Felipe González: “La prioridad de la oposición venezolana debe ser una estrategia autónoma”
El expresidente del Gobierno español conversa con Juan Guaidó sobre las perspectivas de Venezuela
La transición que, como Sísifo, impulsa Juan Guaidó en Venezuela cuenta con un elemento clave en la mirada del expresidente del Gobierno español Felipe González: el poder legislativo. Un factor con el que no contaron los que estuvieron en la primera línea de lucha contra el franquismo o, en otras latitudes, las fuerzas que derrotaron a Augusto Pinochet.
“En la transición española o la chilena no había el elemento clave en e...
La transición que, como Sísifo, impulsa Juan Guaidó en Venezuela cuenta con un elemento clave en la mirada del expresidente del Gobierno español Felipe González: el poder legislativo. Un factor con el que no contaron los que estuvieron en la primera línea de lucha contra el franquismo o, en otras latitudes, las fuerzas que derrotaron a Augusto Pinochet.
“En la transición española o la chilena no había el elemento clave en el que se basa la legitimidad de la lucha de los demócratas. La oposición venezolana ganó ampliamente la Asamblea Nacional en 2015, es el único órgano democrático representativo (...) No solo se está luchando por recuperar las libertades y democracia, y contra una dictadura, sino que es la única representación legítima y democrática", destacó González durante el primero de una serie de foros llamados Encuentros por Venezuela que se iniciaron este jueves de forma virtual, bajo el auspicio del equipo de Guaidó. "Imagínese la diferencia que eso significa”, enfatizó.
Ese atropello sistemático que el chavismo ha emprendido contra el Parlamento una vez perdió la mayoría en elecciones es un contexto que, subrayó González, debe tenerse presente cada vez que se piensa en una solución para la deriva del país. “Hemos hablado muchas veces del diálogo, como si hubiera unos que son partidarios y otros que no. No puede haber diálogo con presos políticos, con inhabilitaciones, negando las competencias de la Asamblea Nacional”, dijo.
Para el expresidente, la palabra se ha maltratado en el contexto venezolano. “Diálogo de verdad significa comprender el logos del otro. Yo me encontré con Adolfo Suárez en una casa neutral, los dos solos, cara a cara, después de varias horas no llegamos a una conclusión sino a una coincidencia de propósito”, rememoró.
El papel de la comunidad internacional ha sido un punto clave en el tablero de la crisis venezolana. Luego de varios intentos de negociación, y en momentos en que se retoman gestiones como las del Grupo de Contacto Internacional, lideradas por Uruguay, México, España y Canadá, González hace una advertencia sobre el rol de Europa ante Venezuela, que calificó como “un tumor que se expande por la democracia latinoamericana”.
La Unión Europea considera ilegítima la elección y toma de Maduro, y ha actuado en consecuencia, reconociendo a Guaidó como presidente del Parlamento y encargado interinamente, recordó González. “Pero a la vez contemplan que el poder de facto lo tiene la tiranía y tratan de operar para encontrar una línea de solución. En medio de eso nos encontramos con el shock de la pandemia y cambian las prioridades con respecto de la solución, obviamente en función de la crisis humanitaria”, argumentó. "Con respecto a la solución no basta con decir que son los venezolanos los que tienen que ponerse de acuerdo internamente, porque para ponerse de acuerdo debe haber un propósito común y el propósito de Maduro nunca va ser ir a unas elecciones democráticas”, adviertió. “Esto se lo digo al Grupo de Lima, al Grupo de Contacto, a la Unión Europea: Maduro nunca va a aceptar una elección en la que pierda”, agregó.
Por ello, González respalda la propuesta que volvió a poner sobre la mesa la oposición en febrero sobre la conformación de un Gobierno que conduzca una transición, sin incluir al líder chavista, “y eso lo saben dentro del régimen y su partido”.
Su intervención también tuvo llamados de alerta: “La prioridad de la oposición debe ser la unidad de propósito y una estrategia autónoma”. Esto último en respuesta al impacto que podría tener en la situación venezolana un cambio de Gobierno en Washington, que ha sido el principal aliado de Guaidó el último año y medio. “En lo único en que el bipartidismo histórico de Estados Unidos ha estado de acuerdo en cuanto a su proyección exterior es en el compromiso con Venezuela, en todo lo demás está polarizado y más con un personaje como [Donald] Trump, con quien un día podemos esperar un tuit y al otro día otro en dirección contraria y que el 4 de enero de este año, un día antes de la reelección de Guaidó, todavía no sabía qué hacer", señaló de cara a las elecciones de noviembre en el país norteamericano. "Si no gana Trump, ganaremos previsibilidad”, valoró.
Una tarea pendiente, que Guaidó reconoció en su intervención, es la empatía con el sufrimiento de los venezolanos “que pagan un costo altísimo por la dictadura”. La masiva diáspora también estuvo presente en su reflexión, con una dosis de optimismo: “Hay que hacerse cargo del estado de ánimo de la gente. La gente está exasperada. Ya cinco millones se fueron y ese éxodo bíblico tiene derecho a regresar. Les digo que resistan, que la libertad y el bienestar social llegarán”.