la oficina del primer ministro.Foto: Koby Gideon (Oficina del primer ministro israelí/EFE) | Vídeo: EPV

Pese a los retrasos y los temores, el alto el fuego en Gaza avanza para convertirse en realidad este mismo domingo. Primero, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, señaló en la madrugada de este viernes que su delegación en Doha y la del movimiento palestino Hamás habían firmado el acuerdo que los mediadores (Qatar, EE UU y Egipto) anunciaron el miércoles, pero que había quedado entonces sin rubricar ...

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Pese a los retrasos y los temores, el alto el fuego en Gaza avanza para convertirse en realidad este mismo domingo. Primero, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, señaló en la madrugada de este viernes que su delegación en Doha y la del movimiento palestino Hamás habían firmado el acuerdo que los mediadores (Qatar, EE UU y Egipto) anunciaron el miércoles, pero que había quedado entonces sin rubricar por diferencias de última hora. Este viernes, ha reunido a su gabinete de seguridad —que ha dado luz verde al acuerdo— y al Consejo de Ministros, que lleva reunido desde primera hora de la tarde y donde, a priori, cuenta con apoyos suficientes para salir adelante sin problemas; su aprobación es imprescindible para que entre en vigor. Mientras, los cazas israelíes siguen bombardeando la Franja con particular intensidad: han causado 116 muertos, en su mayoría mujeres y niños, desde el anuncio del acuerdo, según los servicios de emergencia de Gaza.

Si, como se da por hecho, el Ejecutivo en su conjunto da luz verde en su reunión de este viernes y no hay imprevistos, el canje de rehenes por presos palestinos comenzará el domingo, como estaba inicialmente previsto, ha precisado la oficina de Netanyahu. Entre uno y otro momento, mediará un plazo de 24 horas de presentación de alegaciones al Supremo que no debería de frenarlo. De hecho, se adelantó la votación a esta misma tarde (estaba inicialmente prevista para el sábado) para que el plazo comience a contar cuanto antes y el canje se materialice el domingo.

Listado

Este viernes han sido difundidos dos listados: el de los 33 rehenes que serán liberados en la primera fase del acuerdo y el de los primeros 95 reclusos palestinos que recuperarán la libertad el domingo.

Entre los rehenes hay dos niños de dos y cinco años y sus padres, así como tres mayores de 80 años. El domingo serán liberados los tres primeros de los 33. Se trata de mujeres, hombres de más de 50 años y los denominados “humanitarios”, como menores y enfermos. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha confirmado que dos son también sus nacionales. Hamás rechazaba incluir reservistas militares en esta primera fase, pero acabó cediendo.

No se sabe con seguridad cuántos están con vida. El movimiento islamista insistía en las negociaciones en que no podía averiguarlo por los constantes bombardeos y el riesgo de desvelar su paradero. Israel acabó por aceptar el canje sin saberlo a ciencia cierta y cree que es el caso de la mayoría, a diferencia de los soldados de la segunda fase, donde teme más cadáveres.

El número de presos palestinos excarcelados dependerá de cuántos rehenes estén con vida y oscilará entre casi 1.000 y 1.650. El Shin Bet, los servicios secretos israelíes en el país y en los territorios palestinos, pidió hace meses que la lista incluyese a gazatíes que las tropas israelíes detuvieron durante la invasión -en arrestos masivos y con las cárceles convertidos en centros de maltrato sistemático- y no hubiesen participado en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, así como a reclusos con enfermedades terminales o de avanzada edad, informa el medio de comunicación israelí Walla. También que no saliesen líderes de alto perfil, como Marwán Barghuti. Las excarcelaciones que preocupan más en Israel (condenados a décadas de prisión por delitos de sangre vinculados al conflicto) saldrán según avance el pacto.

