El hombre de las mil polémicas

La carrera política del actual comisario de Comercio ha estado plagada de salidas de tono

El comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht. EFE

Karel de Gucht (Overmere, Bélgica, 1954), comisario de Comercio, ha suscitado casi tantas polémicas como cargos políticos ha desempeñado. Empezó siendo Presidente de la Asociación Flamenca de Estudiantes Liberales de Bruselas en 1974 y desde entonces ha ocupado múltiples puestos: alcalde de Berlare, un municipio de la zona flamenca de Bélgica, eurodiputado, comisario y hasta viceprimer ministro de su país.

Ahora que ocupa la cartera de Comercio en una Comisión que quiere dedicar su último tramo a la lucha contra la evasión fical, los tribunales belgas le reclaman una multa de 900.000 eu...

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Karel de Gucht (Overmere, Bélgica, 1954), comisario de Comercio, ha suscitado casi tantas polémicas como cargos políticos ha desempeñado. Empezó siendo Presidente de la Asociación Flamenca de Estudiantes Liberales de Bruselas en 1974 y desde entonces ha ocupado múltiples puestos: alcalde de Berlare, un municipio de la zona flamenca de Bélgica, eurodiputado, comisario y hasta viceprimer ministro de su país.

Empezó siendo Presidente de la Asociación Flamenca de Estudiantes Liberales de Bruselas en 1974 y desde entonces ha ocupado múltiples puestos

Ahora que ocupa la cartera de Comercio en una Comisión que quiere dedicar su último tramo a la lucha contra la evasión fical, los tribunales belgas le reclaman una multa de 900.000 euros por no pagar impuestos. Pero el político parece tener el don de la oportunidad. En 2004, mientras era ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, declaró en un viaje a la República Democrática del Congo que sus líderes eran “incapaces de introducir la democracia o poner fin a la corrupción”. Echando mano del cómic de Hergé, denunciado por racista -Tintín en el Congo- el embajador congoleño, Henri Mova Sakanyi, comparó el momento con la época del intrépido reportero y lo acusó de sentir “nostalgia por la era colonialista”.

No sólo levantó polvoreda en su etapa como responsable de exteriores. En septiembre de 2010, siendo ya comisario de Comercio, decidió opinar sobre el mil veces reiniciado proceso de paz entre israelíes y palestinos. Sobre las posibilidades de que en esta ocasión se firmara la paz definitiva, expresó su desconfianza de esta manera: “No subestimen el poder del lobby judío en el Capitolio de los Estados Unidos ni en los políticos americanos, no importa si son republicanos o demócratas”. El Centro Simon Wiesenthal, una institución dedicada a documentar las víctimas del holocausto, lo premió con el sexto puesto en su top ten anual de insultos antisemitas.

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