La oposición venezolana celebra unas primarias con las que busca rival para Maduro en las elecciones de 2024
El Gobierno no ha puesto facilidades a la hora de organizar una consulta en la que María Corina Machado parte como gran favorita
La oposición venezolana le busca rival a Maduro. Veintiún millones de venezolanos eligen en las urnas este domingo en Venezuela y en el exterior entre 10 candidatos en una consulta en la que parte como gran favorita la conservadora María Corina Machado. Estas primarias se celebran después de que el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición acordasen esta semana en Barbados respetar el calendario constitucional y celebrar las elecciones presidenciales...
La oposición venezolana le busca rival a Maduro. Veintiún millones de venezolanos eligen en las urnas este domingo en Venezuela y en el exterior entre 10 candidatos en una consulta en la que parte como gran favorita la conservadora María Corina Machado. Estas primarias se celebran después de que el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición acordasen esta semana en Barbados respetar el calendario constitucional y celebrar las elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024. Un día después, Estados Unidos alivió las sanciones al sector petrolero y del gas hasta dentro de seis meses, lo que solo se ampliará si Maduro continúa dando pasos para restaurar la democracia en el país y permite que un candidato de la oposición pueda disputarle realmente el poder.
El camino hasta llegar a la celebración de esta consulta ha sido largo y accidentado. El Gobierno no ha puesto facilidades para su celebración, al mantener una actitud ambigua con el Consejo Nacional Electoral (CNE), solo ofreciendo su ayuda a última hora. Al final, los propios opositores, apoyados por los partidos y la sociedad civil, se han encargado de la logística, lo que ha sembrado muchas dudas. Se vota en 3.010 centros y 5.134 mesas de votación en Venezuela, y en 28 países, entre los que están Alemania, Colombia, México, Irlanda, Noruega, España y Estados Unidos. El despliegue es mayúsculo y las dificultades no son pocas. Los venezolanos en su país que quieran participar deberán buscar su centro de votación en una página web a la que solo puedan acceder a través de VPN, ya que los prestadores de servicios de internet han bloqueado el acceso.
La oposición nunca ha logrado mantenerse unida frente al chavismo, y las primarias no han sido la excepción. Uno de los opositores más renombrados del país, Henrique Capriles, renunció hace dos semanas alegando que se encuentra inhabilitado y no puede presentarse a las presidenciales. Otro partido, Fuerza Vecinal, propuso que se suspendiera la consulta. Los hay que también han decidido no unirse a este propósito y han anunciado que se presentarán por su cuenta, como Manuel Rosales, gobernador del Zulia, un opositor que convive pacíficamente con el chavismo. El Gobierno, a lo largo de estos 20 años en el poder, primero con Hugo Chávez y después con Maduro, se ha visto beneficiado por las continuas disputas internas entre los opositores.
La más que probable victoria de Machado abre otros muchos interrogantes. La política recibió un veto de la controloría hace unos meses que le impide lanzarse como candidata a las presidenciales. ¿Qué ocurrirá si gana? En el acuerdo de Barbados se dice que se promoverá la autorización “a todos los candidatos y partidos políticos” para que puedan participar en las elecciones de 2024, pero a su vez se advierte que eso será “siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos por la ley”. Los analistas creen que, bajo ningún concepto, el chavismo permitirá que Machado se enfrente en unas elecciones a Maduro, que puntúa a la baja en las encuestas. Y menos en una en la que habrá observadores internacionales, como se ha acordado. La idea es que en unas elecciones libres y justas, Maduro llevaría todas las de perder, por lo que persisten las dudas sobre los avances reales de estos últimos acuerdos.
La estrategia de Barinas
Una parte de la oposición cree que la mejor opción para sortear las sanciones es aplicar la estrategia de Barinas, la región natal de Hugo Chávez en la que un partido opositor ganó por sorpresa en las elecciones regionales de finales de 2021. El ganador, Freddy Superlano, fue inhabilitado con carácter retroactivo y el Tribunal Superior de Justicia mandó repetir las elecciones. El asunto era más que simbólico porque el candidato chavista era Jorge Arreaza, exyerno de Chávez. Los opositores fueron presentando candidatos del círculo de Superlano y, uno por uno, fueron siendo incapacitados de forma exprés por el CNE, la estrategia del chavismo para sacarse de encima competidores.
Al final fue aceptado uno, Sergio Garrido, que se enfrentó en enero de 2022 a Arreaza. Y le ganó. Se demostró que lo importante no era el nombre de la papeleta, sino que la oposición fuera unida. Esos opositores que creen que esa táctica —ir presentando nombres hasta que el chavismo se vea obligado a aceptar uno— podría ser exitosa, no saben la postura que va a tomar Machado, si se apartará si no es habilitada o impedirá que alguien la sustituya. Tampoco ha quedado claro que si ella estuviera impedida finalmente de inscribirse como candidata su puesto lo ocuparía el segundo en las primarias.
La consulta no ha tenido el viento a favor. Los organizadores han tenido muchos impedimentos a la hora de establecer los centros de votación. Hay lugares que están siendo reubicados por presiones del Gobierno a las instituciones que los han prestado. Se prevé, además, que sea un día de lluvia, por lo que podrían estar en peligro los puntos de votación que estén en la calle y no tengan un toldo. Y también hay problemas con la cobertura mediática. El Sindicato Nacional de la Prensa ha denunciado que periodistas y directores de medios radioeléctricos han recibido presiones para que a partir del viernes en la noche suspendieran sus limitadas coberturas sobre el proceso. En cualquier caso, en los últimos sondeos realizados por Delphos hace una semana, un 66,7 % de la población dijo estar dispuesta a acudir a los comicios de este domingo, aunque de ese grupo solo 20% dijo tener alta o muy alta probabilidad de hacerlo.
Las primarias llegan en un momento de apertura en Venezuela. Estados Unidos ha tendido la mano a Maduro con el levantamiento parcial de sanciones que ayudarán, sin duda, a mejorar la maltrecha economía local. En su día, el presidente venezolano dijo que no habría elecciones libres en 2024 si el país no estaba liberado de sanciones. Ahora que Washington ha dado un primer paso, le toca mover ficha a Maduro. Horas después de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro autorizara las transacciones relacionadas con las operaciones del sector petrolero y gasista, Maduro liberó a cinco presos políticos, entre ellos el periodista Roland Carreño, que llevaba tres años encarcelado. El acercamiento entre los dos países incluye de forma tácita que el chavismo respete las primarias y que haga lo propio con las presidenciales del año que viene.
En esa contienda, debe haber un candidato opositor de consenso que salga de la consulta de este domingo. Sería la primera vez en 10 años que los opositores se presentan unidos para derrotar al chavismo. Queda por ver si en esas elecciones competirán con garantías y en igualdad de condiciones —algo que se antoja poco probable—, pero al menos ellos habrán hecho su trabajo. Esta vez, no concurrir para no hacerle el juego al chavismo, lo que ocurrió en las parlamentarias 2020, no ha sido una opción.
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