El confidente acusado de falso testimonio contra Biden tiene lazos con la inteligencia rusa
Los fiscales creen que Smirnov trata de interferir en las elecciones estadounidenses con sus mentiras al FBI sobre el presidente
Rusia aparece 170 veces en un documento de 28 páginas registrado este martes ante el juzgado de Las Vegas (Nevada) que se ocupa de la imputación de un informante del FBI por falso testimonio contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su hijo, Hunter Biden. Los fiscales describen los contactos que dicho informan...
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Rusia aparece 170 veces en un documento de 28 páginas registrado este martes ante el juzgado de Las Vegas (Nevada) que se ocupa de la imputación de un informante del FBI por falso testimonio contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su hijo, Hunter Biden. Los fiscales describen los contactos que dicho informante, Alexander Smirnov, ha mantenido con la inteligencia rusa. Basándose en los documentos del sumario, los demócratas creen que el régimen de Vladímir Putin ha intentado interferir reiteradamente en las elecciones estadounidenses y que quiere seguir haciéndolo.
“Como se ha señalado, las fuerzas del orden conocen los contactos de Smirnov con funcionarios afiliados a la inteligencia rusa porque el propio Smirnov informó de varios de esos contactos a su encargado del FBI. Como se describe más adelante, estos contactos son amplios y muy recientes, y Smirnov tenía la intención de reunirse con uno de estos funcionarios en su próximo viaje previsto al extranjero”, dice el escrito de los fiscales, que creen que el acusado debería permanecer en prisión preventiva mientras se tramita el caso.
El confidente del FBI, ahora acusado de falso testimonio y de fabricar pruebas, ha sido utilizado por los republicanos como ariete contra los Biden. El documento que recogía su declaración, en la que decía que Joe y Hunter Biden habían recibido cada uno cinco millones de dólares de soborno de la empresa ucrania Burisma, sirvió para justificar la apertura de una investigación contra el presidente para someterle a un posible juicio político (impeachment). Una vez demostrada su falsedad, los republicanos siguen con su acoso contra el mandatario.
El documento de los fiscales dice que Smirnov “promovió una nueva narrativa falsa después de decir que se reunió con funcionarios rusos”. Aseguran que el propio acusado “admitió que funcionarios asociados a la inteligencia rusa participaron en la difusión de una historia” sobre Hunter Biden.
“Los contactos de Smirnov con funcionarios rusos afiliados a los servicios de inteligencia no son benignos”, añaden en otro punto los fiscales. Aseguran que “los servicios de inteligencia rusos interceptaron varias llamadas realizadas por personas destacadas de Estados Unidos que el Gobierno ruso podría utilizar como kompromat [para chantaje] en las elecciones de 2024, dependiendo de quiénes sean los candidatos”.
El equipo que firma el escrito está dirigido por el fiscal especial David Weiss, que fue nombrado por Donald Trump y que ha logrado la imputación de Hunter Biden por la presunta compra y posesión ilegal de un arma y por supuestos delitos fiscales. Ese fiscal, sin embargo, suscribe ahora que “Smirnov sigue esforzándose por difundir desinformación sobre un candidato de uno de los dos principales partidos de Estados Unidos”, en referencia a Joe Biden.
Y añade: “El tribunal debería tener en cuenta esta conducta también a la hora de evaluar sus antecedentes y características personales. Lo que esto demuestra es que la desinformación que está difundiendo no se limita a 2020. Está difundiendo activamente nuevas mentiras que podrían afectar a las elecciones estadounidenses después de reunirse con funcionarios de inteligencia rusos en noviembre. A la luz de este hecho, existe un grave riesgo de que huya con el fin de evitar la rendición de cuentas por sus acciones”.
El juez Daniel Albregts, sin embargo, ha desoído las peticiones de prisión preventiva y ha permitido que Smirnov quedara en libertad bajo vigilancia electrónica con un dispositivo localizado por GPS. Al salir del juzgado, iba con el rostro tapado para que no se le reconociese.
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