El Papa censura la vía militarista y pide a la UE “iniciativas valientes de paz” para acabar con la guerra en Ucrania

Francisco ahonda en Lisboa en su discurso contra la desigualdad y los mercados “que producen riqueza, pero no la distribuyen”

El Papa conversa con el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, este martes en el palacio de Belén, en Lisboa.TIAGO PETINGA / POOL (EFE)

El primer discurso del Papa en Lisboa ha sido este miércoles un baño de política con un tirón de orejas a la Unión Europea incluido. “En el océano de la historia estamos ahora en una tempestad. Son necesarias iniciativas valientes de paz. Europa debe ofrecer caminos para poner fin a los conflictos en Ucrania y en otras partes del mundo”, ha reclamado Francisco en el auditorio del Centro Cultural de Belén, donde le escuchaban políticos, diplomáticos y representantes de...

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El primer discurso del Papa en Lisboa ha sido este miércoles un baño de política con un tirón de orejas a la Unión Europea incluido. “En el océano de la historia estamos ahora en una tempestad. Son necesarias iniciativas valientes de paz. Europa debe ofrecer caminos para poner fin a los conflictos en Ucrania y en otras partes del mundo”, ha reclamado Francisco en el auditorio del Centro Cultural de Belén, donde le escuchaban políticos, diplomáticos y representantes de la sociedad civil portuguesa, apenas tres horas después de aterrizar en la base aérea de Figo Maduro, adonde llegó por la mañana para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa.

El día que el pontífice reservó para las reuniones institucionales con las autoridades lusas quedó marcado por un mensaje crítico hacia las decisiones de la UE, a la que censuró por el aumento del gasto militar producido tras la invasión rusa en Ucrania. “Las armas más sofisticadas no bastan porque no son una inversión para el futuro. Se invierte mucho en las armas y no se invierte mucho en el futuro de los hijos”, lamentó en una intervención leída en italiano.

Después de recordar que el Tratado de la UE recoge el compromiso para promover la paz —”no son solo palabras, está en el tratado”— y ensalzar el papel de los padres fundadores de la UE por soñar “a lo grande”, el Papa apeló a la “vieja Europa” para ayudar a pacificar el Mediterráneo, África y el Oriente Próximo y reclamó que use su “creatividad para apagar los focos de guerra”.

