La agencia nuclear de la ONU alerta del hallazgo de minas en la central nuclear de Zaporiyia

El organismo ya halló explosivos anteriormente. Moscú, que ocupa la planta, justifica la colocación por motivos militares

La central nuclear de Zaporiyia, el 27 de junio.Libkos (AP)

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) alertó a última hora de este lunes de que sus operarios han hallado minas en el entorno de la central nuclear de Zaporiyia (sur de Ucrania), la mayor instalación de este tipo de Europa, según un comunicado. No es la primera vez. Rusia afirma que la colocación de estos explosivos se debe a motivos militares, según ha informado el director de este organismo, el argentino R...

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El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) alertó a última hora de este lunes de que sus operarios han hallado minas en el entorno de la central nuclear de Zaporiyia (sur de Ucrania), la mayor instalación de este tipo de Europa, según un comunicado. No es la primera vez. Rusia afirma que la colocación de estos explosivos se debe a motivos militares, según ha informado el director de este organismo, el argentino Rafael Grossi. El Gobierno de Kiev denuncia desde el mes pasado que Moscú, que ocupa la central, dispone de un plan para hacerla estallar la planta y sitúa en ese contexto la colocación de explosivos, sobre la que han advertido el presidente, Volodímir Zelenski, y el jefe de la inteligencia militar, Kirilo Budanov.

Tanto el OIEA como Estados Unidos han rebajado en las últimas semanas la alarma generada por las autoridades de Kiev. “Como informé con anterioridad, el OIEA ha tenido conocimiento de la colocación anterior de minas fuera del perímetro del sitio y también en lugares particulares del interior. Nuestro equipo ha comunicado este hallazgo específico a [los responsables de] la planta y les han dicho que es una decisión militar, y en un área controlada por militares”, comentó Grossi. “Durante un paseo realizado el 23 de julio, el equipo del OIEA vio algunas minas situadas en una zona colchón entre las barreras perimetrales internas y externas del lugar. Los expertos informaron de que estaban situadas en un área restringida a la que el personal operativo de la planta no puede acceder y estaban de espaldas al sitio. El equipo no observó ninguna dentro del perímetro interior del sitio durante el paseo”, señala el texto del comunicado del OIEA.

Hace ahora un mes que Ucrania alertó de que Rusia disponía supuestamente de un plan ya “redactado y aprobado” para atentar contra la central. El jefe de la inteligencia militar aseguró en una entrevista concedida a The New Statesman que las fuerzas de ocupación rusas habían colocado minas en el estanque que permite enfriar la planta. Budanov también dijo que los rusos habían movido vehículos con explosivos hacia cuatro de los seis reactores. Kiev acusó a Moscú de preparar una “provocación” y de haber colocado “objetos similares a artefactos explosivos” en los techos de los reactores tres y cuatro. El Kremlin advirtió, por su parte, de un posible “acto subversivo” ucranio con “consecuencias catastróficas”.

Ante estas acusaciones cruzadas, el OIEA pidió un mayor acceso al lugar para verificar los hechos de manera “independiente y objetiva”. Estados Unidos no veía, sin embargo, un peligro inminente. Tampoco la denuncia del OIEA advertía de que Vladímir Putin pudiera dar la orden de provocar una explosión.

La central nuclear de Zaporiyia, el 15 de junio.ALEXANDER ERMOCHENKO (REUTERS)

En todo caso, la ciudad de Zaporiyia ha acogido desde entonces varios simulacros y entrenamientos para prepararse ante el escenario de un accidente o ataque que recuerde al sufrido por la central de Chernóbil, al norte de Kiev, en 1986. Fuentes sanitarias reconocen también que entre las posibilidades que manejan prevén que haya que disponer de un gran número de camas si algo ocurre en la planta nuclear o en sus alrededores.

Coincidiendo con el anuncio de la agencia de la energía atómica, que depende de Naciones Unidas y tiene sede en Viena, los reactores número cuatro y cinco fueron puestos en estado de parada, según dijo la administración de la planta desde Moscú. “Con el fin de realizar una inspección técnica programada del equipo de la unidad de energía número cinco, la gerencia de la planta de energía nuclear de Zaporiyia decidió transferirla al estado de apagado en frío”, anunciaron los responsables en su canal de la red social Telegram. “Y para proporcionar vapor para las propias necesidades de la estación, la planta del reactor de la unidad de potencia número cuatro se transfirió al estado de apagado en caliente”, añadieron.

La empresa estatal ucrania de energía nuclear, Energoatom, criticó el hecho de que Rusia hubiera puesto en parada caliente ese reactor número 4, al considerar que contraviene, según la compañía, la legislación del país. “El 24 de julio de 2023, pese a las demandas de la Comisión Nacional Reguladora de la Energía Atómica y de Energoatom, el reactor número 4 de la ocupada planta nuclear de Zaporiyia fue puesto en parada caliente”, alertó la compañía, al tiempo que insiste en que “estas acciones son una violación flagrante de los requerimientos de la licencia para operar esta instalación nuclear”. “Actualmente, la unidad número 4 de la central debe ser operada exclusivamente en parada fría”, dice el comunicado citado por la agencia Efe.

Rusia mantiene ocupada la planta desde los primeros días de marzo de 2022 y el lugar no ha dejado de estar en todo este tiempo en primera línea no solo de combate, sino de la polémica. Se trata de uno de los puntos más sensibles y peligrosos de los invadidos por tropas del Kremlin en toda Ucrania. El miedo de Kiev se incrementó especialmente desde que a principios de junio, y según los indicios y varias investigaciones, Rusia presuntamente volara otra instalación crítica de Ucrania, la presa de Nova Kajovka. Ya ese mismo mes, el OIEA dijo que sabía de la existencia de minas cerca del estanque de la central y que en el pasado esos artefactos se colocaron fuera del perímetro de la planta y en varias ubicaciones del interior que, según el personal de las instalaciones, tenían carácter “defensivo”.

La planta se levanta a orillas del río Dniéper en una región cuyo territorio de 27.000 kilómetros se halla en un 66% en manos de los invasores. En medio de la polémica, una misión del OIEA fue autorizada a permanecer de forma continuada dentro de la planta, aunque no dispone de libertad de movimientos y ha de someterse a las decisiones de los ocupantes rusos. La última vez que el director de ese organismo, el argentino Rafael Grossi, visitó las instalaciones fue el pesado mes de junio.

Zaporiyia es, además, uno de los principales frentes en los que el ejército local desarrolla desde los primeros días de junio una contraofensiva con la intención de recuperar el control de esas zonas ocupadas. La línea del frente se encuentra desde hace meses a unos 50 kilómetros de Energodar, la localidad que acoge la central.

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