92 detenidos en una operación contra la mafia de Apulia

Unos 600 agentes, toda la noche de pesquisas, 92 personas arrestadas y 40 kilos de droga incautados, pistolas y dos metralletas Kalashnikov. La policía italiana dio esta madrugada un duro golpe a la criminalidad organizada de la provincia de Bari (en Apulia). La vasta operación, denominada Hinterland (es decir 'extrarradio', porque se llevó a cabo sobre todo en la ciudad y en sus alrededores), consiguió descabezar a los clanes antagonistas de los Di Coso...

Unos 600 agentes, toda la noche de pesquisas, 92 personas arrestadas y 40 kilos de droga incautados, pistolas y dos metralletas Kalashnikov. La policía italiana dio esta madrugada un duro golpe a la criminalidad organizada de la provincia de Bari (en Apulia). La vasta operación, denominada Hinterland (es decir 'extrarradio', porque se llevó a cabo sobre todo en la ciudad y en sus alrededores), consiguió descabezar a los clanes antagonistas de los Di Cosola y los Stramaglia, que desde hace tiempo se disputan el control del narcotráfico en aquel rincón del sur del país.

Entre los arrestados se encuentran los supuestos capi (jefes) de la familia Stramaglia: Michele Stramaglia (hijo de Michelangelo, asesinado en 2009) y Giuseppe Barbetta. Sobre ellos y sus esbirros, pesan las acusaciones de asociación mafiosa, extorsión y asociación destinada al tráfico de sustancias estupefacientes.

La policía también ha llevado a cabo arrestos en Milán, Udine (extremo septentrional de Italia), en Messina (la provincia oriental de Sicilia) y en Foggia (Apulia). La red de tráfico que los dos clanes habían montado - 'colonizando' un territorio más propio de la Cosa Nostra y extendiendo su control a muchos kilómetros de distancia - demuestra una vez más la fuerza de penetración en todo el territorio nacional de los distintos tipos de mafia, incluso de la menos conocida Sacra Corona Unita, con base en Apulia.

La policía italiana considera que estos grupos mafiosos son responsables de violentos episodios de sangre vinculados al control exclusivo del tráfico de drogas en la parte sur oriental de la península, como por ejemplo, el asesinato en el agosto de 2008 de Martino Salatino (considerado miembro de los Stramaglia). Por aquel crimen, han sido condenados a treinta años de reclusión Antonio Foggetti y Giulio Martino. Además, los dos clanes llevaban a cabo extorsiones a empresarios de la construcción y a propietarios de almazaras, incendios y venta de droga, para imponer su poderío en el territorio.