Zelenski libra en el G-7 una ofensiva diplomática ante aliados y no alineados

El presidente de Ucrania ha celebrado encuentros bilaterales con Biden y Modi, entre otros, pero no con Lula

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con los líderes del G7 este domingo. Foto: Susan Walsh (POOL)

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha buscado en la tercera y última jornada de la cumbre del G-7 en la ciudad japonesa de Hiroshima convencer a los aliados de que sigan incrementando el respaldo a su país y, en paralelo, persuadir a los líderes de los importantes países no alineados presentes en la cita ―India, Brasil, Indonesia― para que reconsideren su posición. La ofensiva diplomática se ha producid...

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha buscado en la tercera y última jornada de la cumbre del G-7 en la ciudad japonesa de Hiroshima convencer a los aliados de que sigan incrementando el respaldo a su país y, en paralelo, persuadir a los líderes de los importantes países no alineados presentes en la cita ―India, Brasil, Indonesia― para que reconsideren su posición. La ofensiva diplomática se ha producido en un día marcado por las noticias relacionadas con la batalla de Bajmut. Rusia sostiene haberla conquistado tras meses de lucha, pero el líder de Ucrania afirmó en Hiroshima que la localidad “no está ocupada”.

El mandatario ucranio obtuvo un éxito rotundo en la primera línea de acción, la concerniente a los aliados, que mostraron un compromiso inquebrantable con la causa de Ucrania. Así lo verbalizó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y en esa dirección fueron los hechos.

De entrada, la apertura de la perspectiva de entrega de los F-16, ante la cual Washington había estado reticente durante meses. Ahora se pondrá en marcha un plan de entrenamiento de pilotos ucranios que, según Rishi Sunak, primer ministro británico, arrancará ya este verano. Zelenski dijo que no sabía cuándo se producirían las entregas, pero se mostró confiado en que el plan vaya adelante. El sábado, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de EE UU, despejó dudas al respecto al señalar que en los próximos meses se dilucidará quién entregará los aviones, cuántos y cuándo, pero sin cuestionar que esto ocurrirá. Biden ha dicho este domingo que Zelenski le había asegurado que los F-16 no serán utilizados contra territorio ruso, un riesgo que probablemente fue el motivo de las reticencias hasta ahora.

Volodímir Zelenski y Joe Biden, este domingo en Hiroshima. HANDOUT (AFP)

Como afirmó el canciller Olaf Scholz, esto no es un plan a corto plazo, pero sí es un mensaje muy duro para Rusia a medio y largo. Moscú ya sabe que, en cualquier caso, Occidente está dispuesto a esto también. Es un aviso de que, si cuenta con que los socios de Kiev se cansarán, más vale modificar su cálculo.

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Hubo otras buenas noticias de los aliados para Kiev. Biden ha anunciado este domingo un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 375 millones de dólares [unos 346 millones de euros] que incluirá, según dijo, munición, artillería y vehículos blindados. Además, los Siete anunciaron nuevas sanciones y restricciones contra Rusia, en particular sobre el sector de los diamantes. Se dará una nueva vuelta de tuerca a las exportaciones hacia Rusia para evitar la entrega de todo lo que pueda sostener su maquinaria bélica.

En cuanto a las perspectivas de paz, los socios fueron contundentes ante los planteamientos que brotan en la arena global. El mensaje fue que “una paz justa no puede conseguirse sin la completa e incondicional retirada de las fuerzas rusas y esto debe ser incluido en cualquier llamamiento a la paz”. Parecía dirigido a la iniciativa que encabeza Luiz Inácio Lula da Silvia.

Fuentes europeas señalan que el grupo, además de tener claro que no avalará iniciativas sobre Ucrania sin el consentimiento de Kiev, considera que nada que se parezca a un alto el fuego sin retirada de tropas rusas tiene sentido. Los socios trataron de insistir en los principios fundacionales de la ONU de respeto de la soberanía e integridad territorial de los países como elemento de persuasión, más que llamamientos a la defensa de la democracia ante los regímenes autoritarios.

