La policía de Río acusa a Ryan Lochte de falso testimonio

La policía de Rio de Janeiro ha anunciado este jueves 25 agosto que está a punto de terminar su investigación sobre el caso de Ryan Lochte, el nadador olímpico que, en un fin de semana durante los Juegos en esa ciudad, aseguró haber sido atracado a punta de pistola y luego fue desmentido por el vídeo de una cámara de seguridad, que lo mostraba borracho, orinando en público y causando daños en una gasolinera carioca. Esto quiere decir que la historia, convertida ya en el culebrón mediático más largo de estos Juegos, quedará en manos del fiscal de Río. Si este fiscal decide seguir las indicaciones de la policía, solicitará que el nadador testifique de nuevo. Ya que esto no puede hacerse en suelo estadounidense, Lochte debería regresar a la ciudad de la polémica.

Lo cual no quiere decir que Lochte esté obligado a aceptar. Si decide no volver a la ciudad a la que mintió y donde hoy se le considera la mancha en el triunfo nacional de los Juegos, el caso seguirá avanzando sin su testimonio y él solo perderá la posibilidad de pagar una multa en lugar de aceptar la sentencia. Teniendo en cuenta los delitos que se le imputan, Lochte podría ser condenado de uno a seis meses de cárcel. Es posible que el juez decida dejarlo todo en una multa.

La polémica le ha costado a Lochte sus cuatro patrocinadores y le ha metido de lleno en un huracán mediático, donde varias cabeceras le acusan de haber despreciado las consecuencias de sus actos. En la entrevista que concedió hace unos días a la cadena NBC, lloró al admitir que había fallado a su equipo y que su historia estaba un poco exagerada.