Los aspirantes republicanos luchan por recortar distancias con Trump en el segundo debate
Asa Hutchinson, exgobernador de Arkansas, no pudo reunir los requisitos para el evento que se celebra este miércoles en la Biblioteca Reagan de California entre siete contrincantes
Con cuatro imputaciones a cuestas y una ficha policial histórica, Donald Trump no ha hecho más que alargar su distancia rumbo a la candidatura republicana en 2024. El polémico expresidente planea saltarse nuevamente el segundo debate entre los aspirantes a la nominación, que se llevará a cabo la tarde de este miércoles en la Biblioteca Ronald Reagan, de California. El gobernador de Florida, ...
Con cuatro imputaciones a cuestas y una ficha policial histórica, Donald Trump no ha hecho más que alargar su distancia rumbo a la candidatura republicana en 2024. El polémico expresidente planea saltarse nuevamente el segundo debate entre los aspirantes a la nominación, que se llevará a cabo la tarde de este miércoles en la Biblioteca Ronald Reagan, de California. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ocupa un lejano segundo lugar en los sondeos, intentará frenar su desplome en un escenario que se mantiene abarrotado con siete políticos que luchan por restar algunos de los más de 40 puntos que Trump aventaja.
El encuentro de esta tarde, 18.00 del Pacífico estadounidense, ha perdido a un candidato. Asa Hutchinson, exgobernador de Arkansas, quien estuvo en el debate de agosto en Milwaukee, no cumplió con los requisitos necesarios para repetir. El comité nacional del partido elevó la barrera en un esfuerzo por reducir el número de contendientes. Para aparecer en el escenario de Simi Valley, una ciudad a 65 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, es necesario tener al menos un 3% en dos encuestas nacionales y haber recibido dinero de 50.000 donadores repartidos en 20 estados, por lo menos.
Donald Trump supera con creces estas dos condiciones, pero se ha negado a avalar la tercera: que los candidatos perdedores respalden al triunfador de las primarias. Por esto, el exmandatario no figura como invitado por la organización. Ni falta le hace. El expresidente domina con tal holgura a sus rivales que en las encuestas entre los republicanos locales supera el 50% de las preferencias. Las campañas de sus rivales más cercanos han preferido invertir en otros Estados donde la competencia es más reñida. Trump visitará el viernes la ciudad de Anaheim, al sureste de Los Ángeles, para un evento de recaudación de fondos.
Los que sí han superado el corte para estar este miércoles en el escenario son el exvicepresidente Mike Pence; el gobernador DeSantis; la exembajadora de Trump en Naciones Unidas, Nikki Haley, el senador de Carolina del Sur Tim Scott; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie; el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum y el empresario Vivek Ramaswamy, quien robó protagonismo al mandatario de Florida y se convirtió en la figura principal del primer debate.
La cita en California será una nueva oportunidad para que los políticos recorten distancias con Trump. En lugar de hacer una ronda de sombra con sus contrincantes, el expresidente estará en Detroit con los obreros de la industria automotriz que están en huelga. En el primer debate, el expresidente sacaba, en promedio, unos 35 puntos de ventaja a DeSantis. El margen ha crecido a 40. En el sondeo de la cadena NBC, el gobernador de Florida ha perdido seis puntos en tres meses (16% en septiembre), mientras que Nikki Haley ha pasado de 4% a 7% en el mismo periodo. Una encuesta de la semana pasada elaborada por Fox Business, los organizadores del debate, colocan a Trump con 46%, DeSantis con 15%; Haley con 11% y Ramaswamy con 7%. El Washington Post y ABC sitúan al empresario de origen indio de 38 años en apenas 3%.
Haley, la única mujer en la competencia, llega a California reforzada. La exgobernadora de Carolina del Sur ha repuntado en las muestras demoscópicas entre los votantes conservadores. También salió bien parada tras el encuentro de Milwaukee, donde incluso citó a Margaret Thatcher. Su equipo aseguró que en los tres días posteriores al primer debate su campaña recaudó un millón de dólares, un hito en su camino rumbo a las primarias.
Las cadenas televisivas Fox y Univisión son las organizadoras. El debate será transmitido en exclusiva en streaming por Rumble, una polémica red social vinculada a la derecha radical. Algunos han criticado que el comité nacional del partido haya elegido esta plataforma como altavoz del evento. Los líderes del partido apostaron por esta compañía en un esfuerzo por alejarse de las grandes tecnológicas, que son blanco de ataques del partido. Rumble, fundada en 2013, ha estado involucrada en escándalos, porque su laxa política de moderación permite la publicación de videos extremistas, racistas o de teorías de conspiración, vinculadas a QAnon.
La economía será el tema principal, de acuerdo con los organizadores. Los políticos debatirán con el conflicto laboral de Detroit como telón de fondo. Los equipos de campaña de los siete asistentes, sin embargo, dan por descontado que la guía es solo un formalismo. Habrá espacio para saltar a otras de las preocupaciones entre los votantes conservadores con la esperanza de convertir a la causa a los trumpistas. El botín es muy alto. California representa 169 delegados en los comicios de las primarias republicanas del 5 de marzo de 2024, conocido como el Súper Martes. Uno de los temas que se espera que saldrá a flote es el control de la frontera. Agosto registró el mayor número de cruces ilegales de familias en los últimos cuatro años, una cifra que dará munición al puñado de aspirantes que han pedido militarizar el territorio que colinda con México y hasta decretar el uso de la fuerza para disminuir el poder de los cárteles del narcotráfico.
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