Los refuerzos ucranios contienen el empuje ruso en el frente de Járkov
Zelenski visita la provincia donde el invasor ha abierto una nueva ofensiva y califica la situación de “extremadamente difícil”, pero “bajo control”
Los refuerzos están conteniendo el empuje ruso en el nuevo frente de Járkov. La ofensiva relámpago del invasor al norte de la segunda mayor ciudad ucrania, iniciada el 10 de mayo, ha sido frenada tras unos primeros días de rápido avance. Militares ucranios combatiendo en la zona confirman que batallones que estaban en la reserva han sido desplazados allí, pero EL PAÍS ha podido confirmar que también unidades de por lo menos dos brigadas q...
Los refuerzos están conteniendo el empuje ruso en el nuevo frente de Járkov. La ofensiva relámpago del invasor al norte de la segunda mayor ciudad ucrania, iniciada el 10 de mayo, ha sido frenada tras unos primeros días de rápido avance. Militares ucranios combatiendo en la zona confirman que batallones que estaban en la reserva han sido desplazados allí, pero EL PAÍS ha podido confirmar que también unidades de por lo menos dos brigadas que estaban combatiendo en el frente de Donetsk han sido trasladadas a Járkov.
El freno ruso confirmaría la tesis de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa ucranio de que el objetivo del enemigo es crear al norte de Járkov un nuevo foco de combates que reduzca efectivos en Donetsk. La meta principal de Moscú, según coinciden los principales centros de análisis militar occidentales, es conquistar el municipio de Chasiv Yar y avanzar hacia Prokovsk, ambas localidades en Donetsk. En estos dos sectores también ha bajado la intensidad del empuje ruso, lo que podría explicarse, según un oficial de la 23 Brigada Mecanizada ucrania que hasta hace pocos días combatía en Donetsk, porque están facilitando que el Estado Mayor desplace a más tropas hacia Járkov. Este militar, que pidió no aportar su nombre por seguridad, matizó que los combates en lugares como Chasiv Yar siguen siendo mucho más cruentos que en este sector de Járkov.
Este diario pudo comprobar que las fuerzas rusas han retrocedido hasta la periferia septentrional de Vovchansk, el principal municipio fronterizo al norte de Járkov, en buena parte también gracias a un inusual poder de artillería ucranio. Las Fuerzas Armadas Ucranias sufren un grave déficit de munición, y están pendientes de la llegada en mayores cantidades de proyectiles estadounidenses, pero en Vovchansk no se detecta esta carestía. Por la parte rusa, el fuego de sus obuses está destruyendo la ciudad en proporciones que recuerdan a la batalla de Bajmut de 2023 y que terminó con su conquista por parte de los ocupantes y la ciudad arrasada.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha visitado este jueves la ciudad de Járkov para analizar el desarrollo de los combates junto a sus mandos militares. El jefe de Estado ha reconocido que la situación es “extremadamente difícil”, pero que está “bajo control”. Pese a que la presión rusa en Vovchansk o en la vecina Liptsi ha podido contenerse, las autoridades se están preparando para una nueva ofensiva de las tropas del Kremlin en otro sector de la provincia de Járkov, en concreto sobre el pueblo fronterizo de Kozacha Lopan. La evacuación de los vecinos en esta comarca ya comenzó el miércoles.
Zelenski canceló esta semana su agenda de viajes internacionales, incluida una visita oficial a España, alegando la necesidad de permanecer en su país en este momento crítico. El presidente se reunió también con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksander Sirski, que el 11 de mayo relevó al general al frente de la defensa de la provincia de Járkov tras el rápido avance ruso. Ha sido especial motivo de polémica, por las críticas militares sobre el terreno, la supuesta falta de fortificaciones defensivas en la región, pese a que desde principios de mayo se advertía de un inminente avance del enemigo desde la provincia rusa de Bélgorod. En los 20 kilómetros desde Vovchansk hacia la ciudad de Járkov prácticamente no hay nuevas trincheras construidas. El contraste es evidente respecto a otras regiones, como la vecina provincia de Sumi, donde Rusia también amenaza con abrir un nuevo frente, o en Zaporiyia, donde hay nuevas líneas de defensa fortificadas y antiblindados.
La ciudad de Járkov también es el principal foco de ataques de las fuerzas aéreas rusas, que se producen a diario. Zelenski reclamó esta semana al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que su Gobierno les suministre por lo menos dos nuevas baterías de defensas antiaéreas Patriot para proteger Járkov. El Estado Mayor ucranio ha informado de que es precisamente la falta de sistemas antiaéreos lo que está permitiendo el intenso uso de bombardeos de la aviación rusa en este frente.
El ejército ruso está utilizando a conciencia munición de racimo, especialmente letal en zonas urbanas con población civil. El sonido de explosiones de esta munición son recurrentes en el frente de Vovchansk. Cerca de este municipio, un centro de atención de evacuados del pueblo —quedan menos de 300 habitantes— fue atacado el miércoles por una bomba de racimo, hiriendo a cinco personas, entre ellas al alcalde Tamaz Gambarashvili. El enviado especial de este diario estuvo en el lugar pocas horas antes del ataque. El lugar ya tuvo que ser abandonado de urgencia el miércoles después de que los servicios de inteligencia ucranios advirtieran que habían interceptado un mensaje militar del invasor transmitiendo las coordenadas del sitio para ser atacado. En los dos días de trabajo en la zona, EL PAÍS ha recogido el testimonio de por lo menos tres convoyes de evacuados atacados por drones rusos.
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