Dmitro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania: “Putin no quiere un conflicto congelado ni la paz”
El político confía en que la Unión Europea aprobará la entrega para su país de los 50.000 millones de euros que en diciembre no se logró aprobar por el veto de Hungría
Dmitro Kuleba (Sumi, 42 años) se muestra profundamente convencido de que Ucrania “prevalecerá”. Pero cuando el apoyo occidental parece flaquear y la guerra de Rusia contra Ucrania se ha convertido en una batalla de desgaste, el ministro de Exteriores del Gobierno de Volodímir Zelenski insiste en que el sostén a Kiev es el apoyo también a la democracia y trata de reiniciar en sus aliados ese sentido de urgencia que se mantuvo el primer año de la invasión rusa. “Ucrania debería ...
Dmitro Kuleba (Sumi, 42 años) se muestra profundamente convencido de que Ucrania “prevalecerá”. Pero cuando el apoyo occidental parece flaquear y la guerra de Rusia contra Ucrania se ha convertido en una batalla de desgaste, el ministro de Exteriores del Gobierno de Volodímir Zelenski insiste en que el sostén a Kiev es el apoyo también a la democracia y trata de reiniciar en sus aliados ese sentido de urgencia que se mantuvo el primer año de la invasión rusa. “Ucrania debería ser asunto de unión y no de división”, remarca en una entrevista que tiene lugar el jueves en el Ministerio de Exteriores, rodeado de sacos terreros ante una guerra que va camino de cumplir 700 días. “Ucrania debe ganar esta guerra. Rusia debe perder. Y todo el pensamiento político debería centrarse en lograr este objetivo”, dice el ministro, que insiste en que Putin no está interesado en congelar en conflicto ni en la paz, que todo lo demás es ruido y que ninguno de los aliados de Ucrania ha puesto esas opciones sobre la mesa. La UE volverá a debatir el 1 de febrero sobre el salvavidas financiero de 50.000 millones de euros para Ucrania, bloqueado por el húngaro Viktor Orbán, mientras otro paquete similar sigue congelado en Washington. Kuleba cree que los fondos llegarán. “No tenemos un plan B”, insiste.
Pregunta. Estamos ante un año con enormes desafíos, elecciones en medio mundo —EE UU, comicios al Parlamento Europeo, en varios países de la UE—. Ucrania y el sostén que se brinda es y será un tema importante para las campañas. ¿Teme que Ucrania se convierta en rehén de las luchas políticas internas, como ya vemos en Washington?
Respuesta. Bueno, sería muy corto de miras que las fuerzas políticas de cualquier país convirtieran la agresión rusa contra Ucrania en un tema de debate interno. Porque no se trata de la cuestión de Ucrania, sino de la agresión rusa contra Ucrania y todo el mundo democrático. Y todas las fuerzas democráticas que participan en campañas y elecciones deberían darse cuenta. Rusia no conoce la democracia, no respeta la democracia. Y si Rusia prevalece, si el estilo político ruso se vuelve dominante, no habrá elecciones reales, no habrá una verdadera democracia. Y esto definitivamente no es algo que estas fuerzas políticas estén buscando. Derrotar a Rusia en Ucrania redunda en el mejor interés estratégico de las naciones europeas, norteamericanas y de otras naciones del mundo. Así que Ucrania debería ser un asunto de unión y no de división.
P. ¿Esos políticos lo saben?
R. Si asumimos que todos los políticos son inteligentes y que miran estratégicamente, entonces deben saberlo, sí.
P. Estados Unidos tiene unos 61.000 millones de dólares (55.000 millones de euros) en fondos para Ucrania pendientes de aprobación por el bloqueo fundamentalmente de los republicanos. ¿Qué pasará si no llega ese dinero?
