Al menos siete muertos en un atentado en una sinagoga cerca de Jerusalén

El ataque, el más grave contra israelíes desde 2011, se produce en medio de una escalada de tensión tras una letal redada en Cisjordania. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, anuncia “medidas inmediatas” en respuesta

Varios cadáveres en el lugar del atentado, este viernes en Neve Yaakov, cerca de Jerusalén.Foto: RONEN ZVULUN (REUTERS) | Vídeo: EPV
Jerusalén -

La redada israelí del jueves en el campo de refugiados de Yenín ―una de las más letales de los últimos años en Cisjordania, con nueve muertos― ha extendido la violencia en apenas una jornada. En la tarde de este viernes, al menos siete personas han muerto en un atentado con arma de fuego frente a una sinagoga de Neve Yaakov, un asentamiento judío cercano a Jerusalén, han informado los servicios de emergencia. El comandante policial del distrito de...

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La redada israelí del jueves en el campo de refugiados de Yenín ―una de las más letales de los últimos años en Cisjordania, con nueve muertos― ha extendido la violencia en apenas una jornada. En la tarde de este viernes, al menos siete personas han muerto en un atentado con arma de fuego frente a una sinagoga de Neve Yaakov, un asentamiento judío cercano a Jerusalén, han informado los servicios de emergencia. El comandante policial del distrito de Jerusalén, Doron Turgeman, ha identificado al atacante como un residente en la parte palestina de la ciudad, que llegó en coche al lugar y abrió fuego contra las personas que se concentraban frente al templo con motivo del inicio del sabbat. La policía ha difundido una fotografía de la pistola empleada. La víctima mortal más joven tenía 20 años y la más anciana superaba los 70. Hay, además, tres heridos hospitalizados. Es el atentado más grave contra israelíes desde 2011, con un balance más propio de los tiempos de la Segunda Intifada (2000-2005). El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado “medidas inmediatas” en respuesta, ha convocado este sábado al gabinete para tomar decisiones adicionales y ha pedido a los israelíes que “no se tomen la justicia por su cuenta” y la dejen en manos del ejército y la policía.

Tras disparar frente a la sinagoga, el atacante abrió fuego a quemarropa contra quienes se acercaron mientras regresaba al vehículo. La policía identificó el coche cuando huía en dirección a la ciudad cisjordana de Ramala y comenzó una persecución que acabó en un tiroteo en el que el agresor fue abatido, a unos 300 metros de la sinagoga. “Los primeros datos apuntan a que fue una acción solitaria”, ha señalado Turgeman a los medios en el lugar de los hechos. En un comunicado, la Policía lo ha identificado como un palestino de 21 años que residía en Al Tur, un barrio de la parte oriental de Jerusalén. No estaba en el radar de las fuerzas de seguridad.

Un portavoz del movimiento islamista Hamás ha calificado el atentado de “heroico acto en venganza por la masacre de Yenín”, aunque no ha reivindicado la autoría. También la Yihad Islámica lo ha aplaudido. La televisión local muestra imágenes de palestinos celebrando el ataque en las calles, repartiendo dulces y lanzando fuegos artificiales.

El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, fue recibido en el lugar del atentado con gritos de “Muerte a los árabes” y “Muerte a los terroristas”. “Tenéis razón, muerte a los terroristas [...] El Gobierno tiene que responder, con la ayuda de Dios, es lo que va a suceder”, les respondió, sin querer hacer declaraciones a los medios por ser sabbat. El jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, también se desplazó al lugar, donde escuchó una mezcla de aplausos y abucheos. El atentado supone un test para el nuevo Ejecutivo, el más derechista de la historia del país, que llegó al poder hace casi un mes con un discurso de fuerza para restaurar la seguridad.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (en el centro a la derecha) y su ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a su lado, en el lugar del ataque.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

Poco después, en un incidente que apunta a una expansión de la violencia, tres palestinos fueron hospitalizados con heridas de disparos en Beita, una localidad al sur de la ciudad cisjordana de Nablus, según el director de ambulancias y el centro de emergencias de la Media Luna Roja de Nablus, Ahmed Yibril, citado por la agencia oficial palestina Wafa. Testigos citados por la agencia apuntan a que alguien abrió fuego desde un vehículo israelí contra un grupo de jóvenes que se encontraban a la entrada de una vivienda. Según el canal de televisión israelí Kaan, fue un guarda de Yitzhar, una colonia judía cercana bastión del nacionalismo religioso más extremista.

