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La corrupción atrapa a la nueva Policía de Buenos Aires

La justicia encarcela a su jefe, José Pedro Potocar, sospechado de integrar una red de cobro de sobornos

Federico Rivas Molina
José Pedro Potocar da su primer discurso como jefe de la Policía de la Ciudad, el 29 de diciembre pasado.
José Pedro Potocar da su primer discurso como jefe de la Policía de la Ciudad, el 29 de diciembre pasado.Terlam
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Cuando el gobierno de la ciudad de Buenos Aires logró, tras años de demora, el traspaso de la policía Federal al ámbito comunal, puso al frente a un jefe de pasado intachable: José Pedro Potocar. 117 días después de aquel nombramiento, Potocar ha quedado preso. Un juez lo investiga como presunto jefe de una red dedicada al cobro de sobornos a comerciantes a cambio de seguridad. La causa se inició en 2015, antes de la creación de la Policía de la Ciudad, cuando Potocar era director general de Comisarías de la Federal. El comisario se presentó a declarar en los tribunales y fue detenido de inmediato. Antes, en declaraciones a una radio local, proclamó entre lágrimas su inocencia.

Potocar ya se encontraba suspendido desde el fin de semana pasado. El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, decidió apartarlo para permitir el avance de la causa sin interferencias incómodas. Pero Potocar no esperaba que el juez Ricardo Farías ya tenía decidida su detención. El excomisario llegó a los tribunales de Buenos Aires acompañado de su esposa y sus tres hijos, dispuesto a defenderse. Su versión es que se lo involucra por el testimonio de dos policías con problemas legales “que hablaron bajo presión”. Y que sólo está sospechado “por tres letras”: DCG. Los investigadores encontraron las iniciales en el registro informal de los cobros que una comisaría de la ciudad, la 35°, hacían a comerciantes y “trapitos”, como se conoce a los cuidacoches ilegales que actúan en las calles más concurridas. Potocar negó que DCG corresponda las Dirección General de Comisarías, de la que él era el jefe. “Pueden significar cualquier cosa, en esa dependencia trabajaban más de 70 personas”, dijo Potocar al canal de noticias TN, visiblemente afectado por la acusación.

Lo cierto es que Potocar tiene fama de honesto entre sus colegas, un mérito que le valió el cargo de jefe de la Policía de la Ciudad cuando se decidió el traspaso de 19.500 hombres de las fuerzas federales, hasta entonces a cargo de la seguridad en Buenos Aires, una herencia de los tiempos en que era un distrito dependiente del poder Ejecutivo. En 1995, previa reforma de la Constitución argentina, Buenos Aires pasó a ser ciudad autónoma, eligió a su alcalde y recibió atribuciones de provincia. Sin embargo, el traspaso de la Policía fue siempre una deuda pendiente, en particular durante el kirchnerismo, cuando el actual presidente, Mauricio Macri, era el jefe de Gobierno. Con el cambio de gobierno el traspaso se aceleró. Rodríguez Larreta cambió los uniformes negros por el turquesa y el bordó y mostró a la prensa patrulleros dotados de cámaras y modernos sistemas de comunicación. La detención de Potocar ha sido un duro golpe a esa transición.

Presentación de la Policía de la Ciudad, en octubre de 2016.
Presentación de la Policía de la Ciudad, en octubre de 2016.Telam

Durante un allanamiento en la comisaría 35°, los investigadores descubrieron un cuaderno atribuido al comisario Norberto Villareal, prófugo desde hace siete meses, con anotaciones detalladas del sistema de cobro de sobornos. En él estaban las iniciales DCG, para indicar el destino de entre 30.000 y 40.000 pesos (entre 1.900 y 2.500 dólares) mensuales recaudados entre los vecinos del barrio. A eso se sumó la declaración de dos subcomisarios, ya detenidos, que vincularon a Potocar como líder de la red de sobornos. “Me mencionan en una pirámide, como que yo era la persona que recaudaba”, dijo Potorno. “Yo pago mis impuestos. Yo no tengo familia, ni mamá, ni papá, primos ni nada. Tengo familia en EEUU, Italia y Eslovenia. De ahí venimos. Mi mamá fue empleada doméstica y mi papá fue obrero. Construí una carrera ¿Y qué hizo el Gobierno?, ¿no estudió mi legajo? La AFIP [la oficina de impuestos], transparencia, anticorrupción, ¿y hoy soy el corrupto?", se preguntó.

Potocar quedó detenido porque el juez Farías consideró que puede influir en los testigos de la investigación y hasta fugarse. La nueva policía de la Ciudad, en tanto, ha quedado a cargo del secretario de Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, un civil que fue diputado y que tenía a cargo la coordinación de la fuerza junto con el detenido. No ha sido el mejor comienzo para una fuerza que tiene menos de cuatro meses de vida.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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