Días de demora frente a los surtidores: la escasez de gasolina se agrava en Venezuela

El deterioro de la industria del refinado deja al país casi sin combustible

Decenas de motociclistas esperan en una estación de gasolina, el martes 8 de septiembre, en Caracas. En el video, las filas para cargar combustible.Vídeo: ARIANA CUBILLOS (AP) | VIDEO: AFP

#VenezuelaSinGasolina era el martes, de nuevo, la etiqueta que dominaba las tendencias en las redes sociales. En los últimos días, como en otros momentos del pasado reciente, la escasez de combustible en el que otrora fuera uno de los grandes productores de gasolina del mundo se ha agravado hasta lo insoportable: las colas de automóviles para surtirse podían tomar varios días en el interior del país, y unas cu...

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#VenezuelaSinGasolina era el martes, de nuevo, la etiqueta que dominaba las tendencias en las redes sociales. En los últimos días, como en otros momentos del pasado reciente, la escasez de combustible en el que otrora fuera uno de los grandes productores de gasolina del mundo se ha agravado hasta lo insoportable: las colas de automóviles para surtirse podían tomar varios días en el interior del país, y unas cuantas horas en Caracas.

Los rumores y la incertidumbre sobre los problemas de abastecimiento han multiplicado el nerviosismo y han precipitado a muchas personas a las estaciones de servicio, en este momento administradas por militares. Con frecuencia se producen desórdenes y protestas entre los usuarios.

Después de algunas semanas de relativa normalidad, el precario equilibrio en torno al acceso al combustible volvió a quebrarse por nuevos accidentes industriales y desperfectos en la refinería de Cardón, al occidente del país. La situación se agravó con la puesta en vigor de las sanciones internacionales y las dificultades del Gobierno de Nicolás Maduro para comprar gasolina en los mercados internacionales.

Eudis Girot, dirigente de los sindicatos petroleros, relató al periodista Vladimir Villegas, de Unión Radio, que la producción de gasolina en la refinería de Cardón -paralizada durante varios meses, reactivada por trabajadores de Petróleos de Venezuela recientemente- se ha paralizado, y “puede estar cuatro semanas fuera de servicio por daños generados con la subida de temperatura de la planta”.

Girot afirmó que las reservas nacionales de gasolina y gasoil “están en rojo” y que la escasez de combustible que se aproxima “es más grave que la del mes de marzo”. Las esperanzas para reanudar la producción están puestas en la también averiada refinería de El Palito. En agosto, un derrame de petróleo en El Palito afectó las costas del Golfo Triste, en el Estado Falcón.

El Gobierno de Maduro se mueve activamente para intentar conseguir gasolina evadiendo las sanciones estadounidenses. El economista especializado Luis Oliveros informa que ya está pactado un nuevo envío con 800 mil barriles de combustible por parte del Gobierno de Irán, aliado de Maduro. Esta ayuda podría durar días o semanas.

“El tema de la escasez de gasolina será recurrente en el país en el corto y el mediano plazo. Muchas empresas están priorizando el teletrabajo con sus empleados. Es un problema que ha llegado para quedarse. Si mañana la situación llegara a mejorar un poco, si el combustible iraní arribara en dos semanas, o PDVSA lograra que arranque la refinería de El Palito, el problema seguirá ahí, y será parte de la vida de la gente en los próximos meses.”

El gigantesco parque de refinerías de Venezuela, durante décadas una potencia energética mundial, se ha deteriorado por falta de mantenimiento, el despilfarro de recursos y la corrupción en los Gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En ambos Gobiernos, frente a Petróleos de Venezuela han estado, como ministros, Rafael Ramírez, Alí Rodríguez, Eulogio del Pino, Manuel Quevedo, y ahora Asdrúbal Chávez.

La oposición lleva años denunciando la corrupción y la ausencia de controles en PDVSA durante el chavismo. Algunos de los accidentes industriales más graves de la historia de Petróleos de Venezuela, como el estallido de la refinería de Amuay en 2012, que generó más de 40 muertos y decenas de heridos, no fueron investigados gracias al veto chavista, que entonces controlaba la mayoría de la Asamblea Nacional.

La de El Palito es, de momento, la única de las cuatro grandes refinerías de Venezuela que pueda estar en funcionamiento, aunque presenta un grave deterioro en sus estructuras. Su capacidad de refinación, en cualquier caso, estaría lejos de poder satisfacer la demanda nacional.

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