Menos comisarios y rebajas en las reglas de mayorías: Alemania y Francia señalan la ruta para la próxima ampliación de la UE
Un informe de expertos encargado por los gobiernos de París y Berlín propone reformas radicales para absorber a los nuevos Estados miembros
Ruedan cada vez más engranajes para preparar la próxima gran ampliación de la UE. Alemania y Francia apuntan a una hoja de ruta de reformas necesarias de la Unión para absorber a los nuevos Estados miembros. Un informe de un grupo de expertos encargado por París y Berlín marca algunos de esos cambios radicales. Las dos capitales señalan, entre otros, a una reforma presupuestaria, vincular los pagos a los socios de forma más estricta al cumplimie...
Ruedan cada vez más engranajes para preparar la próxima gran ampliación de la UE. Alemania y Francia apuntan a una hoja de ruta de reformas necesarias de la Unión para absorber a los nuevos Estados miembros. Un informe de un grupo de expertos encargado por París y Berlín marca algunos de esos cambios radicales. Las dos capitales señalan, entre otros, a una reforma presupuestaria, vincular los pagos a los socios de forma más estricta al cumplimiento del Estado de derecho, avanzar hacia un sistema de votación por mayorías en vez de por unanimidad en el Consejo Europeo y reducir el número de comisarios.
Las secretarias de Estado para Asuntos Europeos de Alemania, Anna Lührmann, y de Francia, Laurence Boone, han presentado este martes el estudio, que diseña la forma en la que deberían entrar los nuevos miembros (hay ocho candidatos). París y Berlín recomiendan que estas adhesiones se hagan por grupos en una Unión que no tenga un representante en forma de comisario por cada Estado y que incluya una redistribución de puestos en el Parlamento para que su tamaño no sea inabarcable. Al igual que ha hecho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el informe apunta que algunas reformas pueden hacerse con los nuevos países integrados para favorecer una ampliación más rápida. Por ejemplo, a la hora de plantear cambios en los tratados, admite que la opción más ortodoxa, convocar una conferencia intergubernamental, tiene el riesgo de generar divisiones, y plantean otras cinco opciones para hacer más fáciles los cambios.
“La cuestión de la ampliación ya no trata de sí o no, ni de cuándo; sino de cómo”, ha señalado la francesa Boone al presentar el documento. Le ha secundado su colega alemana: “Hay que hacer las reformas necesarias”.
El texto también plantea un cambio sustancial sobre los votos y los mecanismos de tomas de decisión: propone restringir los temas en los que es necesaria la unanimidad para tomar decisiones y dejarlo solo para política exterior, de defensa y seguridad. Se quedaría fuera sí otros asuntos como las decisiones sobre impuestos. Si bien se contemplan ciertas prevenciones para disipar temores en los Estados medianos y pequeños, por ejemplo, que la mayoría cualificada actual pase del doble requisito del 65% de población y 55% de Estados a un doble 60%.
La hoja de ruta franco-alemana insiste mucho en el Estado de derecho, un elemento “central” de los valores europeos, ha explicado Lührmann. Este tema se ha convertido en los últimos años en un elemento de enfrentamiento entre varios de los últimos miembros en entrar en la Unión (principalmente Polonia y Hungría) y los socios más antiguos. “Es un principio constitucional no negociable para el funcionamiento de la UE [...]. La UE no puede funcionar sin reciprocidad, confianza mutua y sin que todos sus miembros se adhieran a sus principios. El informe formula varias recomendaciones para reforzar la capacidad de la UE de proteger y reforzar el Estado de derecho, reforzar la condicionalidad presupuestaria y perfeccionar el artículo 7 del Tratado de la UE mediante una revisión del Tratado”, apunta en referencia a los dos mecanismos sancionadores más graves para los Estados díscolos, ahora de uso muy difícil, casi imposible en ese artículo 7, que contempla la suspensión del derecho de voto.
El documento no es un texto oficial que comprometa la posición de sus gobiernos en un proceso de ampliación, han recalcado Boone y Lührmann. Lo han encargado y apadrinado en la presentación, pero lo que buscan con él es estimular el debate. No es un informe de Estado, pero eso implica también que tiene gran vuelo porque se trata de un informe externo de un equipo de sabios.
Más de 30 países a partir de 2030
Lührmann ha explicado que las dos altos cargos han entregado este martes a sus colegas, en el Consejo de Asuntos Generales de la UE, el documento que encargaron en enero y ha generado una discusión “animada y positiva”. “El consenso general es que hace falta este debate”, ha añadido la alemana. Ambas, después de admitir que habían remitido el documento la noche anterior a los demás Estados miembros, han apuntado que el Consejo Europeo de Granada del próximo 6 de octubre será un buen momento para abrir el debate. La Comisión Europea tiene previsto presentar para esta cita un informe sobre la evolución de la candidatura de Ucrania para su ingreso en la Unión.
“Admitiendo la complejidad de las diferentes visiones de los Estados miembros para la UE, este informe recomienda una reforma flexible de la UE y del proceso de ampliación. Subraya la necesidad inmediata de mejorar la funcionalidad de la UE [...]. Las reformas más sustanciales ―incluyendo la preparación de la revisión de los tratados― debería implementarse durante la próxima legislatura (2024-2029)”, escriben el grupo de expertos, liderado por la alemana Daniela Schwarzer y el francés Olivier Costa.
El objetivo sería tener lista a la UE para comenzar con el proceso de ampliación en 2030 ―una fecha de la que ya habló el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel― y poder llegar a un club que agrupara “a más de 30 países”. “Las instituciones y los mecanismos de decisión no están diseñadas para un grupo de hasta 37 países”, introduce el texto, lo que quiere decir que además de los seis países balcánicos que están en la puerta (Serbia, Albania, Bosnia, Montenegro, Macedonia del Norte y Kosovo), los tres de la zona más al este (Moldavia, Ucrania y Georgia), también se contempla a Turquía. No obstante, las propias propuestas que lanzan los expertos plantea cuatro niveles de integración europea: una de integración más profunda como la zona euro y Schengen, otra más cercana a lo que hoy son Los 27, “un círculo más amplio de miembros asociados, con la participación en el mercado único y una adhesión a principio comunes” y una cuarta que sería la Comunidad Política Europea.
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