R. Seguiremos luchando con los recursos que tenemos a nuestro alcance, porque para el mundo está en juego la democracia, la seguridad y la prosperidad. Para Ucrania está en juego su propia existencia como nación. Si se decide suspender o retener el apoyo ahora, debido a la falta de recursos, Rusia podría tener éxito en el campo de batalla y romper las líneas. Entonces habrá que reanudar el apoyo, porque llegará una reacción pública muy fuerte a favor del sostén a Ucrania. Y los mismos políticos que decidieron retener ese apoyo decidirán brindarlo, pero en circunstancias extremas. Así que incluso desde una perspectiva racional, desde una política puramente realista, tiene más sentido brindar asistencia ahora para evitar una crisis en el futuro.
P. La UE no logró aprobar en diciembre 50.000 millones de euros para Ucrania por el veto de Hungría. La cúpula de la Unión dice que con una fórmula u otra los fondos llegarán. ¿Tiene confianza en ello?
R. Tengo bastante confianza y tengo una interpretación ligeramente diferente de lo que pasó en diciembre. No creo que esta decisión no se haya adoptado debido al veto de Hungría, la decisión se pospuso para intentar evitar el veto de Hungría y dar un mes más para negociar y llegar a un acuerdo para una posición basada en el consenso. Pero existe una clara comprensión y unanimidad entre 26 miembros, todos menos Hungría, de que esta ayuda se proporcionará de una forma u otra. Así que veamos cómo termina.
P. ¿Y si se retrasan los fondos?
R. Entonces nuestra ministra de Finanzas tendrá que demostrar otra vez la magia de su gestión.
P. ¿Tienen un plan de respaldo por si esos fondos no llegan?
R. No tenemos un plan B. Desde fuera quizá se ve y se piensa diferente, se puede hablar de planes A, B y C, se pueden publicar artículos y documentos de análisis, pero aquí dentro tenemos que poner toda la energía y poder intelectual en una cosa: hacer que el plan A funcione.
Reunión entre Zelenski y Orbán
P. Ahora sondean ustedes una reunión entre el presidente Volodímir Zelenski y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que se percibe como cercano a Rusia.
R. Estamos trabajando en ello, propusimos una reunión entre Orbán y Zelenski para repasar la agenda y resolver todos los temas, porque si hablamos puramente de intereses nacionales húngaros, creo que es más que evidente que tener una estrategia para una Ucrania en paz, democrática y europea redunda en beneficio de Hungría. Puedes hablar con Putin, hacer negocios con él, pero no creo que Hungría quiera tener a Rusia como vecino.
P. Efectivamente, Hungría hace negocios con Rusia y Orbán se ha reunido con Putin.
R. Hacen negocios porque esa es la política del primer ministro Orbán. Dado que Hungría es el único país de la Unión que mantiene un diálogo con Rusia, a nivel de líderes y ministros de Exteriores, creo que es cuestión de la UE analizar cómo se alinea eso con las políticas de la Unión, y no cuestión nuestra.
P. En diciembre, la UE acordó abrir negociaciones de adhesión con Ucrania. En las instituciones comunitarias se habla cada vez más de un modelo de integración gradual para los nuevos miembros. ¿Qué opina?
R. Cada ampliación de la UE supuso un esfuerzo, hubo voces críticas que decían que no era la forma de evolucionar y que en vez de expandir la UE, habría que buscar una integración profunda. Pero cada ampliación supuso un aumento de la prosperidad y la seguridad de Europa. Y ahora volvemos a pisar ese mismo terreno. Ucrania es un actor importante, un país grande, y hay una diferencia entre integrar un país menor y un país más grande. Pero si pensamos en esta ampliación en términos comerciales, Ucrania es un gran mercado, un gran contribuyente al impulso de las industrias europeas y, además, es la guardia del flanco oriental de Europa. Es bueno debatir sobre el impacto de la integración. La adhesión es una cuestión de compromisos. Hay que lograr un equilibrio entre las reglas y prácticas existentes y el nuevo miembro, pero estoy seguro de que el beneficio estratégico que traerá la adhesión de Ucrania a la UE superará cualquier voz negativa.
