Von der Leyen redobla el pulso para lograr un colegio de comisarios más paritario
La presidenta de la Comisión Europea apura los plazos para presentar a su equipo que, pese al revés inicial de los Estados, podría lograr finalmente el equilibrio de género
Madeleine Albright, la primera secretaria de Estado de Estados Unidos, solía decir que hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no apoyan a otras mujeres. No parece que Ursula von der Leyen vaya a acabar allí. Si la presidenta de la Comisión Europea se queda con las ganas de formar un equipo totalmente paritario para su nuevo mandato, no será por no intentarlo. Y tras la renuncia del candidato esloveno el pasado viernes, puede i...
Madeleine Albright, la primera secretaria de Estado de Estados Unidos, solía decir que hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no apoyan a otras mujeres. No parece que Ursula von der Leyen vaya a acabar allí. Si la presidenta de la Comisión Europea se queda con las ganas de formar un equipo totalmente paritario para su nuevo mandato, no será por no intentarlo. Y tras la renuncia del candidato esloveno el pasado viernes, puede incluso que alcance su tan peleado equilibrio de género.
La alemana está apurando todos los plazos, hasta la presentación, en principio el miércoles de esta semana, de su propuesta de colegio de comisarios. Y ha redoblado los esfuerzos (y presiones) para intentar equilibrar su futuro equipo pese a las difíciles cartas que le han dado los Veintisiete, que han ignorado ampliamente su petición de enviarle dos propuestas, una masculina y otra femenina, para poder conformar un Ejecutivo paritario.
De hecho, señalaba la propia Von der Leyen en los pasados días, si se hubiera conformado con las propuestas iniciales que recibió, habría tenido que trabajar con solo cuatro candidatas mujeres ―además de ella misma y la estonia Kaja Kallas, ya propuesta como próxima alta representante para Política Exterior de la UE―, frente a 21 hombres.
Tal como están las cosas, por el momento hay 16 hombres confirmados, frente a 9 mujeres, incluida la española Teresa Ribera. Eran incluso 17 los aspirantes masculinos, pero el esloveno, Tomas Vezel, retiró el viernes su candidatura, tras entrevistarse con Von der Leyen, “debido a diferentes posturas sobre el funcionamiento de la futura composición de la Comisión”, según informó el Gobierno de Robert Golob.
El Ejecutivo esloveno, que esa misma semana había reafirmado el apoyo al expresidente del Tribunal de Cuentas, ha adelantado que anunciará este lunes la nueva candidatura. Según el diario Delo, citado por la agencia Efe, podría ser una mujer, la diplomática Marta Kos.
“Toda mi vida política he luchado para que las mujeres tuvieran acceso a posiciones de toma de decisiones y de poder”, afirmó esta semana Von der Leyen ante los periodistas. “Según mi experiencia, si no pides algo, no te lo dan. No viene de forma natural”, agregó al señalar que ese es el motivo de que, al invitar a los países miembros a presentarle candidatos a comisario, pidiera explícitamente que le propusieran tanto un hombre como una mujer.
El problema es que solo Bulgaria le ha hecho caso. Aunque Von der Leyen no ha anunciado oficialmente con quién se queda, dio a entender que será con la candidata, Ekaterina Zaharieva, ya que mencionó que por el momento su equipo contaba con una cifra femenina de “dos dígitos”. Con Zaharieva, su equipo sumaría ya 10 mujeres: además de ella misma por Alemania y Kallas por Estonia, también Bélgica, Croacia, Finlandia, Portugal, Rumania, Suecia y España han propuesto a mujeres como comisarias.
Un equipo que podría seguir sumando mujeres hasta las 12 comisarias. Esta cifra superaría incluso el 40% de presencia femenina (11 titulares de cartera) fijado como barrera para el equilibrio de género y, así, quedarse a las puertas de la paridad total.
Von der Leyen “sigue trabajando intensamente”, decía el viernes su portavoz, Eric Mamer, en la composición de su equipo. Parte de los esfuerzos los centra en lograr también que Malta cambie de opinión y proponga a una mujer en vez de a su actual candidato, el asesor gubernamental Glenn Micallef, uno de los aspirantes considerados más débiles por su poca experiencia y reconocimiento internacional.
La presidenta de la Comisión ya ha ganado algunos de estos pulsos: Rumania también cambió esta semana a su candidato original, el eurodiputado Victor Negrescu, y propuso finalmente a una mujer, la también eurodiputada Roxana Minzatu. Otra de las grandes dudas, Bélgica, también decidió apostar por una mujer, la ministra de Exteriores en funciones, Hadja Lahbib, pese a que podía haber mantenido a su actual comisario, Didier Reynders, que era quien copaba las quinielas. Eslovenia podría ahora seguir sus pasos.
Pero aunque la alemana ha dejado claro que el equilibrio de género, en una Europa donde la mitad de la población son mujeres, es fundamental y “debe ser tomado en serio”, esta no es la única pieza que debe encajar para acabar el complejo puzle que supone formar equipo y distribuir carteras.
Equilibrio geográfico
Más allá de asegurarse que los candidatos son competentes —ese es el “primer criterio”, ha subrayado— para el puesto, también tiene que tener en cuenta el equilibrio geográfico y de carteras por regiones, además de la afiliación política, algo especialmente complicado en un futuro colegio con fuerte peso del Partido Popular Europeo (PPE), debido a la mayoría de gobiernos conservadores en estos momentos.
Von der Leyen “está acabando de organizar las cosas, viendo el perfil de cada uno de nosotros y de qué manera encajan las distintas familias políticas y prioridades”, confirmó la vicepresidenta tercera española, Teresa Ribera, que se entrevistó esta semana en Bruselas con la que podría ser su jefa y a la que, según varias fuentes europeas, la alemana podría darle la poderosa cartera de Competencia.
Antes de hacer públicos los nombres, Von der Leyen explicará su proyecto al Parlamento Europeo. La cita es este miércoles ante los líderes de los diferentes grupos políticos de la Eurocámara. El problema de la paridad ha sido uno de los temas que se han debatido también internamente entre los eurodiputados —que son los que deberán ratificar los nombres, y pueden rechazar algunos— en las próximas semanas.
El líder del PPE, el alemán Manfred Weber, defendió esta semana los esfuerzos de su compatriota y compañera de formación para lograr el equilibrio de género del que, afirmó, se ha convertido en “símbolo” en Europa. “Está claro que tiene una tarea difícil (…) está trabajando duro en materia de paridad, démosle la oportunidad de presentar a su equipo”, pidió.
Algo que al menos parte de los grupos políticos parecen dispuestos a hacer. Fuentes de los socialdemócratas S&D se dicen conscientes de cuánto está peleando Von der Leyen un equilibrio de género que tienen como estándar. También el holandés Bas Eickhout, copresidente de Los Verdes —formación que cumple a rajatabla la paridad— ha reconocido que la alemana “está haciendo todo lo que puede para lograr un mejor equilibrio”. “Veamos cuán lejos logra llegar. Luego, en el Parlamento, esto será una de las cosas que trataremos y sobre las que actuaremos. Pero veamos primero qué nos presenta y veremos. Tenemos un papel y lo desempeñaremos”, prometió.
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