Las causas de la muerte de Sinéad O’Connor, desveladas justo un año después de morir

Una infección respiratoria, unida a su asma y a una enfermedad pulmonar crónica, acabaron con la vida de la cantante irlandesa a los 56 años

Sinéad O'Connor, en su casa del condado de Wicklow, en Irlanda, en febrero de 2012.David Corio (Getty Images)

El 26 de julio de 2023 el mundo entero lloraba la muerte de Sinéad O’Connor. La cantante irlandesa se había convertido, por su prodigiosa voz y su rompedora imagen, en todo un símbolo de los años ochenta y noventa. Su repentino fallecimiento sorprendía, también, por su corta edad, puesto que solo tenía 56 años. Sin embargo, las causas de la defunción han tardado más en conocerse. Rápidamente la policía descartó que hubiera sido un crimen y meses después, en enero, se supo que había sido de manera natural, pero no ha sido hasta ahora, un año después, cuando se han hecho públicos los motivos.

Un año y un día después de su muerte, el sábado 27 de julio, el diario irlandés The Independent publicaba el certificado de defunción de O’Connor. Tal y como revelaban, su muerte se ha debido a problemas pulmonares, tanto del momento como que llevaba arrastrando durante años; asma y otra enfermedad crónica. Según se lee, hubo “una complicación de su enfermedad pulmonar obstructiva crónica y del asma bronquial, además de una infección de bajo grado de las vías respiratorias inferiores”.

Según el diario Daily Mail, su primer exmarido, John Reynolds, con quien estuvo casada entre 1987 y 1991 y tuvo a su hijo mayor, Jake, fue quien registró su muerte formalmente el pasado miércoles, que fue certificada por las autoridades competentes, en concreto por un médico forense llamado Julian Morris.

La artista fue despedida con todos los honores con un gran un cortejo fúnebre que la acompañó a lo largo de las calles de la localidad de Bray (Irlanda), al sur de Dublín, donde vivió durante 15 años. Miles de personas cantaron y arrojaron flores al coche que portaba su féretro. Finalmente fue enterrada en el cementerio de Deansgrange, bajo una sencilla lápida con la inscripción (en el alfabeto latino) “Dios es amor”, y otra en el alfabeto árabe donde se lee “Alá es grande”.

Al fallecimiento de la cantante se unió a otra desgracia familiar: la muerte de su hijo Shane, de 17 años, apenas año y medio antes, en enero de 2022. El joven desapareció de forma repentina y, dos días después, apareció muerto en Bray. Ella lamentó su pérdida ante sus seguidores en un mensaje en Twitter: “Mi hijo bello, Nevi’im Nesta Ali Shane O’Connor, la luz de mi vida, decidió terminar su angustia terrenal hoy y ahora está con Dios”. O’Connor tuvo cuatro hijos, cada uno de un padre. “Con uno de los cuales me casé. También me casé con otros tres hombres, pero ninguno de ellos es el padre de ninguno de mis hijos”, contaba en sus memorias, publicadas a mediados de 2021.

Fue con su primer marido, el productor musical John Reynolds, con quien tuvo a su hijo Jake, en 1987. También se casó con el periodista Nicolas Sommerland (pariente de la reina Silvia de Suecia), el músico Stephen Cooney y, durante apenas dos semanas en 2011, con un terapeuta de nombre Barry Herridge. Además de a Jake (cocinero, de ahora 37 años) y a Connor, tuvo dos hijos más. La tercera y única mujer es Róisín Waters, nacida de una relación con un columnista del diario The Irish Times llamado John Waters. La joven, de 28 años, se dedica a la repostería, y el pasado marzo homenajeó a su madre cantando su célebre Nothing Compares 2 U en el Carnegie Hall. El menor de los hijos de O’Connor lleva por nombre Yeshua Francis Neil y está a punto de cumplir los 18 años y nació de su relación con Frank Bonadio. Además, el primogénito de la intérprete tuvo un hijo en 2015, lo que convirtió a O’Connor en abuela a los 48 años. Ahora, sus tres hijos son quienes gestionan su herencia

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