La carestía del combustible en Marruecos alienta las críticas contra el primer ministro por sus negocios petroleros
Diputados de la oposición piden a Aziz Ajanuch que limite los beneficios “exorbitantes” de las empresas distribuidoras de gasóleo. La cadena Afriquia, la de mayor presencia en el mercado, pertenece al jefe del Gobierno
Buena parte del mundo está sufriendo el alto coste de los combustibles. Pero tal vez solo en Marruecos se da el caso de que el jefe del Gobierno, Aziz Ajanuch, es también el dueño de la principal cadena de distribución de combustibles en el país, la empresa Afriquia, con un 29% del mercado. ...
Buena parte del mundo está sufriendo el alto coste de los combustibles. Pero tal vez solo en Marruecos se da el caso de que el jefe del Gobierno, Aziz Ajanuch, es también el dueño de la principal cadena de distribución de combustibles en el país, la empresa Afriquia, con un 29% del mercado. Las críticas sobre un supuesto conflicto de intereses entre el cargo y los negocios han arreciado en las últimas semanas. Diputados de la oposición acusan al primer ministro de inacción para proteger el poder de compra de los marroquíes frente a las ganancias “exorbitantes” de las compañías distribuidoras.
Ajanuch compareció el lunes 18 de abril en el Parlamento para explicar las medidas del Gobierno contra el alza de precios. Aludió a la guerra de Ucrania como elemento que agrava la inflación y recordó que su Gobierno ha aprobado una ayuda equivalente a 200 millones de euros para los transportistas y otra del mismo importe para el sector turístico. El primer ministro recordó también el dinero que el Gobierno emplea en subvencionar productos básicos como el trigo blando o el azúcar. Y señaló que la inflación en Marruecos se encuentra en el 3,6% mientras en Estados Unidos llega al 8,5%, en la zona Euro al 7,5%, y en España se sitúa en el 9,8%.
El jefe del Gobierno no acusó recibo de ninguna crítica sobre conflicto de intereses entre su cargo y sus negocios. El diputado Ahmed El Abadi, del opositor Partido del Progreso y del Socialismo (PPS), preguntó al Gobierno si “no está en la obligación de tomar distancia respecto a los conflictos de intereses y de imponer una reducción de los márgenes exorbitantes de las sociedades petroleras”, según recogió la Agencia France Presse.
Abdalá Buanú, diputado del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), tachó de “injustificable” el alza de los combustibles y calificó los beneficios en el sector de hidrocarburos como de gran “avaricia”.
La portada del semanario marroquí Tel Quel del viernes 15 de abril presentaba dos fotos del primer ministro bajo el título “Precios de carburantes, el juego ambiguo de Ajanuch”. En una de las dos imágenes el mandatario aparece impertérrito y se lee: “Jefe de Gobierno, pasivo”. Y en la otra aparece riendo con una taza de café, bajo el título: “Empresario, feliz”.
El director de Tel Quel, Réda Dalil, escribió en un editorial que los empresarios del petróleo se benefician en Marruecos de un “formidable terreno de juego”. “No hay autoridad de regulación para reducir sus márgenes, no hay un observatorio de precios para controlar sus apetitos”, esgrimió. El periodista indicó que desde que se liberalizaron los precios del mercado en 2016, los dueños de las empresas petroleras han creado “una especie de Estado dentro del Estado”. Y señaló que lo peor de todo es “el conflicto de intereses al que todo el mundo evita mirar, pero que se ve como la nariz en medio de la cara”. Dalil advirtió de que “la inacción de Aziz Ajanuch, jefe del Gobierno, beneficia al empresario Aziz Ajanuch”. “Le corresponde a él desmentir esta sensación con sus actos”, concluyó.
El Consejo de la Competencia emitió un informe en 2020 en el que afirmó que el Grupo de Petroleros de Marruecos, que agrupa a las empresas del sector, había incurrido en acuerdos tácitos e intercambio de informaciones que atentan contra la libre competencia. El organismo oficial barajó aplicar una sanción equivalente al 9% del volumen de negocio anual de cada empresa. Finalmente, el entonces presidente del Consejo de la Competencia, Driss Guerraoui, fue destituido por el rey en marzo de 2021, mediante un comunicado del Palacio Real en el que se le acusaba de haber cometido “numerosas irregularidades de procedimiento” durante la investigación.
“Un gran problema”
El economista Fuad Abdelmumni, miembro de la ONG Transparency Maroc, estima que en su país hay un “gran problema” de maridaje entre la autoridad política y el poder económico. “Eso se aplica evidentemente a Ajanuch. Y también al conjunto de las más altas autoridades del país, pasando por el rey, los príncipes, los generales, los ministros, los consejeros reales, etc.”.
Abdelmumi explica que la condena del Consejo de la Competencia fue congelada por el rey. “Y hasta hoy estamos a la espera de su ejecución”, señala el economista. “Como consecuencia de esta situación”, añade, “el señor Ajanuch ha podido presentarse [a las legislativas de 2019] sin sufrir el oprobio y la ejecución de la multa del Consejo de la Competencia, que le condenaba por robar dinero del bolsillo del contribuyente. Y al mismo tiempo usó ese tesoro de guerra [el dinero] para invertir sumas gigantescas en la campaña de las últimas elecciones”.
El partido que lidera Ajanuch, el Reagrupamiento Nacional Independiente (RNI), venció en las legislativas del año pasado con 102 escaños sobre un total de 395 diputados. Esta formación, de ideología centrista liberal y próxima al Palacio Real, gobierna en coalición con el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y el nacionalista conservador Istiqlal (PI). La fuerza islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) sufrió un descalabro electoral al pasar de 125 escaños a solo 13.
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