P. ¿Ucrania estaría dispuesta a una de esas formas de integración gradual, por ejemplo, primero el mercado único y otros programas e ir avanzando hasta una membresía completa?
R. No aceptaremos ninguna cuasi membresía, ni membresía suspendida ni ninguna membresía de plan B. Pero para ser justos, ser miembro significa la participación en la toma de decisiones —Comisión Europea, Parlamento, y todas las demás estructuras—y el acceso al mercado común, que ya está recogido en nuestro acuerdo de asociación con la Unión. Puedes estar dentro de la UE y no ser miembro de la zona Schengen o la unión monetaria. La propia naturaleza de la UE prevé cierta integración gradual, pero no aceptaremos escenarios alternativos sin el acceso al mercado único y la participación política, que están en el centro mismo del concepto de membresía.
P. ¿Tienen algún cronograma?
R. A la gente le gusta hacer planes, pero ya sabe el dicho: cuando la gente hace planes, Dios se ríe.
P. Últimamente hemos leído sobre supuestas intenciones de Rusia de congelar el conflicto y de que Putin querría negociar. ¿Es una forma de enviar a Ucrania un mensaje para que se rinda?
R. Putin no quiere ni un conflicto congelado ni la paz. Aquellos que sugieren un conflicto congelado argumentan que actúan en el mejor interés de Ucrania y del mundo, pero en realidad están ayudando a Putin e ignorando lo que es la Rusia de hoy. Entre 2014 y 2022 [durante la guerra de Donbás, en el este de Ucrania] celebramos casi 200 rondas de conversaciones con Rusia, lo cual ya era un conflicto congelado de facto. Lo intentamos. Establecimos y anunciamos 20 altos el fuego y las negociaciones interminables acabaron con la invasión a gran escala de Putin. Hay guerras en las que un lado debe ganar y el otro debe perder. Y la agresión rusa contra Ucrania es ese tipo de guerra. Ucrania debe ganar. Rusia debe perder. Y todo el pensamiento político debería centrarse en lograr este objetivo.
P. ¿Alguno de sus aliados ha sugerido congelar el conflicto?
R. No está sobre la mesa, nuestros aliados no nos piden negociar con Rusia para congelar la guerra, ni cuando nos hemos sentado con las delegaciones, ni en reuniones cerradas en formato reducido. No es algo que nadie pueda atreverse a poner sobre la mesa como opción. Lo demás es solo ruido.
P. La UE y el G-7 avanzan para trazar un esquema que permita a Ucrania recibir los beneficios de los activos rusos congelados, pero algunos países aún tienen muchas dudas legales sobre ello. ¿Es solo un debate o Ucrania terminará por recibir esos fondos para financiar la reconstrucción?
R. Sucederá al 100%, la pregunta es hasta qué punto, porque hay tres elementos: los activos congelados en sí, los beneficios sobre los activos e impuestos sobre esos beneficios. Pero sucederá porque tiene sentido que Rusia debe pagar. Y hay suficientes activos congelados para abordar la reconstrucción de Ucrania. Calculamos que la cantidad total de activos congelados equivale a más del 80% de nuestra demanda de recuperación. Podemos reconstruir escuelas, hospitales, infraestructuras a expensas del país que las destruyó.
P. ¿Sucederá antes de que la guerra termine?
R. No se puede obtener todo en un día, requiere un proceso. Creo que los primeros fondos procedentes de esos activos congelados llegarán antes del final de la guerra, pero tenemos que construir un sistema integral para resolver las cuestiones legales, mecanismos financieros y de transparencia. Es un instrumento legal, regulatorio y financiero complicado. Pero aunque algunos tengan dudas, esta decisión habrá que tomarla porque es la decisión más natural de todas.