El Papa oficia la misa multitudinaria junto al parque Tajo de la Jornada Mundial de la Juventud, este domingo en Lisboa.AFP
Los voluntarios de la JMJ se refrescan antes de la misa en Lisboa, este domingo.POOL (via REUTERS)
Miembros de la iglesias participan en la homilía oficiada por el papa Francisco.MIGUEL A. LOPES / POOL (EFE)
"La próxima JMJ será en Asia, será en Corea del Sur, en Seúl", ha subrayado el Papa Francisco, entre el aplauso de los jóvenes presentes, entre los que había grupos de surcoreanos ondeando sus banderas.VATICAN MEDIA (via REUTERS)
Un cura lee antes del inicio de la homilía. ANTONIO COTRIM / POOL (EFE)
De izquierda a derecha, el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas; el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa; la esposa del primer ministro, Fernanda Tadeu, y el primer ministro, António Costa, durante la misa que despidió este domingo la JMJ en el Parque del Tajo, en Lisboa.ANTONIO COTRIM / POOL (EFE)
Asistentes a la misa multitudinaria del Papa para clausurar la Jornada Mundial de la Juventud, este domingo en Lisboa.ANTONIO COTRIM / POOL (EFE)
Francisco oficia la misa del JMJ en Lisboa, este domingo. GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
Miles de peregrinos abandonan el Parque del Tajo tras la misa oficiada por el Papa este domingo en la JMJ en Lisboa.Pool (Getty Images)
El Papa saluda durante su visita al centro social parroquial Serafina, el viernes.THOMAS COEX (AFP)
El papa Francisco escucha la confesión de un participante en el encuentro de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el viernes.VATICAN MEDIA (AFP)
El pontífice comparte un almuerzo con los participantes en la reunión de jóvenes católicos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el viernes en Lisboa.VATICAN MEDIA (AFP)
Francisco celebra el Sacramento de la Reconciliación con los jóvenes en la Plaza del Imperio, el viernes en Lisboa. GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
El papa Francisco llega al Parque Eduardo VII para asistir a la ceremonia de acogimiento, para su primer contacto con los peregrinos, el jueves en Lisboa.Ana Brigida (AP)
El Papa durante la ceremonia de acogimiento, celebrada el jueves, en el Parque Eduardo VII de Lisboa.PEDRO NUNES (REUTERS)
Jóvenes saludan al Papa durante su llegada al Parque Eduardo VII, el jueves en Lisboa.Gregorio Borgia (AP)
El pontífice es recibido por los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud, el jueves en Lisboa.PEDRO NUNES (REUTERS)
El papa Francisco, durante la reunión con un grupo de 15 jóvenes peregrinos de Ucrania, el jueves.VATICAN MEDIA (via REUTERS)
El Papa riega un olivo durante su visita a Cascais, el jueves durante la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa. ANTONIO COTRIM (REUTERS)
El papa Francisco es recibido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, frente al Palacio de Belém en Lisboa.TIAGO PETINGA / POOL (EFE)
El Papa es asistido en el Monasterio de los Jerónimos, antes de su reunión con los miembros de la iglesia portuguesa, el miércoles.PEDRO NUNES (REUTERS)
Varios periodistas se acercan al libro de honor, para leer las palabras escritas por el Papa, el miércoles en el Palacio de Belém en Lisboa. ANDRE KOSTERS / POOL (EFE)
El papa Francisco durante el discurso que ha pronunciado en el centro Cultural de Belèm, ante un millar de personas después de reunirse con el presidente del país, el miércoles.GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
Jóvenes aplauden al Papa durante su ruta por Lisboa, tras su encuentro con el presidente de Portugal, el miércoles. JOSE SENA GOULAO / POOL (EFE)
El Papa conversa con el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, el martes en el palacio de Belén, en Lisboa.TIAGO PETINGA / POOL (EFE)
Un peregrino vierte agua a un sacerdote en una fuente cerca del Monasterio de los Jerónimos mientras esperan al Papa, el miércoles.VIOLETA SANTOS MOURA (REUTERS)
El papa Francisco junto al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, firma el libro de honor, el miércoles en el Palacio de Belém, en Lisboa. Leonardo Negrao (DPA vía Europa Press)
El Papa saluda desde su coche tras aterrizar en Lisboa el miércoles. PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)
Agentes de la seguridad vigilan la Base Aérea de Figo Maduro, donde ha aterrizado el papa Francisco, el miércoles en Lisboa.Pool (Getty Images)
Fieles saludan al Papa tras su llegada a Lisboa, este miércoles.MIGUEL A. LOPES / POOL (EFE)
Cardenales esperan en el Palacio de Belém de Lisboa al papa Francisco. JOSE SENA GOULAO (EFE)
El papa Francisco es recibido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, en la Base Aérea de Figo Maduro, el miércoles en Lisboa.PEDRO NUNES (REUTERS)
La multitud celebra la llegada del Papa a Lisboa, el miércoles. JOSE SENA GOULAO (EFE)
El papa Francisco embarca en el avión para volar hasta Lisboa, el miércoles, en el aeropuerto Fiumicino de Roma.YARA NARDI (REUTERS)
Un grupo de monjas españolas participa en la Jornada Mundial de la Juventud, en los alrededores del Monasterio de los Jerónimos, el martes.Ana Brigida (AP)
Fila de confesionarios instalados para los peregrinos que llegan a la Jornada Mundial de la Juventud en un parque de Lisboa, el martes.Ana Brigida (AP)
Un peregrino de la Jornada Mundial de la Juventud sostiene una bandera LGBT frente al Monasterio de los Jerónimos en Lisboa, el martes.Ana Brigida (AP)
Peregrinos llegan al aeropuerto de Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, en Lisboa, el 30 de julio de 2023.MIGUEL A. LOPES (EFE)
Personas cantan canciones cristianas durante una vigilia en la Jornada Mundial de la Juventud, en un mirador de Lisboa, el 28 de julio. Armando Franca (AP)
Un pastelero elabora galletas con la imagen del Papa Francisco en la pastelería Balcao do Marques de Lisboa, el 28 de julio.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)
Un grupo de monjas, durante el atardecer en el mirador del Santuario de Cristo en Almada, Lisboa, el 28 de julio.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)

El pontífice, que utiliza una silla de ruedas la mayor parte del tiempo y excepcionalmente una muleta, ahondó en los mensajes de las causas que ha abrazado desde que llegó al Vaticano en 2013, como la lucha contra el cambio climático o la desigualdad. Sobre lo primero recordó la gravedad de la cuestión ambiental: “Los océanos se calientan y están llenos de plásticos, la situación muestra hasta qué punto estropeamos la casa común. ¿Cómo podemos cuidar a los jóvenes si no le damos un ambiente para que puedan construir el futuro?”.