Zelenski (en el centro) posa con los líderes del G-7 este domingo en Hiroshima (Japón). Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)
Zelenski y Biden, durante su encuentro este domingo en Hiroshima. Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida (derecha), junto al presidente ucranio, Volodímir Zelesnki, durante su visita al Memorial de la Paz de Hiroshima este domingo. EUGENE HOSHIKO (AFP)
El canciller alemán, Olaf Scholz, recibe al primer ministro de ucrania, Volodímir Zelenski, durante una reunión bilateral en la cumbre del G-7. DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
Joe Biden junto a Antony Blinken, durante una reunión de trabajo en la cumbre del G-7. JONATHAN ERNST (AP)
Los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski (izquierda), y de Francia, Emmanuel Macron, durante una reunión bilateral mantenida al margen de la cumbre del G-7 celebrada en Hiroshima este sábado.LUDOVIC MARIN (AFP)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni (izquierda), frente al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, durante el encuentro que han mantenido en paralelo a la cumbre del G-7 celebrada en Hiroshima. DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, se abrazaba a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, antes de la reunión bilateral que han mantenido este sábado en Hiroshima. LUDOVIC MARIN (AFP)
El primer ministro británico, Rishi Sunak (izquierda), habla con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a su llegada al Hotel Grand Prince, sede de la cumbre del G-7.Stefan Rousseau (AP)
El primer ministro británico, Rishi Sunak, de espaldas, se abraza al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a su llegada al Hotel Grand Prince, sede de la cumbre del G-7.Stefan Rousseau (AP)
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a su llegada al aeropuerto de Hiroshima este sábado.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
Desde la izquierda, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, Italia, Giorgia Meloni, y Reino Unido, Rishi Sunak; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una visita al santuario de Itsukushima, en la isla de Miyajima (Japón), el viernes.JACQUES WITT (AFP)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se preparaba el viernes para un almuerzo de trabajo de la cumbre del G-7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima. BRENDAN SMIALOWSKI (AP)
Desde la izquierda, Joe Biden, Olaf Scholz, Rishi Sunak, Ursula von der Leyen, Charles Michel, Giorgia Meloni, Justin Trudeau, Emmanuel Macron y Fumio Kishida posan para los medios antes del comienzo de una reunión de trabajo del G7, este viernes.Associated Press/LaPresse (APN)
Desde la izquierda, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ​caminaban el viernes en el parque Memorial de la Paz de Hiroshima. Associated Press/LaPresse (APN)
Los líderes del G-7 junto al Memorial de la Paz de Hiroshima, el viernes. Associated Press/LaPresse (APN)
Desde la izquierda, Charles Michel, Giorgia Meloni, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Fumio Kishida, Joe Biden, Olaf Scholz, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen posaban el viernes tras entregar una corona de flores en el parque Memorial de la Paz de Hiroshima. Associated Press/LaPresse (APN)
Los dirigentes de Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido e Italia junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, mostraban el viernes su respeto a las víctimas de la bomba atómica en el Memorial de la Paz de Hiroshima. MINISTRY OF FOREIGN AFFAIRS OF J (via REUTERS)
El primer ministro británico, Rishi Sunak (centro), junto a su mujer, Akshata Murt (derecha), eran recibidos el viernes por el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y su esposa, Yuko Kishida, en el parque Memorial de la Paz de Hiroshima. Associated Press/LaPresse (APN)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a su esposa, Jill Biden, a su llegada al parque Memorial de la Paz de Hiroshima, el viernes. Associated Press/LaPresse (APN)

Los Siete se muestran conscientes de que los argumentos morales tienen poco recorrido y esperan que acaben ganando enteros razonamientos vinculados a los principios de la ONU. Zelenski hizo hincapié en ello, subrayando que si “las tropas rusas se quedan, esos principios ya no se aplicarán más”.

Sin reunión con Brasil

Este ha sido el eje central de intercambio con los líderes de los países alineados. Zelenski pudo dirigirse a ellos en una sesión que reunió a todos los asistentes. Pero, significativamente, mientras mantuvo una bilateral con el primer ministro de la India, Narendra Modi, no hubo cara a cara con Luiz Inácio Lula da Silva.

Preguntado al respecto en una conferencia de prensa, Zelenski no quiso entrar en detalles. Se limitó a señalar que, en este tipo de cumbres, los líderes pueden tener problemas de agenda. La experiencia indica lo contrario, estas son citas muy propensas a las bilaterales. Preguntado si le había decepcionado no poder ver a Lula, replicó que más bien se podía haber quedado decepcionado el presidente brasileño. La cadena brasileña TV Globo informó de que el Ministerio de Exteriores le confirmó que Zelenski hizo el viernes una petición de encuentro, que se llegó a preparar una sala, pero que la cita no tuvo lugar por incompatibilidades de agenda.

Narendra Modi y Volodímir Zelenski, este sábado en Hiroshima. DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

India y Brasil revisten especial importancia para Ucrania. Nueva Delhi, porque por razones históricas mantiene profundos lazos con Moscú y, su buena disposición, es un importante balón de oxígeno para el Kremlin. El Gobierno de Narendra Modi se abstuvo en la votación en la ONU sobre la invasión rusa y mantiene un florido negocio petrolero con Rusia, pero ha enviado mensajes bastante explícitos de que la agresión no es de su gusto y tiene cierto interés en converger con Occidente por la común inquietud ante China.

El caso de Brasil es diferente, ya que no dispone de una relevancia económica o una capacidad específica de influencia política en la cuestión ucrania. Pero Lula es un líder popular, con mucho predicamento entre los electorados progresistas y con amplios contactos personales en el mundo, y desde hace meses trabaja en activar negociaciones de paz.

Kiev y los occidentales, sin embargo, no olvidan declaraciones de Lula, según las cuales Zelenski es responsable del conflicto igual que Putin ―como manifestó en una entrevista con la revista Time antes de ser elegido―, u otras en las que ha insistido en que no hay pelea si dos no quieren. Brasil no es equidistante, porque condena la invasión, pero varias afirmaciones de su líder despiertan mucho escepticismo.

“Esta guerra no es solo europea. Esta es una oportunidad de debatir, intercambiar y convencer a invitados en este G-7 ampliado. India, Brasil, Indonesia y otros países del sur que no han tenido mucha interlocución con Ucrania”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron. “Esto permite a Zelenski explicarse ante potencias del mundo que a veces han estado expuestas solo a un discurso. Lo dijo pocas semanas antes de una cumbre de los BRICS [China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica]. (...) Esto evita una división del mundo entre quienes apoyan claramente a Ucrania y aquellos que dicen apoyar la paz sin que se sepa a veces lo que eso significa”, argumentó el mandatario francés.

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