P. La UE ha aprobado 12 paquetes de sanciones, Estados Unidos tiene las suyas, pero ustedes han explicado que se han hallado piezas y componentes fabricados en Occidente en armas que Rusia ha usado para atacar Ucrania. ¿Por qué sigue sucediendo?
R. Sucede gracias a los esquemas de elusión de las sanciones. Desafortunadamente, Rusia ha construido formas de recibir repuestos y algunos materiales que necesita para su industria de defensa —incluida la producción de misiles y drones— de varias partes del mundo, también de países europeos y norteamericanos. Estamos trabajando muy a fondo con nuestros socios para cerrar esta ruta. Es vergonzoso ver que Rusia todavía logra eludir las sanciones en lo que respecta al suministro de repuestos. Necesita construir misiles y cohetes que dispara contra Ucrania, destruye nuestra infraestructura y los países de origen de esas piezas luego ayudan a Ucrania a recuperarse y a reconstruir esta infraestructura. Tenemos que romper este círculo vicioso. No digo que estos países estén haciendo la vista gorda ante Rusia, ante las compras rusas o frente a la entrega de estas piezas de repuesto como resultado de una actividad puramente comercial, pero los gobiernos de los países deben intensificar sus esfuerzos para cerrar estas rutas de elusión.
Conferencia de paz en Latinoamérica
El ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, destaca la importancia de buscar el entendimiento con Latinoamérica.
Pregunta. El presidente Zelenski visitó Argentina. ¿Cómo son las relaciones con América Latina, donde hay varios países con buenas relaciones con Rusia desde los tiempos soviéticos?
Respuesta. Lo pondré en una perspectiva más amplia. Tenemos un caso de guerra. Hay más de 50 miembros en la coalición que apoya a Ucrania, y hay cuatro o cinco miembros en la coalición que apoya abiertamente a Rusia. El PIB combinado de Ucrania y sus aliados es 21 veces mayor que el de Rusia y sus aliados. La fuerza es evidente. Y luego hay docenas de países en el medio que se comportan de manera diversa, que tienen su propia comprensión del equilibrio y la neutralidad. E incluso dentro de Latinoamérica, hay países con diferentes entendimientos. Y hay algo que solemos ver, cuando al ejército ucranio le va bien en la línea del frente de batalla y hace retroceder a los rusos, esos países en posiciones intermedias prefieren no recordar abiertamente su equilibrio hacia Rusia, le dan la espalda. Al final, la posición de la mayoría de estos países intermedios depende de la situación en el campo de batalla. Por eso, veo que la fuerza impulsora de la política mundial hoy son los soldados ucranios, porque si les va bien en el campo de batalla, entonces tendremos más países inclinándose hacia nosotros. Si no, se quedarán donde están y mostrarán sus relaciones con Rusia. Mi trabajo como ministro de Exteriores es también asegurarme de que este soldado tenga todo lo que necesita para desempeñarse bien en el terreno.
P. Se ha hablado de una conferencia de paz en la región. ¿Avanza la idea?
R. La visita del presidente Zelenski a Argentina, a América Latina, la primera en décadas de un líder ucranio, es un claro recordatorio de que apreciamos la relación con esta región y buscamos una asociación respetuosa y mutuamente beneficiosa. Y daremos seguimiento a esta visita a Argentina, donde el presidente Zelenski se vio con los líderes de Paraguay, Uruguay, y estamos trabajando con Brasil. Y seguiremos trabajando con ellos para dar un impulso a que sus actitudes no dependan enteramente de la situación en el campo de batalla, sino para que se den cuenta de que la victoria de Ucrania redunda en sus intereses estratégicos, porque lo que Ucrania defiende, por lo que lucha, son cosas que los latinoamericanos pueden entender muy bien: respeto a las fronteras, respeto a la soberanía y resolución de conflictos por medios pacíficos. Este es el idioma universal que la gente de Latinoamérica entiende muy bien.
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