China felicita a Biden casi una semana después de su victoria electoral
“Respetamos la elección del pueblo estadounidense”, ha dicho el portavoz de Exteriores en Pekín, Wang Wenbin
China ha enviado este viernes sus felicitaciones al presidente electo de EE UU, Joe Biden, y a la futura vicepresidenta, Kamala Harris, una semana después de que ambos pronunciaran su discurso de victoria en las elecciones estadounidenses. Con su mensaje, Pekín se suma a Gobiernos como el del Reino Unido, Alemania, Japón o Corea del Sur que ya habían congratulado al combinado demócrata....
China ha enviado este viernes sus felicitaciones al presidente electo de EE UU, Joe Biden, y a la futura vicepresidenta, Kamala Harris, una semana después de que ambos pronunciaran su discurso de victoria en las elecciones estadounidenses. Con su mensaje, Pekín se suma a Gobiernos como el del Reino Unido, Alemania, Japón o Corea del Sur que ya habían congratulado al combinado demócrata.
“Respetamos la elección del pueblo estadounidense y transmitimos nuestras felicitaciones al señor Biden y la señora Harris”, ha declarado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, en la rueda de prensa diaria de su departamento. “Entendemos que el resultado electoral se decidirá según las leyes y procedimientos estadounidenses”, ha añadido.
El sábado pasado Biden ya consideró que tenía los votos suficientes en el colegio electoral estadounidense para ser proclamado presidente, después de que varios medios de su país le declararan ganador. Pero el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, no ha aceptado la derrota y ha querido interponer demandas sobre supuestas irregularidades en el recuento en varios estados, especialmente en Pensilvania y Georgia.
A lo largo de toda esta semana, China había evitado pronunciarse sobre esas elecciones, a la espera de que se anunciaran resultados definitivos. Finalmente lo ha hecho después de que Arizona cayera definitivamente del lado demócrata, al ser la ventaja de Biden en el recuento mayor que el número de votos que faltan por contar. La victoria en Arizona terminaba de asegurar el triunfo del demócrata. Con los representantes en el colegio electoral de ese Estado, al futuro presidente no le hacen falta los de Pensilvania ni los de Georgia para cruzar el umbral de 270 necesarios para la investidura.
La lucha del liderazgo mundial entre las dos potencias
China ha tenido mucho cuidado en evitar posicionarse en las elecciones estadounidenses. A ojos de su Gobierno, Estados Unidos es una potencia en decadencia que quiere evitar a toda costa que China le acabe sobrepasando. Cree que, ganase el candidato que ganase, Washington continuará esa política.
Aunque durante el mandato de Trump las relaciones bilaterales entre las dos grandes potencias mundiales cayeron a su nivel más bajo en cuatro décadas, algunos sectores en Pekín no veían con malos ojos la reelección del republicano. Su política de enfrentamiento con sus aliados y de retirada de las instituciones multilaterales, opinan, ha dejado un vacío en el escenario global que China puede ocupar, y ha contribuido a acelerar el ascenso de este país.
Biden, según consideran diversos analistas del gigante asiático, puede introducir cambios cosméticos en la relación para paliar el deterioro sufrido durante los dos últimos años del mandato de Trump, y quizá renegociar el acuerdo que puso fin a la guerra comercial entre los dos países. Pero es más probable -opinan- que el nuevo presidente pueda crear un frente con otros países para contrarrestar la pujanza de China.
El respetado exministro de Finanzas chino Lou Jiwei, actualmente miembro de un órgano asesor del parlamento, reiteraba este viernes esa posición. “Aunque Biden resulte elegido, será inevitable que Estados Unidos (intente) frenar a China”, declaraba el político, citado por Reuters.
Lou pidió pragmatismo en la relación comercial de las dos primeras potencias económicas, y apuntó que es difícil que Estados Unidos pueda recortar su déficit comercial -el origen de la disputa entre los dos países-, dada la posición del dólar como la divisa global dominante. “Después de cuatro años, el déficit comercial (con China) se sigue abriendo. Necesitamos volver al sentido común y a la ciencia. Todo el mundo tiene que ser razonable”, agregó.