La flotilla a Gaza pide a Turquía que permita su partida: “No hacerlo sería colaborar con el bloqueo israelí”

Tres barcos fletados por ONG pretenden llevar más de 5.000 toneladas de ayuda humanitaria y material sanitario a la franja palestina

La activista propalestina Huwaida Arraf, este jueves a bordo del Akdeniz, un barco parte de la Flotilla de la Libertad, en Estambul.Dilara Senkaya (REUTERS)

La Flotilla de la Libertad, una coalición que agrupa a una docena de organizaciones de diferentes países, ultima el acondicionamiento de tres barcos que pretende fletar a Gaza con más de 5.000 toneladas de ayuda humanitaria y la intención de romper el bloqueo israelí a la franja de territorio palestino. Cientos de activistas han llegado y llegarán durante el fin de semana a Estambul para embarcar en la Flotilla, entre ellos la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, la diputada esp...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Flotilla de la Libertad, una coalición que agrupa a una docena de organizaciones de diferentes países, ultima el acondicionamiento de tres barcos que pretende fletar a Gaza con más de 5.000 toneladas de ayuda humanitaria y la intención de romper el bloqueo israelí a la franja de territorio palestino. Cientos de activistas han llegado y llegarán durante el fin de semana a Estambul para embarcar en la Flotilla, entre ellos la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, la diputada española Martina Velarde (Podemos), la diputada del Parlamento extremeño Nerea Fernández (IU) y la ex-diplomática estadounidense Ann Wright. Sin embargo, tras sufrir varios retrasos, la partida de la Flotilla es incierta y se desconoce si el Gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan permitirá que leve anclas.

“Estamos evaluando todas las circunstancias, que todas las instalaciones del barco estén listas, y las condiciones políticas aquí”, dijo este viernes Ann Wright, coronel retirada y exmiembro del Departamento de Estado de EE UU, en una rueda de prensa en los astilleros de Tuzla (Estambul). No permitir que zarpe la Flotilla, equivale “a colaborar con el bloqueo ilegal de Israel a Gaza”, añadió la abogada y activista palestino-estadounidense Huwaida Arraf: “Y no creemos que eso es lo que quiera hacer el Gobierno turco”.

Los activistas de la Flotilla denunciaron que el bloqueo naval impuesto por Israel a Gaza desde 2009 es “una violación de la legislación internacional” que supone “un castigo colectivo” a la población civil y, por tanto, constituye un “crimen de guerra”. Y de ahí su intención de romperlo para llevar ayuda humanitaria y material sanitario. Un buque mercante está siendo cargado en el puerto de Alejandreta (sur de Turquía). Y en el estambulí de Tuzla, se están llevando a cabo los últimos arreglos de dos ferries de pasajeros en los que viajarán entre 500 y 600 activistas. Aproximadamente la mitad de ellos serán turcos y el resto de organizaciones y campañas solidarias con Palestina, de una treintena de países, desde Canadá a Malasia, Noruega o Sudáfrica.

“Los expertos dicen que puede que cueste más vidas la hambruna y las enfermedades que se están generando [en Gaza] por la falta de alimentos y material sanitario, que incluso los miles de asesinados por bombardeos [de Israel]”, dijo Velarde en declaraciones a la prensa: “Y por eso estamos aquí, porque este viaje no tendría que producirse si la comunidad internacional y los gobiernos que la componen no estuviesen mirando hacia otro lado. Nos parece increíble que la comunidad internacional no esté obligando a Israel a cumplir con la orden de la Corte Internacional de Justicia en defensa de los derechos humanos y que, además, no se estén cumpliendo ninguna de las resoluciones de las Naciones Unidas”.

Negociaciones con Ankara

Entre los principales promotores de esta Flotilla de la Libertad 2024 está la organización humanitaria turca IHH, de ideas islamistas, que Israel prohibió en 2008 por su supuesta vinculación a los Hermanos Musulmanes. En 2010, soldados israelíes asaltaron en aguas internacionales el Mavi Marmara, uno de los barcos que componían la flotilla fletada por IHH y otras organizaciones desde Turquía, matando a nueve activistas turcos (seis de ellos “ejecutados sumariamente” según un informe del comité de Derechos Humanos de la ONU). El incidente llevó a la ruptura en la práctica de las relaciones diplomáticas entre Turquía e Israel, que solo se retomaron con normalidad casi seis años después, cuando Israel pidió perdón por el asalto y se comprometió a pagar 20 millones de dólares a los familiares de las víctimas a cambio de que Turquía desistiese de procesar a los presuntos culpables. Pese a la rabia que despertó la actuación israelí, el Gobierno de Erdogan no permitió que una nueva Flotilla partiese en 2011 desde Turquía.

Entonces se probó a zarpar desde Grecia. Sin embargo, varios buques sufrieron sabotajes y el resto fueron bloqueados en puerto por las autoridades helenas. En años sucesivos se hicieron otros intentos, pero a todos se les impidió la partida o fueron interceptados por las autoridades israelíes.

“Una de las razones de esta rueda de prensa es asegurarnos de que el Gobierno turco sepa cuánta gente ha llegado ya [a Estambul] y de la importancia de esta misión. Así que apelamos a que permita a este barco partir”, dijo Wright a EL PAÍS, que atribuyó los retrasos a las presiones de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea a Turquía: “Todo lo que queremos es llevar ayuda humanitaria a una gente que se está muriendo de hambre. No queremos barcos militares que nos protejan, pero sí pedimos a los gobiernos que garanticen nuestro derecho a ir”.

Una fuente turca que participa en la organización de la Flotilla explicó a este diario que parte de los retrasos que se han ido produciendo en la fecha de salida —se esperaba que partiese este fin de semana y ahora se baraja el martes o miércoles de la semana que viene— a reparaciones de última hora en los barcos, pero también reconoció las dudas del Ejecutivo turco: “El Gobierno todavía no se ha decidido, no nos dice que podemos partir, pero tampoco nos ha dicho que nos lo prohíbe”. Otra fuente, en este caso de IHH, confirmó a EL PAÍS que aún se están produciendo “negociaciones” con Ankara.

Erdogan se encuentra en una posición delicada, pues su Gobierno intenta presentarse como mediador en el conflicto. Pero, al mismo tiempo, las bases de votantes le reclaman que sus críticas a las masacres de palestinos por parte de Israel sean secundadas por acciones. Hay “mucha presión” de los sectores más islamistas, reconoce una fuente gubernamental. De hecho, el propio presidente turco dio a entender en una reunión de su partido que la cuestión de Gaza les había costado votos en las recientes elecciones municipales, que venció la oposición.

Según fuentes de seguridad citadas por la televisión israelí Canal 12, el Gobierno israelí se está preparando para “todo tipo de escenarios” en caso de la llegada de la Flotilla, pero manifestaron que esperan que finalmente se “posponga de forma indefinida”.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En