El choque con Bolsonaro por la desescalada y el uso de un fármaco forzó la caída del titular de Salud de Brasil
El Gobierno insiste en recomendar cloroquina para tratar a pacientes, algo que Nelson Teich rechazaba
Las presiones por aplicar un nuevo protocolo para el uso de la cloroquina en casos de covid-19 y la insistencia en relajar el distanciamiento social en Brasil fueron las piezas clave detrás de la caída de Nelson Teich del Ministerio de Sanidad este viernes. Es el segundo ministro que el pa...
Las presiones por aplicar un nuevo protocolo para el uso de la cloroquina en casos de covid-19 y la insistencia en relajar el distanciamiento social en Brasil fueron las piezas clave detrás de la caída de Nelson Teich del Ministerio de Sanidad este viernes. Es el segundo ministro que el país pierde en plena crisis sanitaria por divergencias con el presidente, Jair Bolsonaro. El mandatario de ultraderecha insiste en medidas que chocan con la ciencia, incluso después de que el país haya superado la cifra de 15.000 muertes y 230.000 casos confirmados de la enfermedad.
Poco después del breve discurso de Teich en la tarde del viernes—en el que anunció que dejaría el cargo—, un grupo de ministros, entre ellos Paulo Guedes, de Economía, armó una verdadera tropa de defensa del Gobierno de Bolsonaro durante una rueda de prensa. Se quejaron de la cobertura periodística de la pandemia y defendieron la reapertura económica del país. No obstante, la defensa más enfática del grupo tuvo que ver sobre el uso de la cloroquina al principio de los síntomas, a pesar de que varios estudios documentan efectos colaterales del fármaco. Faltan también pruebas científicas sobre la eficacia de este medicamento en casos de la covid-19. Para el Ejecutivo, los brasileños que contraen el coronavirus tienen derecho a elegir si quieren tratarse o no con dicho medicamento.
Bolsonaro dio órdenes para que el general Eduardo Pazuello —el número dos de Sanidad, que asume interinamente el ministerio — firmara un decreto que autoriza el medicamento para los casos livianos, según el diario brasileño O Estado de São Paulo. En un comunicado, el Ministerio de Sanidad se limitó a decir que trabaja con nuevas pautas para el tratamiento de pacientes enfermos de coronavirus, incluida la indicación de uso de medicamentos, pero no cita directamente la cloroquina. Por el momento, se permite el uso del fármaco, pero siempre que el médico y el paciente asuman juntos los riesgos de los efectos colaterales, siguiendo el informe técnico del Consejo Federal de Medicina. Varios expertos con los que conversó EL PAÍS niegan los beneficios en el uso precoz del fármaco. Estados Unidos —país varias veces citado por Bolsonaro como ejemplo en el uso del medicamento— ya retiró la recomendación de altas dosis de cloroquina para el tratamiento de la enfermedad fuera de los hospitales.
Interlocutores del Ejecutivo brasileño afirman que la resistencia en recomendar la cloroquina para el tratamiento de casos leves —sumada a la defensa del aislamiento social en determinadas localidades donde la epidemia avanza rápidamente, lo que dificultaría la apertura económica defendida por el presidente desde el comienzo de la crisis— ha sido crucial para la salida de Teich. Sin embargo, al menos oficialmente, los ministros militares hayan sostenido que el oncólogo abandonó el Gobierno por una “decisión de carácter personal”. Según fuentes del Gobierno, Bolsonaro le hizo un ultimátum: o Teich hablaba el mismo idioma que él o estaría fuera del Gobierno. Como el ministro no contaba con el apoyo político de su predecesor, Henrique Mandetta, el culebrón acabó teniendo poquísimos capítulos. Teich dejó el cargo dos días antes de cumplir un mes en el puesto.