Colonos excarcelados

El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, ha proporcionado este viernes a la derecha nacionalista religiosa que vertebra el movimiento colonizador de Cisjordania una contrapartida por el acuerdo de alto el fuego: la liberación de los colonos israelíes extremistas en detención administrativa (sin vista judicial ni cargos) como sospechosos de haber cometido actos violentos contra palestinos en Cisjordania. Son cinco, por 3.376 palestinos en la misma situación legal, a los que se suman otros 1.886 clasificados como “combatientes ilegales”, que también permite su detención sin cargos ni juicio, según datos de la organización israelí de derechos humanos Hamoked. “Mejor que las familias de los colonos judíos sean felices a que lo sean las familias de los terroristas liberados”, justificó. El ministro ya dejó formalmente en noviembre el uso de la detención administrativa solo para palestinos.

El Ministerio de Justicia de Israel ha publicado este viernes la lista de los primeros 95 presos palestinos que serán liberados. Son mujeres y menos de 19 años, ya que la ley militar israelí permite encarcelar a menores de incluso 12 años.

Durante el mes y medio que tiene previsto durar la primera fase, Israel iniciará además la retirada progresiva de sus tropas en Gaza y permitirá a los desplazados del norte de la Franja regresar a sus hogares (los que queden en pie).

Reparto de comida de ayuda humanitaria en Jan Yunis, en el sur de Gaza, este viernes.Hatem Khaled (REUTERS)

“Esperando que todos vuelvan a casa” (Yediot Aharonot), “Conteniendo al aliento” (Haaretz), “Esperándolos” (Israel Hayom). Los titulares de las ediciones en papel de los principales periódicos israelíes dan cuenta del estado de anticipación ante el regreso de los rehenes, que toca una de las fibras nacionales más sensibles y forma parte del ethos nacional.

No todos comparten el entusiasmo. El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, adelantó este viernes que dimitirá si se “aprueba e implementa” el “irresponsable” pacto, pero matizó que se asegurará de que Netanyahu sigue en el poder y que podría volver al Ejecutivo. El acuerdo, señaló, “liberará a cientos de terroristas con sangre en las manos que, cuando salgan, tratarán de matar al próximo judío” y “deshace todos los éxitos de la guerra que nos han costado tanta sangre”. También pidió detener por completo la entrada de agua, electricidad y ayuda humanitaria a Gaza para forzar a Hamás a entregar a todos los rehenes.

Cisjordania

La clave estaba, más bien, en la posición del ministro ultranacionalista con más poder: Bezalel Smotrich (Finanzas). Tras hasta cinco encuentros en dos días con Netanyahu, han llegado a un acuerdo para evitar la salida del Ejecutivo de su partido, Sionismo Religioso. Entre los objetivos de la guerra figura ahora “Reforzar la seguridad en Cisjordania”, cuya anexión defiende Smotrich. Aunque votará en contra, permanecerá en la coalición con el Likud (la formación de Netanyahu) y sus socios ultraortodoxos.

Smotrich, partidario de promover la despoblación de Gaza de palestinos y de reconstruir los asentamientos judíos, viene exigiendo retomar los bombardeos tras la primera fase del acuerdo, con 33 de los 98 rehenes ya en casa. Es una opción que temen los palestinos. A última hora del viernes, la televisión pública del país ha publicado un sondeo que muestra un 55% de apoyo entre los israelíes a cumplir el acuerdo hasta el final (un alto el fuego permanente), frente a un 27% que prefiere retomar los ataques tras la primera fase. Un 18% no se pronuncia. Sin embargo, entre los votantes de la coalición de Netanyahu, un 46% quiere cumplir solo la primera parte, por un 35% a favor de completarlo.

El objetivo expreso del pacto es convertir el alto el fuego en definitivo, pero su aplicación dependerá en la práctica de los acuerdos bajo cuerda entre Netanyahu y Donald Trump (que volverá a la Casa Blanca el próximo lunes y ha nombrado en puestos claves a hombres cercanos a la derecha israelí más extrema) en torno a cuestiones como bombardear de nuevo Gaza cuando considere que Hamás trata de reagruparse, cumplir la segunda parte del acuerdo o anexionarse el territorio ocupado de Cisjordania. Y, sobre todo, Irán, al que ambos dan gran importancia.

Una mujer pasa junto a un mural en una calle de Kfar Saba (Israel) que pide el regreso de los rehenes, este viernes.ABIR SULTAN (EFE)


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