Sobre lo segundo destacó las dificultades de los jóvenes para acceder a la vivienda, a un empleo o formar una familia: “La buena política puede intervenir para dar más esperanza. Es necesario corregir desequilibrios económicos de un mercado que produce riqueza, pero no la distribuye”. En la Unión Europea viven 95,3 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, según datos de Eurostat publicados hace un mes. España es el cuarto país con más población en esa situación (un 26%), mientras que Portugal ha mejorado su situación (20%) en los últimos años y está por debajo de la media comunitaria (21,6%).

Críticas a la ley portuguesa de eutanasia

En un discurso repleto de alusiones elogiosas a la historia y cultura portuguesas, el Papa también mostró su malestar por la reciente aprobación de la ley de eutanasia, que atravesó un largo calvario legislativo por los sucesivos vetos del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. Después de dos años de trabas, dos visitas al Tribunal Constitucional y dos bloqueos del jefe de Estado, la ley fue promulgada el pasado mayo, aunque no entrará en vigor mientras el Gobierno no desarrolle su reglamento. El primer ministro, el socialista António Costa, asistió en primera fila a los reproches de Francisco: “¿Hacia dónde navegáis, Europa y Occidente, con el descarte de mayores, los muros de alambre de púas, las mortandades en el mar y las cunas vacías? ¿Hacia dónde vais si, ante el tormento de vivir, os limitáis a ofrecer soluciones rápidas y equivocadas como el acceso fácil a la muerte?”, interpeló.

Un cartel que protesta contra la pederastia en la Iglesia portuguesa, colocado en Lisboa durante la visita del Papa. Carlota Ciudad (EFE)

No hubo en esta primera intervención referencias a las víctimas de abusos sexuales de la Iglesia, a pesar de que tiene previsto un encuentro con algunas de ellas. En diferentes puntos de Lisboa, Loures y Oeiras, donde se desarrollarán los eventos de la Jornada Mundial de la Juventud, a la que está prevista la asistencia de más de un millón de peregrinos, se han instalado grandes carteles que recuerdan la pederastia con un lema en inglés: “4.800 menores abusados por la Iglesia católica en Portugal”. La iniciativa se ha sufragado mediante una colecta improvisada a través de Twitter en los últimos días. Una de ellas, ubicada en Algés (Oeiras), fue censurada y cubierta con una lona negra. Otros colectivos han aprovechado la visita papal para sus reivindicaciones, como los médicos, que han protagonizado dos jornadas de huelga, y un centenar de policías, que se han concentrado este miércoles frente al palacio de Belén para exigir mejores salarios.

En su defensa de la cohesión social, Francisco ha apostado por invertir más en sanidad y educación que, a su juicio, “no puede limitarse a distribuir nociones técnicas del progreso”. Antes de ser aplaudido con los asistentes en el Centro Cultural de Belén en pie, el pontífice citó en varias ocasiones a autores portugueses como Luis de Camões, Fernando Pessoa o Sophia de Mello Breyner Andresen. Sin duda, la referencia más simbólica de todas ha sido la que dedicó al escritor José Saramago, en el pasado tan denostado por el Vaticano tras la publicación del libro El Evangelio según Jesucristo, que incluso fue atacado tras su muerte como “un populista extremista” en L’Osservatore Romano.

Ya hacia el final de su primer discurso en Lisboa, mientras defendía la idea de fraternidad, Francisco se apoyó en esta cita del único Nobel de Literatura del idioma portugués: “Lo que da verdadero sentido al encuentro es la búsqueda; y es preciso caminar mucho para alcanzar lo que está cerca”.

El Papa saluda a los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud durante su primer día en Lisboa. MIGUEL A. LOPES / POOL (EFE)

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