La divergencia entre Teich y Bolsonaro sobre la recomendación oficial de adoptar la cloroquina cobró fuerza los últimos días, cuando el presidente empezó a presionarlo públicamente para que respaldara un nuevo protocolo para la aplicación de ese medicamento. “Estoy exigiendo lo de la cloroquina ahora también. Si el Consejo Federal de Medicina ha decidido que se puede usar cloroquina desde los primeros síntomas, ¿por qué el Gobierno Federal, por medio del Ministerio de Salud, diría que solo sea para los casos graves?", afirmó el presidente, en una reunión virtual con empresarios el jueves. Aunque el Consejo Federal no haya remitido una recomendación oficial, en el encuentro Bolsonaro reclamó sobre la falta de acción del ministro con el tema y prometió que el protocolo sobre la cloroquina iba a cambiar. "Yo soy el comandante, el presidente de la República, para decidir. Me eligieron para que decida, y lo de la cloroquina pasa por mí”, resaltó.
El viernes —antes de reunirse con Teich y anunciar que, si no dimitiera, lo destituiría—, Bolsonaro estuvo con la inmunóloga y oncóloga Nise Yamaguchi, entusiasta del uso de cloroquina, y una de las favoritas a sustituir Teich, así como el diputado federal Osmar Terra, del Movimiento Democrático Brasileño. El parlamentario es uno de los negacionistas de la gravedad de la pandemia y llegó a afirmar que el país no pasaría de los 5.000 fallecidos, un tercio de lo que ya ha registrado hasta la fecha.
En el Gobierno, se ha optado por la cautela para definir al nuevo ministro. De momento, el número dos de la cartera, el general Eduardo Pazuello, asumirá interinamente el mando de Sanidad. El presidente Bolsonaro dice que analizará con calma todos los nombres que le propongan. Y no se descarta la posibilidad de la permanencia del propio Pazuello, un experto en logística que hizo carrera en el Ejército, sin que nunca antes haya actuado en el área de la salud. De concretarse, sería el décimo ministro, de un total de 22, con una carrera militar en el Gobierno de Bolsonaro. Pazuello es un defensor de la cloroquina para tratar la covid-19 en las fases iniciales de la enfermedad. “El objetivo es iniciar el tratamiento antes de su agravamiento y de la necesidad de utilización de Unidades de Cuidados Intensivos”, dice el ministerio, en una nota.
Walter Souza Braga Netto, ministro de la Casa Civil (un cargo parecido al de primer ministro en Brasil) aseguró este viernes que Bolsonaro sigue la ciencia”. “El presidente sigue las medidas [de Sanidad]. De lo que está en contra es de los excesos que se toman. No está en contra del aislamiento, sino en contra del que va a perjudicar el empleo y provocar hambre más adelante”, dijo Braga Netto.
El ministro Paulo Guedes también defendió la apertura económica. “Todos los días se muere gente, todos los días... es terrible. Pero también tenemos que escuchar el otro lado: va a morir mucha más gente cuando falte comida en las despensas”, argumentó. El ministro también criticó indirectamente a los Gobernadores y alcaldes que defienden el aislamiento social. “No vamos a subirnos encima de los cadáveres para hacer campaña”, dijo.
Nelson Teich tomó posesión como ministro de Sanidad el 17 de abril, situándose como conciliador tras la grave crisis política instaurada entre su antecesor, Luiz Henrique Mandetta, y el presidente Bolsonaro por las mismas divergencias que ahora le han hecho perder el puesto. “La vida está hecha de elecciones, y yo, hoy, he elegido irme ", afirmó.
Durante su rápida gestión, Teich evitaba entrar en conflicto con el presidente. No comentaba el comportamiento errático de Bolsonaro en medio de la pandemia y, a diferencia de Mandetta, no criticaba públicamente las acciones del jefe del Ejecutivo, como el incumplimiento del aislamiento. Cuando asumió el cargo más sensible en el combate a la crisis sanitaria, aceptó el nombramiento de militares por parte del Gobierno para ocupar altos cargos de la cartera. Prometió que trazaría un plan que tuviera en cuenta el aislamiento necesario para proteger a la gente y una reapertura económica. Pero Bolsonaro tenía una urgencia que Teich se negó a aceptar.
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