Lula da Silva: “Pocas veces he visto tanto interés económico y político de la UE hacia América Latina”
El presidente brasileño cree que la cumbre UE-Celac celebrada en Bruselas ha sido “extremadamente exitosa”
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, vuelve a su país convencido de que la cumbre UE-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) celebrada este lunes y martes ha sido “extremadamente exitosa”. “De todas las reuniones en las que participé con la UE, esta ha sido la reunión más exitosa de todas”, ha afirmado el mandatario. Lula tiene claro el motivo: “Pocas veces vi ta...
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, vuelve a su país convencido de que la cumbre UE-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) celebrada este lunes y martes ha sido “extremadamente exitosa”. “De todas las reuniones en las que participé con la UE, esta ha sido la reunión más exitosa de todas”, ha afirmado el mandatario. Lula tiene claro el motivo: “Pocas veces vi tanto interés político y económico de los países de la UE hacia América Latina”.
La valoración del presidente de Brasil, principal referente político y económico de la región, no deja lugar a dudas sobre el resultado de la cumbre. Tampoco se engaña el brasileño sobre qué ha llevado a Europa a pasar de la apatía de hace nada al interés máximo por la región: “Posiblemente por la disputa entre Estados Unidos y China, posiblemente por las inversiones de China en África y América Latina, posiblemente por la nueva Ruta de la Seda [nombre del programa inversor chino], posiblemente por la guerra [de Ucrania]”. Pero Lula valora el resultado concreto: “La Unión Europea demostró mucho interés por invertir anunciado una inversión de 45.000 millones de euros”.
Al comienzo de la cumbre, el brasileño (en el cargo entre 2003 y 2011 y de nuevo desde el pasado enero) había lanzado una advertencia contundente. Ni él ni los demás dirigentes latinoamericanos ―y especialmente el argentino Alberto Fernández― estaban por permitir situaciones pasadas, “lógicas extractivistas” que solo buscan de la región las materias primas sin tener en cuenta su desarrollo. Y a tenor de lo dicho este miércoles a primera hora en su valoración del encuentro ante la prensa, Lula se ha dado por satisfecho con el resultado, destacando que la UE también se ha comprometido “a ayudar en la financiación de 100.000 millones de dólares para combatir la deforestación de la selva, sea el Amazonas u otra selva”.
El resultado es positivo para el líder brasileño, hasta el punto de que también se ha mostrado “muy optimista” con la posibilidad de que la ratificación del acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, bloque económico compuesto por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, pueda llegar este mismo año, plazo que también se ha marcado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Pendiente de aprobación definitiva desde junio de 2019, a comienzos de este año la UE envió a los países de Mercosur un “instrumento adicional” al texto del acuerdo en el que reclamaba más compromisos con la deforestación, la sostenibilidad medioambiental y social, e, incluso, un capítulo sancionador de incumplimientos. Esto no cayó bien al otro lado del Atlántico, principalmente en Brasil. Ahora, en cambio, Lula ve posible que la situación llegue a buen puerto y se ha comprometido a enviar la respuesta sudamericana “en dos o tres semanas”.
Sin embargo, en sus respuestas de este miércoles ha quedado claro que el optimismo no supone que haya dejado de lado sus posiciones más espinosas para acabar el capítulo del gran acuerdo comercial (entre ambos mercados suman cerca de 800 millones de consumidores). Para Brasil es importante que se aborde el tema de la contratación pública en el llamado instrumento adicional, algo a lo que la Unión Europea se resiste porque cree que supondría abrir el texto principal, que tardó más de 20 años en pactarse. “La compra pública es un instrumento de política industrial para todos. Lo es para Estados Unidos, para China, para Francia... En Francia las compras gubernamentales son una cuestión de soberanía”, ha apuntado antes de concluir que también tienen este carácter soberano para él.
En lo que no ha cambiado la opinión del mandatario brasileño es en su posición sobre la guerra en Ucrania, un asunto que ha consumido mucho tiempo en la cumbre y estuvo a punto de hacer descarrilar la declaración final. Se muestra comprensivo con el temor de los países más cercanos geográficamente al conflicto. No obstante, él mantiene su postura de buscar una salida negociada a la guerra. “Hará falta un grupo de países que pueda hablar con Rusia y Ucrania para cuando llegue ese momento”, ha añadido. Lula incluso ha sido crítico con su homólogo de Chile, Gabriel Boric, probablemente el dirigente latinoamericano que condena más duramente la invasión de Ucrania por Rusia. “Posiblemente, porque debe haber sido la primera reunión de Boric de la Unión Europea con América Latina, tiene un poco más de ansiedad que los demás. Solo eso”, ha respondido cuando se le ha preguntado por las palabras del chileno reclamando “claridad” acerca de “una guerra de agresión, imperial, inaceptable, en donde se viola el derecho internacional”.
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