Los ataques de Israel se cobran la vida de más de 200 reporteros en Gaza desde el 7 de octubre de 2023
Las asociaciones de periodistas consideran que el ejército israelí sitúa al colectivo en su punto de mira y piden protección a la comunidad internacional
Los incesantes bombardeos contra la franja de Gaza cuentan cada vez con menos periodistas para documentarlos. El pasado jueves, el ejército de Israel mató a cinco reporteros palestinos tras lanzar un proyectil contra su furgoneta, que se encontraba aparcada frente al hospital Al Awda, en el campo de refugiados de Nuseirat (centro de Gaza). Con ...
Los incesantes bombardeos contra la franja de Gaza cuentan cada vez con menos periodistas para documentarlos. El pasado jueves, el ejército de Israel mató a cinco reporteros palestinos tras lanzar un proyectil contra su furgoneta, que se encontraba aparcada frente al hospital Al Awda, en el campo de refugiados de Nuseirat (centro de Gaza). Con esas muertes, más de 190 reporteros palestinos han fallecido ya a manos del ejército israelí desde el ataque de Hamás del 7 de octubre del año pasado, según el Sindicato de Periodistas Palestinos. La oficina de medios de comunicación de Gaza eleva la cifra a 201. Se trata de un colectivo especialmente castigado en este conflicto, aunque el nivel de destrucción humana en Gaza va mucho más allá. En las últimas horas, al menos 43 civiles palestinos han muerto a resultas de varios ataques israelíes contra la Franja, uno de ellos contra un hospital. Eso eleva la cifra de víctimas mortales en Gaza desde el inicio del conflicto por encima de las 45.400.
Los últimos cinco periodistas palestinos muertos trabajaban para el canal de televisión Al Quds Al Youm, que ha difundido frecuentemente mensajes favorables a la Yihad Islámica. En una fotografía tomada tras el bombardeo, y que ha sido verificada por la agencia estadounidense Associated Press, se puede ver en llamas la furgoneta donde se hallaban los cinco reporteros y que estaba claramente marcada con la palabra Press (prensa, en inglés). Sin embargo, el ejército israelí ha asegurado tener información “fiable” de que las cinco personas fallecidas eran milicianos de la Yihad Islámica que “se hacían pasar por periodistas”.
Tanto el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), una organización internacional con sede en Nueva York, como el sindicato palestino han avalado que las cinco personas trabajaban como reporteros y han denunciado de manera contundente su muerte. “El ataque israelí contra su vehículo (...) significa que al menos nueve periodistas de Gaza han sido asesinados en menos de dos semanas. La comunidad internacional debe actuar ahora para proteger a los periodistas palestinos en Gaza y acabar con la impunidad de Israel”, ha declarado Carlos Martínez de la Serna, director del CPJ.
Sin embargo, a través de un mensaje en su cuenta en la red social X (antiguo Twitter), el ejército israelí ha defendido la acción, que se basa, según ese comunicado, en información proporcionada por los servicios de inteligencia. “Las Fuerzas Aéreas Israelíes han llevado a cabo un preciso ataque contra una célula terrorista de la Yihad Islámica dentro de un vehículo en el área de Nuseirat. Varios terroristas de la Yihad han sido eliminados”, reza la nota. El tuit ofrece como prueba un documento presuntamente elaborado por la Yihad en el que figuran los nombres de los cinco reporteros y en el que se les atribuye un rango militar dentro de la organización islamista.
Shuruq al Asad, una veterana periodista miembro de la ejecutiva del Sindicato de Periodistas Palestinos, considera que las evidencias recabadas durante los últimos meses despejan cualquier duda respecto a la voluntad de Israel de situar en su punto de mira a los periodistas palestinos. “Todas las sedes de medios de comunicación en Gaza, un total de 88, han sido bombardeadas, incluidas [las agencias internacionales] de Reuters y AP”, asevera Al Asad desde Ramala, en Cisjordania, a través de una conversación telefónica.
“Hay testimonios de amenazas directas por parte del ejército israelí a algunos colegas. A veces, les llaman o envían SMS o mensajes a las redes sociales y les ordenan detener su labor informativa”, añade. Las tropas israelíes que cercan y ocupan una parte de Gaza impiden la libre entrada de periodistas extranjeros en el territorio palestino, por lo que la única fuente de información sobre el terreno la proporcionan los reporteros palestinos. Actualmente, el sindicato cuenta con más de 1.700 periodistas afiliados en Gaza.
Tras el fracaso de la enésima ronda de negociaciones para un alto el fuego en Gaza celebrada la semana pasada en Doha, el territorio palestino padeció el viernes una nueva jornada marcada por la violencia. El ejército israelí asaltó el hospital Kamal Adwan, uno de los últimos que funcionaba casi a pleno rendimiento, provocando el incendio y la destrucción de buena parte de sus dependencias. La ofensiva obligó a evacuar a 350 personas entre personal médico y pacientes, poniendo en peligro la vida de muchos de ellos.
“Estamos presenciando cómo los civiles y el sistema de salud de Gaza son un objetivo [militar] (…) Es terrorífico a lo que están expuestos los hospitales de Gaza, y lo que observamos representa un castigo a la población”, ha declarado Margaret Harris, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otra agencia de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos, denunció el jueves que solo puede hacer llegar a Gaza un tercio de los alimentos necesarios para sostener a la población, víctima de un cerco que se ha estrechado durante los últimos días. De acuerdo con varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional y Human Rights Watch, existen suficientes pruebas como para concluir que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza.
La violencia también alcanza al territorio israelí. Una mujer de 83 años murió en Herzliya, un suburbio de Tel Aviv, al ser apuñalada por un hombre palestino de 28 años originario de la ciudad de Tulkarem, en Cisjordania. Según informó la agencia de inteligencia interior israelí, el Shin Bet, el atacante, que sufrió heridas de gravedad al ser reducido, había sido un informador suyo antes de ser transferido a territorio israelí.