‘Apple Daily’, último diario opositor en Hong Kong, se plantea cerrar por las presiones políticas y económicas

La cúpula de la empresa propietaria se reunirá el viernes para tomar una decisión después de que la semana pasada fueran detenidos cinco directivos y se congelaran sus cuentas

Ejemplares del periódico hongkonés 'Apple Daily' listos para su distribución, en una imagen de archivo.Kin Cheung (AP)

El último periódico de oposición en Hong Kong que aún se publica en papel se encuentra contra las cuerdas y puede estar agotando sus últimos días. Después de que la semana pasada la policía detuviera a cinco de sus altos cargos —incluido el director— y le congelara las cuentas bancarias, por sospechas de violaciones de la draconiana Ley de Seguridad Nacional, Apple Daily se plantea el cierre a partir del sábado por...

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El último periódico de oposición en Hong Kong que aún se publica en papel se encuentra contra las cuerdas y puede estar agotando sus últimos días. Después de que la semana pasada la policía detuviera a cinco de sus altos cargos —incluido el director— y le congelara las cuentas bancarias, por sospechas de violaciones de la draconiana Ley de Seguridad Nacional, Apple Daily se plantea el cierre a partir del sábado por no poder pagar los salarios a sus empleados.

El consejo de administración de la empresa propietaria del periódico, Next Digital, se reunirá el viernes para tomar una decisión definitiva sobre el futuro de este medio, de 26 años de antigüedad y todo un símbolo de la libertad de expresión en la antigua colonia británica. Si las autoridades desoyen la petición del medio para acceder a sus cuentas, el próximo sábado publicará su último número.

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El domingo, el diario había presentado la solicitud para que se descongelara al menos parte de los 18 millones de dólares hongkoneses (2 millones de euros) que tiene retenidos en sus cuentas, para poder pagar los sueldos de sus 1.300 empleados. Si el consejo de administración opta por el cierre, la página web del periódico dejará de actualizarse el viernes a las 23.59 horas locales. En ese caso, el sábado saldrá a la venta su última edición.

Según un memorando interno, la compañía ya ha comenzado a aceptar dimisiones de los empleados sin necesidad de cumplir el plazo reglamentario de aviso. “El deseo de la empresa es que cada uno cumpla su trabajo con orgullo hasta el último momento, pero es difícil calcular los riesgos. Cada persona debe decidir si sigue o no”, indica el documento, citado por el digital Hong Kong Free Press. “Para los que continúen, esperamos cumplir los estándares de Apple Daily y no ahorrar esfuerzos en cumplir nuestro cometido”.

El periódico se ha convertido en uno de los grandes blancos de medidas punitivas por parte de las autoridades de Hong Kong desde la entrada en vigor, hace casi exactamente un año, de la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Pekín. Ha sufrido detenciones de sus principales cargos, registros en la redacción e incautación de material, aunque hasta el momento siempre ha continuado sus operaciones y acudido a su cita diaria con los lectores.

Ya en agosto, fue detenido su propietario, el millonario Jimmy Lai, por cargos incluidos en esa normativa. A la espera de ser juzgado por ellos, el magnate, de 73 años, ya fue condenado el mes pasado a cumplir 14 meses de cárcel por su participación en las protestas que paralizaron el enclave durante la segunda mitad de 2019 y que reclamaban el mantenimiento de la autonomía hongkonesa.

El pasado jueves fueron detenidos el director del periódico, Ryan Law, y el consejero delegado, Cheung Kim-hung, así como otros tres altos cargos del tabloide. Law y Cheung fueron acusados formalmente el viernes de colaboración con fuerzas extranjeras, uno de los delitos que la Ley de Seguridad Nacional castiga hasta con cadena perpetua. A ambos se les denegó la libertad bajo fianza.

Los cargos derivan de una treintena de artículos publicados en el periódico a lo largo de 2019 —cuando no existía aún la Ley de Seguridad Nacional, que en teoría carece de carácter retroactivo— en los que, según la policía de Hong Kong, se pide a gobiernos extranjeros que impongan sanciones contra el Gobierno local y las autoridades en Pekín.

Golpe a la libertad de prensa

Tanto en el caso de la detención de Lai como en el de los cinco altos cargos del periódico, los lectores corrieron a arropar a este medio, polémico en muchas ocasiones —apoyaba políticas controvertidas de Donald Trump, y ha recibido acusaciones de sexismo en algunas de sus coberturas— pero convertido en estandarte de una libertad de prensa antaño orgullo de la antigua colonia y que ahora parece en sus últimos estertores. Al día siguiente de los arrestos, Apple Daily publicó tiradas de medio millón de ejemplares, que se agotaron en ambos casos en cuestión de horas.

En un editorial publicado este lunes, el periódico reconoce el “inmenso” impacto de las detenciones y redadas, en las que la policía se ha incautado de cerca de 40 ordenadores de los periodistas. “Los registros y detenciones han causado impacto psicológico, y los reporteros están mucho más preocupados por sobrepasar las líneas de lo permitido a la hora de cumplir con su trabajo diario”, apunta el tabloide. “Estos registros y detenciones han hecho sonar una alarma por la libertad de la prensa local a un volumen que no se había escuchado hasta ahora”, apunta.

Apple Daily no es el único medio hongkonés que se ha visto presionado a lo largo del último año. La televisión pública RTHK ha sufrido un cambio en su liderazgo y la eliminación de uno de sus programas en cantonés más populares, Headliner, de contenido satírico sobre la actualidad.

El secretario de Seguridad del Gobierno autónomo hongkonés, John Lee, asegura que las medidas contra el periódico “no se dirigen contra la prensa”, sino contra “los que explotan el periodismo como herramienta para poner en peligro la seguridad nacional”.

El probable cierre del periódico se da a conocer en la misma semana en que se ha anunciado que, por primera vez en un cuarto de siglo, este año no se convocará la habitual marcha del 1 de julio, el aniversario del traspaso en 1997 de la soberanía en la antigua colonia del Reino Unido a China, por temor a consecuencias bajo la Ley de Seguridad Nacional.

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