El presidente de la Corte Suprema argentina, postulado por Néstor Kirchner, deja su cargo
Carlos Rosenkrantz, nombrado durante el macrismo, reemplazará a Ricardo Lorenzetti, titular del máximo tribunal durante 11 años
El presidente de la Corte Suprema de Argentina desde fines de la presidencia de Néstor Kirchner, Ricardo Lorenzetti, deja el cargo. A partir del 1 de octubre lo reemplazará un juez que el macrismo considera afín, Carlos Rosenkratz (Buenos Aires, 1958). Este abogado de origen radical, que fue asesor del expresidente Raúl Alfonsín, juró como juez supremo el pasado agosto a instancias de Mauricio Macri. La jueza Elena Highton de Nolasco será la vicepresidenta del máximo tribunal argentino.
Rosenkrantz es licenciado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), se doctoró en Derecho en la Universidad de Yale y antes de llegar al máximo tribunal se desempeñaba como rector de la universidad privada de San Andrés. Fue profesor en las estadounidenses New York University y Richmond Law University y en la UBA. Macri nombró a Rosenkrantz y a Horacio Rosatti por decreto en diciembre de 2015, a sólo cinco días de asumir, para ocupar dos vacantes. Pero las críticas de la oposición e incluso de sus socios en la alianza Cambiermos le obligaron a dar marcha atrás y a dejar el nombramiento en manos del Senado.
Durante la discusión de su pliego en la Cámara Alta, a Rosenkrantz se le cuestionó su condición de abogado en un estudio jurídico -Bouzat Rosenkrantz y Asociados- que representó al Grupo Clarín en sus litigios contra el Estado argentino, pero el juez supremo avanzó que se excusará si le toca intervenir en alguna causa del mayor conglomerado de medios del país. Como abogado patrocinó también a la Comunidad Homosexual Argentina cuando la Corte Suprema le denegó la personería.
"La Corte Suprema es la cabeza del Poder Judicial, que es independiente y elige sus propias autoridades. Destacamos y valoramos la gestión de Lorenzetti durante los últimos años. Confiamos en el coraje y la vocación de servicio de las nuevas autoridades", declaró el ministro de Justicia, Germán Garavano, al conocerse la noticia.
Según el diario Clarín, la decisión de reemplazar a Lorenzetti se tomó este martes durante una reunión del Supremo. La ley argentina establece que el presidente de la Corte y el vicepresidente son elegidos por mayoría absoluta de votos de los ministros del tribunal en mandatos de tres años. El mandato de Lorenzetti expiraba en 2019, pero los jueces decidieron acortarlo.
Una apuesta de Kirchner
Lorenzetti llegó al tribunal en 2004 como una de las grandes apuestas de Néstor Kirchner para renovar la Corte Suprema, muy desprestigiada en ese momento, y en 2007 asumió la presidencia. Sin embargo, la buena relación entre el Poder Judicial y el Ejecutivo empeoró y Lorenzetti fue blanco de numerosas críticas por parte de su sucesora en la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner.
Pese a la visible enemistad de la expresidenta con Lorenzetti, la mayor detractora del presidente saliente de la Corte Suprema ha sido la diputada oficialista Elisa Carrió, quien lo había denunciado por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. "Gracias a Dios por lo que ocurrió. Lo vengo denunciando desde hace 10 años, terminó la impunidad y la extorsión, esto un milagro", dijo Carrió a la prensa.
La también legisladora oficialista Paula Oliveto señaló en Twitter que tras terminar "el ciclo de Lorenzetti" espera que esta nueva etapa se corone "con la independencia de sus jueces, la transparencia de sus recursos y la ausencia de apetito político de sus miembros". "Así construiremos la República que nos merecemos", agregó Oliveto.
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