Los ataques se producen horas después de que milicianos palestinos lanzasen desde Gaza dos cohetes, que fueron interceptados por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro. Las Fuerzas Armadas israelíes, que ya estaban en estado de alerta por el riesgo de que la tensión no se limitase a Cisjordania, anunciaron poco después el bombardeo desde el aire de un centro subterráneo de fabricación de cohetes. “Este ataque frenará significativamente los esfuerzos de intensificación y armamento de Hamás”, señaló el ejército en un comunicado en el que recuerda que considera a Hamás “responsable” y que será el que “sufrirá las consecuencias” de cualquier ataque contra Israel que emane de la franja, que el movimiento islamista gobierna desde 2007.

Un cuerpo sin vida yace en las cercanías de la sinagoga atacada este viernes. AMMAR AWAD (REUTERS)

Otros cinco cohetes fueron lanzados posteriormente contra territorio israelí y el ejército informó de un segundo ataque aéreo sobre Gaza. Según testigos palestinos citados por la agencia Reuters, tuvo como objetivo un campamento de entrenamiento de Hamás. En total, la aviación israelí lanzó unos 15 misiles. En las localidades israelíes cercanas a la Franja, sonaron las sirenas que indican a la población la necesidad de buscar refugio. No se informó de víctimas en ninguno de los dos territorios.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, había ordenado a las fuerzas de seguridad que estuviesen “preparadas para actuar, con una variedad de medidas ofensivas y objetivos de alta calidad, por si fuese necesario continuar la operación hasta restaurar la paz para los ciudadanos de Israel”, mientras que la Yihad Islámica había definido sus proyectiles como un “mensaje al enemigo” sobre el precio de “verter sangre palestina”.

La escalada se produce el día después de que el ejército israelí matase a 10 palestinos, nueve de ellos en una inusual ―por el balance de víctimas y por efectuarse a plena luz del día― incursión en el campo de refugiados de Yenín, bastión de las milicias palestinas. La décima víctima pereció en una protesta por la redada en Al Ram, cerca de Jerusalén.

Estela de una cohete lanzado desde Gaza, este viernes.MOHAMMED ABED (AFP)

El pasado agosto, otra incursión en Yenín degeneró en Gaza en tres jornadas de hostilidades entre Israel y la Yihad Islámica en las que los bombardeos israelíes mataron a 45 palestinos (entre ellos 15 niños) y la milicia lanzó un millar de cohetes. Los mediadores habituales ―Egipto, Qatar y la ONU― tratan de evitar que se repita.

Almog Cohen, diputado del partido ultraderechista Poder Judío, integrado en la coalición gubernamental que lidera desde hace casi un mes Benjamín Netanyahu, publicó un tuit de felicitación a los soldados por su actuación en Yenín que acababa con la frase: “Seguid matándolos”. Twitter lo borró este viernes porque incumplía sus reglas y —según Cohen― le suspendió la cuenta durante 11 horas. El diputado consideró “evidente para cualquier persona sensata” que se refería a “los malditos terroristas, y no a los no involucrados” en los enfrentamientos. Dos de los palestinos muertos eran civiles, uno de ellos una mujer de 60 años. Sí sigue en su perfil otro tuit en el que manifiesta su deseo de que “la respuesta a Hamás por disparar cohetes contra las ciudades del sur [de Israel] no sea proporcional”.

Horas después de la incursión en Yenín, el presidente palestino, Mahmud Abbas, declaró el fin de la coordinación de seguridad con Israel derivada de los Acuerdos de Oslo (1993), si bien ya ha anunciado la medida en anteriores ocasiones sin aplicarla. Ese mismo día, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que el secretario de Estado, Antony Blinken, se desplazará este fin de semana a Oriente Próximo. La visita, que incluye Egipto, Israel y Cisjordania, estaba planeada desde hace semanas, pero ahora estará previsiblemente marcada por la escalada de tensión.

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