Por las sorpresas más que agradables: Tristán Ulloa, en portada de ICON en Junio
El actor español brilla en la portada de un número que cuenta también con el cantante Alvaro Mayo, los actores Diego Martín y Eden Dambrine, el escritor Joel Dicker y mucho más
Cuando era adolescente, el actor Tristán Ulloa se vio en un estado que nunca había experimentado antes: “Estaba pasando por una etapa de introspección enfermiza. Tenía problemas de comunicación, padecía ataques de ansiedad y estaba empezando a medicarme. Sentía que me estaba precipitando a un rincón muy oscuro”. Su cura vino de un origen inesperado: “Por consejo de un amigo, me forcé a asistir al aula de teatro del instituto, y allí encontré una terapia que se co...
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Cuando era adolescente, el actor Tristán Ulloa se vio en un estado que nunca había experimentado antes: “Estaba pasando por una etapa de introspección enfermiza. Tenía problemas de comunicación, padecía ataques de ansiedad y estaba empezando a medicarme. Sentía que me estaba precipitando a un rincón muy oscuro”. Su cura vino de un origen inesperado: “Por consejo de un amigo, me forcé a asistir al aula de teatro del instituto, y allí encontré una terapia que se convertiría en una vocación y en mi camino en la vida”.
Aunque haya logrado éxito en una de las profesiones más asociadas a la extroversión, Ulloa desconcierta con una confesión: es tímido. Buscó en los escenarios y focos un recurso extremo para dejar atrás sus miedos: “Puede resultar poco intuitivo, pero también hay quien supera el vértigo saltando en paracaídas”, explica. ¿Y lo ha logrado abandonar? “El gran tímido sigue ahí, pero se aprende a convivir con él”.
Otra confesión de un actor, Diego Martín: “Entre actuar y ganar el Euromillón, me quedo con el Euromillón.” Él, que también ha logrado todo en esa profesión tan codiciada, dando vida a Carlos, de Aquí no hay quien viva, y ahora a Chemi, de Muertos S.L., justifica su elección: “A veces me siento impostor en un trabajo que muchos sueñan y no consiguen. He tenido mucha suerte, pero a veces pienso que otros actores tienen una vocación que yo no encuentro en mí.” La verdad es que el que más se asombró con su éxito fue él mismo: “Nunca soñé con esto; fue una serie de casualidades. Ni siquiera se me pasaba por la cabeza actuar; no tenía nadie cerca a mí que se dedicara a esto.”
El actor Eden Dambrine estrenó su primera película tras ser invitado en un viaje por su director, que no le conocía: “Se me acercó en el tren y me dijo que era el chico adecuado para su película. Me dio miedo porque no sabía qué quería.” Dos años después estaba en la alfombra roja de los Oscar apuntando el teléfono de Robert Downey Jr. De manera repentina también saltó la fama el cantante Álvaro Mayo, en la última edición de Operación Triunfo. Aunque no haya ganado, destacó entre sus competidores por su expresión auténtica: “Mi familia me decía que no me presentara tan gay, porque eso me podía quitar público de otras partes. Hoy veo que fue todo un acierto”.
Al final, las historias más interesantes son aquellas en que no se sabe qué sucederá, como las que escribe Joël Dicker: “No tengo ninguna idea de lo que voy a escribir, simplemente tengo un hilo de lo que voy a contar, pero no tengo un esquema de todo lo que se va a desarrollar en el libro”. Ahí está la el motivo del enganche de tantos lectores.
En esta edición exploramos también la tristeza como herramienta del humor y los orígenes del skate en España. Además, como siempre, de nuestras recomendaciones de moda, hoteles y restaurantes. Todo este sábado, gratis con EL PAÍS.
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